Capítulo 37.- No vi nada

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CON LÁGRIMAS DERRAMÁNDOSE POR MIS OJOS, CONFIRMO QUE MI CORAZÓN ESTÁ TRISTE, Y YO ESTOY DERROTADO

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CON LÁGRIMAS DERRAMÁNDOSE POR MIS OJOS, CONFIRMO QUE MI CORAZÓN ESTÁ TRISTE, Y YO ESTOY DERROTADO

Una nueva patada a su estómago hizo que Leo escupiera sangre al suelo, ya no sabía qué parte de su cuerpo le dolía más

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Una nueva patada a su estómago hizo que Leo escupiera sangre al suelo, ya no sabía qué parte de su cuerpo le dolía más.

—Esto tú te lo has buscado, imbécil esquíncle inservible.

—Si soy ta... tan insevi... ble —tosió— ¿por qué quie...res que tra..baje pa...ra ti?

—Eso no te importa una puta mierda —Rómulo tiró de su cabello de nuevo— ¿vas a hacer lo que he ordenado?

—N... no.

Cuando Rómulo había entrado de nuevo a la habitación, había dejado la puerta abierta. Ahora que Leo estaba tan golpeado como para salir corriendo, pudo darse cuenta de que acurrucada a un lado, había dejado a Jumara. Ella estaba atada de pies y manos, una cinta cubría su boca mientras estaba hecha un río de lágrimas.

Rómulo quitó bruscamente la cinta con la que cubría la boca de la chica y le desató los pies. La jaloneó por su cabello azul y entró arrastrándola junto con él. Tomó su cuchillo y lo puso en la mejilla de la chica que gritaba de terror.

—No sé tú, escuincle baboso, pero yo creo que le quedaría muy bonita una cicatriz aquí —el hombre puso la punta del cuchillo en la mejilla de ella, las lágrimas se escurrían por el filo de la hoja.

—¡No Rómulo, no me lastimes! —suplicó Jumara— ¡Por favor no lo hagas! ¡No! —Chilló.

—No —Leo tragó saliva y se esforzó por respirar y alzar una de sus manos manchadas con su propia sangre— por favor, no le hagas daño.

El chico suplicó desesperado sin poder hablar mucho. Todo le dolía y sentía que era un esfuerzo sobre humano el poder hablar.

Rómulo empujó a Jumara al suelo, se subió sobre ella mientras la otra gritaba por ayuda desesperadamente. El hombre pasó la mano por su camisa, limpiándose la sangre en su brazo, todavía sangraba un poco por la mordida que le había hecho Butch horas antes, pero a Rómulo no le era ningún inconveniente esa herida para seguir causando daño.

No Eres Mi GemeloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora