Capítulo 11

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Pársel = serpiente
Contenido de carta = muy pocos
Lengua dragón = dragón
Hechizos = obliviate
Recuerdos = "memoria"
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El en serio odiaba terminar en el ala del hospital del castillo.

Desde que entró al mundo mágico fue como sí la cama que ahora ocupaba llevara su nombre escrito en él tanto como la puerta de su cuarto en la torre de Gryffindor.

No estaría ahí sí no fuera por la insistencia de Hermione y Regulus que estaban más que histéricos por la Bludger que lo impactó luego de que James terminara la práctica, pero no era el único que estaba en la camilla, Hermione había atacado hechizando a quien mandó la pelota.

Actualmente los dos estaban en camas continuas escuchando las quejas del grupo congregado; Frank, Mione, Lily y Regulus estaban en media diatriba contra James, Peter y Remus, el resto del equipo también estaban furiosos pero no tanto como para intervenir en la pelea verbal del resto.

A pesar de que su pecho dolía por el golpe y las costillas rotas que sabía que tenía y el poco aire que llegaba a sus pulmones no se contuvo.

- ¡Silencio! - gritó haciendo gala de sus buenos pulmones heredados de su madre, su cara estaba roja y jadeaba por conseguir el aire que expulsó, pero consiguió que todos se callaran y lo vieran, podía apostar que su estado de criatura ahora era una complicación sí el rubor en el guardián de su equipo y de la otra bateador eran un indicio, felizmente sus dos padres estaban en el mismo lugar que él - ¡Es el hospital por amor a Merlín! - jadeó cogiendo la parte afectada con su mano izquierda mientras trataba de sentarse con la derecha

Al menos eso hizo reaccionar a su hermana y su madre que rápidamente se lanzaron a ayudarlo para que volviera a echarse y acomodaron su almohada, aunque eso no era lo que quería.

- Mione ¿Por qué no me curas? - reclamó viendo cómo esa debió ser la primera reacción de su hermana en vez de lanzarlo al hospital

Para su satisfacción su hermana se ruborizó y pronto murmuró unas disculpas por su despiste mientras sacaba su varita para lanzar los hechizos correspondientes, y a pesar de sufrir torturas por parte de los mortífagos y Tom sin gritar, que se te rompan los huesos lo hacía gimotear de dolor cada vez que los reparaban.

Esa no fue la excepción, sus gimoteos aunque amortiguados por su presión en su labio inferior se escuchaban a la perfección para todos los congregados, y es que Hermione estaba reparando hueso por hueso para una mayor efectividad eliminando las astillas que ponían en peligro sus pulmones; la sangre goteaba del labio partido por la fuerte presión de los dientes para evitar más ruidos. La matrona que llegó cuando empezó el proceso no se atrevió a interrumpir a la chica pues sabía que estaba haciendo y no era recomendable deshacer su concentración, se limitó a observar y tener a las manos pociones para ambos chicos.

Los otros chicos estaban estupefactos por la imagen que tenían, Sirius era el más impactado por la sangre que brotaba del menor junto a sus quejidos que enviaban dagas directas a su corazón y no por primera vez se quería golpear por impulsivo.

Remus pues, él quería destrozar a Sirius, desmembrarlo y destrozar sus partes una por una para luego enterrar sus huesos y revivirlo solo para repetir el proceso; Moony estaba muy alterado por la condición del chico y el dolor que transmitía, quería ir y alejar a Hermione de él pero al mismo tiempo solo quería decirle que se apurara para que el pequeño se pusiera mejor porque sabía que ella lo hacía por su bien, era algo extraño ya que era evidente que hacía sufrir al chico tanto como el golpe pero sus sentimientos eran muy diferentes por el agresor y el curador aunque ambos causaban dolor.

Enemigos de los Herederos ¡Temed!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora