TU SONRISA ES ESE PEDACITO DE CIELO QUE NUNCA SOÑÉ PODER VER
Se escuchó un ruido en la entrada, los chicos escucharon los pasos acercándose, ellos se separaron, uno en cada extremo del sillón, voltearon la mirada y se toparon con una señora que se veía muy elegante y seria.—Espero hayan tenido tiempo suficiente para arreglar sus diferencias —la mujer enarcó una ceja.
Leo miró a Nimue esperando que ella respondiera.
—Si mamá, Javi y yo hemos arreglado nuestros problemas. Ahora somos buenos amigos.
—¿Amigos? —la mujer bufó— esas cosas no funcionan con un ex.
—Funciona para mí, mamá —Nimue se puso de pie, Leo la imitó.
—Si estás segura de ello, no tengo por qué dar ninguna otra opinión. Me alegra que estés mejor —aquella mujer sonrió— supuse que ibas a olvidarlo así que vine a recordarte que tienes un pendiente con tu padre.
—¡El reporte del error!
Su madre asintió.
—¡Lo olvidé por completo! —Se giró hacia Leo— Javi lo siento, tengo un trabajo muy importante que hacer.
—No hay ningún problema, no te preocupes. Te dejo para que termines tus pendientes —Leo se acercó hasta Nimue y le dio un beso a su mejilla. Ella sonrió.
—Con su permiso señora —Leo pasó de largo hasta la puerta principal.
—¡Javi!
—¿Si?
—¿Puedes venir a verme mañana temprano? —Ella corrió hasta estar cerca de él.
—Sí, claro —Leo le regaló otra de esas increíbles sonrisas, donde se divisaba ese bello hoyuelo en sus mejillas— mañana temprano aquí estaré.
El chico se despidió y salió de allí. Se sentía emocionado, como flotando en una nube esponjosa y así sin perder ese buen humor se fue caminando a casa de Javier.
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No Eres Mi Gemelo
Genç KurguLa vida de Leonel estaba llena de maltrato, tristeza y dolor. El universo lo puso frente a Javier. Ambos eran físicamente iguales, y para la terrible suerte de Leonel, aquel chico era incluso una mejor versión de él. Él lo llamó "Mi gemelo", pero de...