Capítulo 38.- Irse para siempre

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YA NO TOLERO ESTE DOLOR EN MI PECHO, QUISIERA DESAPARECERLO Y NO PUEDO

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YA NO TOLERO ESTE DOLOR EN MI PECHO, QUISIERA DESAPARECERLO Y NO PUEDO

YA NO TOLERO ESTE DOLOR EN MI PECHO, QUISIERA DESAPARECERLO Y NO PUEDO

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Las horas pasaron muy lento, la noche dio cabida a la madrugada. En el hospital, los médicos atendieron a los tres heridos.

Afortunadamente la bala del hombro de Arthur había entrado y salido, se pondría bien muy pronto. Javier tenía un par de golpes, su labio estaba roto, suturaron una pequeña herida en su ceja con dos puntos, pero también estaría bien.

Como eran de bajo riesgo, padre e hijo fueron canalizados en la misma habitación.

En una habitación aislada, estaba Leo. Ya eran las dos de la mañana. El médico de turno no dejó pasar a los familiares, ya que por sus antecedentes, debían de hacerle varios estudios para determinar su diagnóstico correcto.

En la sala de espera, estaba Nimue con Jumara y Agatha. A la chica del cabello azul le pusieron solo un punto en el estómago por la cortada que Rómulo le hizo. No tenía otros golpes, así que solo le hicieron la curación, le recetaron medicinas para el dolor, para evitar una infección y le dieron el alta.

Los padres de Nimue recién habían llegado también, se habían atrasado por haber ido a ingresar a Butch en una clínica canina.

Para estas horas, todos los adultos y Nimue, estaban al tanto de lo ocurrido a Leo y de su existencia.

En aquella habitación blanca, lentamente Leo abrió sus ojos. Estaba en una cama, era un hospital fino, pudo reconocer que era el mismo hospital al que lo había ingresado Javier en aquella ocasión en que lo salvó de Rómulo.

Su pierna dolía pero ya muchísimo menos. Estaba envuelta su herida con una venda blanca. Su muñeca también, donde Rómulo le había quemado.

Su estómago y su pecho también dolían pero era algo tolerable, después de todo, estaba acostumbrado a estar golpeado y a sentir esta clase de dolor.

Imaginaba su rostro morado, ya que su mejilla estaba hinchada, su labio tenía un pequeño hilo, supuso que le habían puesto un punto de suturación allí.

No Eres Mi GemeloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora