Capítulo 26

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QUINN

Despertamos al día siguiente sin preocuparnos de la conversación de la noche anterior, desayunamos y nos fuimos todos a donde habíamos planeado, yo me fui con Adders al Marché aux Fleurs ahí paseamos hasta casi el medio día, compramos demasiadas cosas en los puestos de ahí, después fuimos a los puestos de los productores pequeños y compramos aún más cosas, yo ya llevaba flores frutas y algunas verduras, esperaba que me hicieran un deliciosos omelette con lo que llevaba, Adders también llevaba varias bolsas con cosas, decidimos llevarlas al auto para poder subir a las Terrasses des Ponchettes, desde ahí vimos todo el mercado y los palacios de Cours Saleya, después de un rato tomando fotos y simplemente disfrutando de la vista Adders dijo

- Oye, ¿Quieres ir por algo de comer? –

- Claro, la verdad es que ya tengo hambre – respondí

- ¿Quieres algo local, o vamos a algún restaurante? – pregunto sin dejar de mirar el mercado

- Algo local, bueno digo, ya estamos aquí ¿No? – dije sonriendo

- Bien, que sea algo local – respondió

Encontramos un pequeño sitio cerca de un puestecito, nos sentamos y ordenamos, como habíamos caminado bastante y hacía mucho calor, ordenamos más bebidas

- Hace demasiado calor, y muero de hambre – dijo quitándose el sombrero y los lentes y dejándolos sobre la mesa

- ¿Qué esperabas? Esto es Niza en verano – dije riendo mientras le daba un sorbo a mi agua mineral

- Lose, es que pensé que no tendría tanto – comento tomando su sombrero y agitándolo a modo de abanico

- Pues es Francia y la playa está ahí, es obvio que hace calor – dije mientras señalaba la dirección de la playa

Llegaron las ensaladas y las comimos mientras hablábamos de nuestras compras y lo que nos había gustado, y lo que no habíamos comprado por razones diferentes

Nos quedamos un rato ahí sentados bebiendo té helado con limón, cuando al fin decidimos levantarnos nos dirigimos a la ciudad vieja, pasear por ahí era una maravilla, no sabías si estabas en Francia o ya estabas en Italia, todo era tan igual, había calles estrechas tan llenas de color, y tan hermosas, pasamos por el Hotel de Ville, el Palais de Justice y la catedral Ste. Réparate.

Llegamos hasta una estación de autobuses y ahí los colores cambiaban del amarillo y los ocres a colores pasteles, pasamos junto a unos quioscos donde vendían una especie de pizza llamada Socca, como hacia un buen rato habíamos comido, decidimos comprar unos pedazos, era muy pero muy barata y estaba deliciosa

- Oye, si seguimos comiendo no llegaremos con hambre a la cena – dijo riendo mientras comía su Socca

- Tienes toda la razón, este será lo último que comamos de acuerdo – dijo comiendo mi segundo trozo de socca

Terminamos la socca y nos levantamos de los escalones donde estábamos sentados y nos encaminamos hacia donde habíamos dejado el auto, debíamos ir a cambiarnos y a ducharnos para ir a cenar, habíamos caminado y sudado todo el día, así que esa ducha nos ayudaría bastante a ambos.

Platicamos todo el regreso a casa

- Hay que repetirlo, me gusto salir contigo, no eres tan malo como pareces – dije riéndome ya en el auto

- Si, a mí también me gusto salir contigo, pero que tal si mañana vamos a la playa, no quiero cocinarme antes de ir a la universidad – bromeo

- Me agrada el plan, playa y mar en lugar de caliente asfalto – respondí

- Bien, será playa mañana – dije

Oscura ObsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora