La vida de Leonel estaba llena de maltrato, tristeza y dolor. El universo lo puso frente a Javier.
Ambos eran físicamente iguales, y para la terrible suerte de Leonel, aquel chico era incluso una mejor versión de él.
Él lo llamó "Mi gemelo", pero de...
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UN HOMBRE SABIO DIJO: NO TENGAS MIEDO DE PERDER, A QUIEN NO SE SIENTE AFORTUNADO DE TENERTE
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Ya afuera, Marcus estaba ansioso esperando a Javier.
—¿Y? —el chico tomó el examen de las manos de Leo— ¿Aprobaste el examen?
Marcus se miraba muy impresionado, sus ojos se abrieron grande al ver el resultado y una gran sonrisa iluminó su rostro.
—¡Calificación perfecta! —Marcus devolvió el examen a Leo y comenzó a aplaudir— ¡Esto amerita fiesta mi hermano!
—No todas las cosas ameritan fiesta —Leo sonrió.
«Yo solo quiero irme de aquí. Para mí, la fiesta sería dormir»
Marcus pasó su brazo por el hombro de Leo atrayéndolo hacia sí mismo y emprendieron juntos una caminata hacia el centro del campus.
—No sé si te golpeaste la cabeza en estos días, estás muy diferente. Así que tendrás que confiar en mí —lo miró de soslayo aguantándose la risa— ¡todo amerita fiesta!
Leo quitó el brazo de Marcus para liberarse mientras sonreía.
—No vamos a festejar nada. Aunque no me molestaría comer algo, muero de hambre, no desayuné.
—Alcohol, hermano. Eso es lo que necesitas para tu mal humor.
—Es muy temprano para pensar en alcohol —Leo dejó de sonreír y se puso serio— dime algo, ¿solo eres amigo de Javier porque te compra alcohol?
—¿Por qué hablas de tí en tercera persona?
Leo se mordió los labios al darse cuenta de su error, pero era más grande su curiosidad por conocer aquella respuesta.
—Eso no importa, no me contestes una pregunta con otra —Leonel caminó a paso apresurado, molesto con el chico y también consigo mismo por no saber fingir que era otra persona.
—Oye Javi, cálmate —el chico dejó de sonreír y se puso serio también— ya hablamos de esto el otro día.
—Sí, ya sé. Que todo lo que importa en la vida es ligar y embriagarse.
