Capítulo 31.

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(_____)

 Me quedé en el banco sola, sin esperar nada ni nadie, solo metida en mis pensamientos y en mis llantos. ¿Cómo podía ser que lo bueno siempre tenía que acabar? Pues no lo sabía, pero ese tema me estaba afectando mucho, pero mucho.

-____, ¿que haces aquí sola?.-Se oyó una voz aguda.

-Me giré y vi a Calum- No, nada...Vete..Contesté.

-No...¿Te puedo ayudar?.-Dijo ya en frente mio.

-Calum, no quiero que vulva a pasar lo que pasó ¿entiendes?.-Contesté con aún una lágrima en el ojo.

-No va a pasar nada, quedamos en que te iba a olvidar, y así lo he hecho... Yo solo quiero ser tu amigo, y quiero ayudarte...

-No me vas a entender, además que soy una chica, tienes 2 años menos que yo...-Le contesté.

-Pero... Puedo intentarlo...-Dijo algo triste.

-A ver, las cosas se acaban Calum, y a veces, la gente no quiere que se acaben...

-No te sigo...-Contestó confuso.

-Da igual, dejalo...-Contesté sin ganas.

-Aunque no te entienda me puedo quedar aquí contigo haciendo compañía, yo ya he grabado los ensayos...

-Quedate si quieres...-Terminé.

(Jesús)

Dani estaba ausente, no prestaba mucha atención al ensayo... Por momentos sonreía forzadamente, y de vez en cuanto soltaba una carcajada, pero solo eso. Juraba que sonreía solo porque nos estaban grabando, de no ser así, me lo encuentro sentado en una esquina sin hacer nada... Mi hermano no acostumbraba a estar triste... Cabreado sí, pero triste no. Esa frase que me había dicho antes “las cosas terminan, Jesús, las cosas terminan” me hizo entrar en razón. Al instante descubrí que para mi hermano, ______, no había sido solo un amor de verano, sino alguien muy especial, alguien por lo que el le merecía la pena levantarse, alguien que le provocó sonrisas a mi hermano que no muchos le habían sacado, alguien a la que trataba como ninguna, y que si hacía falta, mataba por ese alguien. Pero ese alguien se separaba de su camino, de su alcance...

El dolor en la mirada de mi hermano cada vez se hacía más visible. -Le abracé-.

-Dani,¿estas bien 'illo'?.-Le dije mientras salíamos del ensayo.

-Sí, tranquilo.-me respondió dándome un golpecito en el hombro.

-No veo que estés muy bien... Te conozco, somos gemelos, ¿lo recuerdas?.-Dije esta vez mirándole a los ojos.

-Sacó una pequeña sonrisa- Como si no supiera que somos gemelos...

Una vida junto a ti. [Gemelos Oviedo] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora