Enemigos de los Herederos ¡Temed!

Capítulo 31

Pársel = serpiente
Contenido de carta = muy pocos
Lengua dragón = dragón
Hechizos = obliviate
Recuerdos = "memoria"

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El bosque se veía oscuro. A pesar de que podía distinguir que aún era de día el bosque en sí tenía una presencia oscura y pesada, como si estuviera vivo o... muerto. Se sentía sombrío y había algo que lo quería impulsar a correr.

Mas no lo hizo, porqué habría, a pesar de la tensión de sus músculos no encontró en sí el instinto de correr, huir del lugar del que sabia no debía estar. 

Se podría decir que era valiente, en realidad era un tonto, y si lo admitía ya era decir mucho.

Trato de buscar algo con lo que familiarizarse, recordaba el camino que tomo para ingresar al profundo bosque, pero no sabia hacia donde se podía estar dirigiendo, seria tan fácil regresar sobre sus pasos que por un segundo lo considero.

La idea salio volando tan rápido como apareció en su mente.

Un Thestral tan oscuro como la noche misma o los cabellos color cuervo de su mejor amigo apareció por el lado izquierdo de donde estaba parado, el animal era un caballo esquelético con ojos negros como el resto de su cuerpo.

Sí había un momento para tener miedo, era ese momento.

La criatura lo veía de forma atenta como midiendo su persona, juzgándolo; un solo pensamiento cruzo su mente mientras se inclinaba ante tal animal y era que debía mostrarle respeto. El animal se acerco a el al punto de que podía sentir su aliento a pesar de que no avistaba las patas del caballo.

El sonido de pisadas atrajo su atención, pero no lo suficiente como para apartarse de la reverencia en la que estaba. Solo lo hizo cuando el caballo se alejó de nuevo y golpeo el suelo indicándole que podía mirar. 

La sombra de una figura menuda y pequeña interrumpió en el lugar, los arboles parecían incluso más gruesos y viejos de lo que eran en un principio. La persona apareció en su campo de visión y pudo distinguir la piel blanca y los cabellos color cuervo de su mejor amigo.

Parecía agitado, incluso confuso, había corrido de eso no cabía duda. 

Corrido detrás del Thestral.

El caballo alado parecía mirarlo incluso con burla, como diciendo: "Tanto te tardaste". 

Podía decir que su amigo reconoció la burla por lo que era y no se veía feliz. Vio acercarse al de ojos verdes al animal negro que no se oponía a sus avances, lo vio acariciarlo como si de su mascota se tratase, incluso algo mas, como si fuera su familiar, de la forma en que había visto acariciar a su dragón. 

Pronto la paz que crearon el niño y su animal se vio rota por el grito ensordecedor de una mujer.

- ¡Ron! - el grito de Hermione fue lo primero que recibió en su mente cuando recupero la conciencia de dónde y con quién estaba

Miró a su alrededor solo para verificar que nadie haya escuchado cómo lo llamó, no había escuchado ese nombre en 17 años, y solo sus dos amigos lo sabían, eran de los únicos que recibiría el nombre de una vida pasada que ya no era suya.

Estaban fuera de la Casa de los gritos, una distancia prudente de la casa más alejada del pueblo y el bosque que se extendía más allá de la cerca, el Bosque Prohibido que se extendía y por el cual podían llegar incluso a Hogwarts, solo si querían problemas por meterse ahí y no se refería a un castigo escolar, el bosque estaba plagado de todo tipo de criaturas, entre ellas centauros que no toleraban  los humanos.