Capítulo 59

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No reproduzcan la canción hasta que se les indique, de no querer hacerlo, no es necesario, lo importante es la letra y la estaré poniendo, la melodía puede ser confusa con la escritura pero la verdad es que no encontré una melodía y letra que me gustara para éste capítulo, encontré melodía pero la letra no me convencía, y encuentro la letra pero no la melodía, pero la melodía es más fácil de imaginar así que aquí el resultado. 

El capítulo tiene un alto potencial de parecer raro en una parte, es la primera vez que hago algo así, pero creo que el capítulo (la temática) lo merece. 

Que disfruten.

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La hora se iba acercando y podía notar a los sangre puras ansiosos. 

Tenía que apurarse. 

Logró divisar fácilmente a Aiden en la sala común con sus amigos hablando muy ansiosos por la festividad en el Gran Comedor y los dulces que irían a comer. 

Lamentó solo un poco cortar eso. 

- Aiden - llamó captando la atención total del cachorro de lobo - Ven conmigo 

El niño ni siquiera dudó en obedecer su orden, quería que algo se agitara en él al notar la obediencia muda del cachorro, pero no sintió nada, su instinto le decía que era natural y podía sentir inflarse su pecho por el sometimiento, que el niño supiera reconocer el mando otorgado y no cuestionara, después de todo, eso solo indicaba que reconocía su lugar en la manada.

- Los alcanzo en el comedor chicos - se despidió sin dudar poniéndose de inmediato al lado de Reynald que lo empezó a guiar fuera de la torre bajo la mirada de James - Hoy estuvo raro 

- Es una fecha difícil - le contestó sabiendo de qué estaba hablando el pequeño 

- Hum - contestó - No tiene nada que ver con lo que Hermione me dijo ¿no?

- Porque, obviamente, Hermione te puso sobre aviso - rió - Supongo que por eso estás muy tranquilo siguiéndome 

- Eres el mejor amigo de Harrison, no me estarías llamando sin decir una palabra de porqué sí no fuera porque él te dijo que lo hicieras - respondió 

- Niño astuto - felicitó mientras lo despeinaba - Hablaremos cuando sea seguro 

Lo llevó por el castillo hasta la pared vacía del pasillo del séptimo piso con un tapiz de trolls bailando. Miró la cara de curiosidad del niño mientras empezaba a caminar de lado a lado pensando en su destino, el niño solo miraba cada vez más confundido pero sabiamente guardando silencio, hasta que el jadeo de asombro salió de sus labios al notar lo que había pasado.

En la pared vacía empezaba a dibujarse una puerta igual de alta que la pared y tan maciza como la puerta de entrada del castillo. 

- Ven Aiden, hay que alistarnos - dijo estirando la mano - Y ya es hora de que te muestre y explique sobre una de las mayores maravillas de Hogwarts: la Sala de Menesteres, o como los elfos domésticos la llaman la sala que viene y va 

- Merlín - jadeo mirando como Reynald abría la puerta con la otra mano que no lo apuntaba - Hogwarts jamás dejará de sorprenderme

-  A nadie cachorro - dijo sonriendo mientras ponía su mano en el hombro y lo empujaba dentro -  A nadie 

Miró a los lados y cerró la puerta para que ésta desapareciera nuevamente y así nadie notara la habitación aparecida de la nada. 

Pero lamentablemente, Aiden a pesar de ser un lobo aún era un niño y no prestaba completa atención a sus sentidos y los relegaba la mayor parte del tiempo, y Reynald se confió muchos de sus ojos y no tenía la ayuda de la magia de Hogwarts para sentir las advertencias del castillo, y no pensó en usar el hechizo de revelación. 

Enemigos de los Herederos ¡Temed!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora