TARDE O TEMPRANO, EL DESTINO TE ALCANZARÁ
-¿De qué tanto te ríes? -Preguntó Jumara a Javier, mientras se detenía en su caminar, estaban en el recibidor del Hotel "Hiltssten Glamour" iban rumbo a un restaurant a comer y luego a un auditorio para escuchar una conferencia.-Leo me hizo reír. Ya pasó mi examen y lo hizo con excelente calificación -sonrió y guardó su teléfono dentro del bolsillo izquierdo de su pantalón de vestir color beige- lo que resultó en un caos fue terminar con Nimue. Mi amiga Roxana intervino y no resultó nada bien; de todas formas, creo que Leo logrará arreglar el asunto. Por el momento no voy a interferir, no quiero ponerlo nervioso y que nos descubran.
-Leo lo hará bien, no te preocupes por eso -La peliazul asintió.
Javier estaba distraído platicando con Juamara, al darse la vuelta chocó contra una mujer en minifalda y muy delgada, era una señora, de unos 40 o 45 años de edad.
-¡Ohhh discúlpeme, no la vi! -Javier se quedó mudo al ver la expresión de susto en aquella mujer, que en cuanto posó sus ojos en él, se puso pálida como una hoja de papel y dio un paso en reversa.
-¿Leo? -La mujer se llevó las manos a su boca conteniendo las ganas de gritar- Cariño, ¿pero qué haces aquí?
-Yo... -Javier no sabía qué decir- vine a visitar a un pariente.
-¿A quién viniste a visitar? -La mujer se vio algo confundida con su respuesta- Nosotros no tenemos más parientes cariño ¿de qué me estás hablando? ¿En qué cosas estás metido?
-Yo... en nada, solo vine un par de días no es mu... no es nada de importancia, yo solo... yo vine... -las ideas habían volado muy lejos de Javier.
El celular de Javier vibró en su pantalón y él lo sacó ignorando unos segundos lo que decía la mujer frente a él.
-¡Rápido piensa en algo, ella es la tía de Leonel!
Decía un mensaje de Jumara. El chico volteó a su lado y se dio cuenta de que ella ya no estaba allí, de seguro se había escondido en cuanto esta mujer apareció frente a ellos.
-¿Dije parientes? -Rió nervioso y tragó saliva- Me refería a mi novia, ella está aquí y vine a visitarla.
-¡¿Novia?! -Se alteró la mujer- ¿Desde cuándo tienes novia? ¿Cómo es que yo no estaba enterada? ¿Dónde está?
-Ella está... ella se fue por... ella estaba en...
-¿Qué le pasó a tu ropa? -La mujer ya empezaba a alzar la voz- Esta ropa es muy fina ¡¿En qué cosas estás metido?! ¡No quiero que busques más problemas!
-Señor Gómez, la mesa que reservó en el restaurante ya está lista para que la ocupe -llegó un mesero a interrumpir su conversación.
-Mierda -Javier talló las manos en su rostro y solo musitó un casi imperceptible- "Gracias" -y el mesero se fue.
Ahora se daba cuenta de lo difícil que era fingir ser otra persona. Leo era mejor actor que él; aquello le pareció irónico, pues el otro chico era tan tímido que se pensaría que no podría hacerlo, pero ahora se daba cuenta de lo equivocado que estaba, él fue descubierto en los primeros segundos. Javier se dijo a sí mismo que era un asco tratando de fingir que era Leonel.
-¿Gómez? -Repitió la mujer como hablando consigo misma- ¿Gómez?
Preguntó como si aquel apellido le impactara, sus ojos se humedecieron, sus labios se vieron tan pálidos como su rostro, dio otro paso en reversa.
-Yo... -Javier suspiró, agachó su cabeza, lo habían atrapado, no había más remedio que hablar con la tía de Leonel y explicarle que contrató a su sobrino para suplantarlo en su casa por unos días.
-¿Javier? -A la mujer se le escapó una lágrima.
-¿Cómo sabe mi nombre? -Javier alzó su mirada sorprendida.
-¿Eeee...eres Javier Gómez? -Parecía que aquella mujer estaba frente a un fantasma- ¡¿Contéstame?! -Gritó de repente.
Javier dio un brinco, entre sorprendido y asustado.
-Sí, ese es mi nombre. Soy Javier Gomez.
-¿Vienes con tu familia? ¿Tus padres están aquí? -La mujer miraba hacia todos lados como si alguien la estuviese siguiendo. Su respiración acelerada no hacía más que delatar que estaba entrando en pánico.
-No, vine con mi novia, pero, dígame ¿por qué está alterada? ¿Pasa algo malo?
-No nada, olvídalo. No te conozco.
La mujer se dio la vuelta tan rápido como pudo y empezó a caminar con toda la velocidad que le daban sus piernas.
-¡Hey, señora, espere! -Javier iba detrás de ella.
La mujer giró un segundo su rostro para mirarlo, había mucha gente por donde ella estaba pasando, apresuró su paso y se mezcló entre la multitud.
-¡Señora, espere! -Javier no quería perderla, necesitaba saber cómo le conocía y porqué estaba tan asustada- ¡¿Cómo sabe mi nombre?! ¡Espere!
La mujer corrió hasta la salida, donde había una fila de taxis en espera de pasajeros, se subió velozmente y cuando Javier llegó hasta ella, el taxi estaba ya en marcha, no pudo alcanzarla.
La respiración del chico estaba acelerada, tragó saliva, su corazón bombeaba rápidamente.
-¡Jav! -Jumara venía corriendo detrás de él- ¿Qué pasó? ¿Por qué salió corriendo la tía de Leonel?
Él negó con su cabeza y tragó saliva al mismo tiempo que trataba de controlar su respiración.
-No lo sé, no entiendo. Aquí pasa algo muy extraño. Esa mujer escuchó mi apellido y supo mi nombre. Se puso pálida y salió huyendo de mí. Por mi apellido, ella sabía que yo no era Leo y me preguntó por mis padres un segundo antes de salir corriendo. Esa mujer sabe de mí.
-Pero eso no es posible, la tía de Leonel no tiene porqué saber de ti, es ilógico -la peliazul estaba confundida, tan confundida como lo estaba Javier.
-No sé lo que pasa con esa mujer, pero lo vamos a averiguar, será lo primero que hagamos cuando regresemos a casa -Javier tomó a Jumara de la mano y comenzaron a caminar hacia el restaurante- por ahora no le digas nada de esto a Leo. Investigaremos primero. Ahora vamos a comer algo.
La peliazul asintió y de la mano de Javier caminaron juntos hasta sus asientos.
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No Eres Mi Gemelo
Подростковая литератураLa vida de Leonel estaba llena de maltrato, tristeza y dolor. El universo lo puso frente a Javier. Ambos eran físicamente iguales, y para la terrible suerte de Leonel, aquel chico era incluso una mejor versión de él. Él lo llamó "Mi gemelo", pero de...