Capítulo 7.- Presentimiento

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HAGAMOS CASO A LA INTUICIÓN, RARA VEZ SE EQUIVOCA, POR ALGO LLEGA EN FORMA DE PRESENTIMIENTO

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HAGAMOS CASO A LA INTUICIÓN, RARA VEZ SE EQUIVOCA, POR ALGO LLEGA EN FORMA DE PRESENTIMIENTO

Seis días habían pasado, seis días en los que Leonel parecía vivir encerrado en su propio mundo, seis días en los que solo habló cuando fue estrictamente necesario, seis días en los que ignoró a Jumara y a Javier que llegaba a buscarla todas las m...

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Seis días habían pasado, seis días en los que Leonel parecía vivir encerrado en su propio mundo, seis días en los que solo habló cuando fue estrictamente necesario, seis días en los que ignoró a Jumara y a Javier que llegaba a buscarla todas las madrugadas a la hora de salida.

Y es que Leonel siempre fué un muchacho asocial pero esto ya era un extremo, Jumara estaba realmente preocupada por él, pues el chico estaba más delgado y ojeroso. Ella sabía lo solo que estaba ahora que se negaba a hablar con todo el mundo.

Su tía casi nunca estaba en casa y a pesar de que ella sabía que Leonel trabajaba en este lugar para tratar de ayudarla con su deuda, su tía Sasha ignoraba completamente los maltratos que Rómulo tenía hacia el chico. Cada día que pasaba ese hombre era peor con Leonel y le pagaba una miseria por las largas horas que tenía que trabajar diariamente y sin día de descanso.

Conforme habían pasado estos días, Jumara contó a Javier a detalle todo lo que sabía de la vida de Leonel y de todos los problemas que este tenía, en especial el maltrato que recibía por culpa de Rómulo.

En un arranque de ira, Javier estuvo a punto de irrumpir en el antro y golpear a Rómulo hasta desfigurarle la cara, pero la peliazul le dijo que no sería buena idea, pues si Leonel no se defendía por sí mismo, Rómulo jamás lo iba a dejar en paz.

Determinado a ayudar a su gemelo, a como él insistía en decirle, Javier le comentó a Jumara que juntos harían que Leonel entrara en razón, así tuvieran que insistirle todos los días. En algún momento, tendría que cansarse de ignorarlos y los escucharía.

Esa noche hubo mucha gente, Leonel estaba distraído y cobró mal un par de cuentas, al realizar su arqueo de caja se dio cuenta de que le faltaban dos mil pesos. Era definitivo, había cobrado algo mal.

El chico estaba asustado, ya sus manos habían empezado a temblar, sudaba frío mientras el miedo comenzaba a hacer un agujero en él. Sabía que Rómulo se pondría furioso y que le cobraría a él aquel dinero, sentía terror de tener que pagarlo pues no tenía ningún medio para conseguir aquel efectivo. Sus compañeros de trabajo casi se habían ido por completo, incluso Jumara se había ido ya; eran casi las 5 de la mañana y él estaba haciendo un arqueo de caja por tercera vez.

No Eres Mi GemeloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora