Capítulo 50

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La espera era una tortura y una bendición.

Harry estaba haciendo un buen trabajo ignorando el tiempo, aunque deseaba con toda su alma que las horas pasaran con lentitud, con mucha lentitud.

Aunque el tiempo no le pide permiso a nadie, simplemente pasa.

Al menos había logrado ignorar a Sirius. Pequeñas victorias.

Lo que no logró ignorar fueron las miradas furtivas que empezaba a ganar de diferentes personas, lo que le decía que su encanto iba a estar próximo a estar en su máxima potencia, por lo que estaba pegado a Hermione como una sanguijuela todo el día.

- No me imagino cómo estarás cuando evolucione tu estado - se burló Hermione

- Cállate - le gruñó

- Ya deja de gruñir y trae al perro - le indicó Reynald - Ya casi es hora

- Tráiganlo ustedes, estoy buscando a Regulus - dijo empezando a alejarse antes de que alguno de ellos reaccionara y le impidiera irse

- ¿Es seguro lo que hace? - preguntó preocupado a su amigo 

- Déjalo - dijo con un movimiento de mano mientras se daba la vuelta para caminar a su sala común - Se dará cuenta cuando le explote en la cara, ¿alguna novedad?

- Creas o no, la bola de cristal no me está ayudando nada - bufó

- ¿No has probado con otro método? 

- Es el único que me ha ayudado hasta ahora - contestó luego de meditarlo un poco - Espejos y el agua no me dieron ningún resultado y los dejé 

- Quieres decir que simplemente no los probaste más - acusó

- Sí, algo así - admitió con un poco de vergüenza

- Deberías hablar con mi madrina, que te ayude algún método te debe ayudar mejor - recomendó 

- Haré eso - prometió - Pero sigo prefiriendo el método natural 

- Con tal de que no te llegue una en frente de la cabra 

No tuvieron ninguna dificultad para localizar a Sirius, parecía que el mayor los estuvo esperando, estaba sentado tamborileando los dedos con sus amigos a su lado que parecían incómodos por la mirada severa en el rostro del mayor. 

Incluso Reynald estaba incómodo, solo faltaba un vaso de Whisky en su otra mano y una barba en su cara, y casi podía jurar que el que lo veía no era el joven Sirius sino el Sirius de más de 30 años que estaba muy determinado en querer proteger a su ahijado y quería matar a todos los que se atrevían a tratarlo como un niño y no dejaban que se enterara de las cosas que le competían y lo dejaban a él atrapado en esa casa maldita.

Hermione lo abandonó inmediatamente para lidiar con Sirius e ir a buscar a Aiden la traidora. 

- Sirius - llamó y casi retrocedió cuando sus ojos grises se enfocaron en él 

- ¿Ya es hora? - preguntó 

- No te hagas - respondió alzando una ceja - Puedo apostar que has estado pendiente a la hora, vamos 

Sirius no se dignó a contestar, lo que solo confirmó lo que decía el de ojos azules.

- ¿A dónde van? - preguntó Peter que ya se estaba parando

Tuvo que usar todo su auto control para no sacar su varita y hechizarlo justo en ese momento, esa rata bien podría venderlos a todos en ese mismo instante sin ningún remordimiento sí no lo vigilaban y la información que le llegaba.

Enemigos de los Herederos ¡Temed!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora