Capítulo 53

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Los días habían pasado y Reynald y Harry se estaban impacientando, lo mismo con James y Sirius sí sus juntas exclamando su sed de causar daño físico contra Remus era algo por lo que dar.

Claro que de entre todos, Reynald era el que no sólo quería hacer daño físico a Remus, también a su mejor amigo. Y es que Harrison estuvo ignorando a Sirius completamente y lo miraba ofendido. Al parecer, su amigo no le estaba dejando pasar lo que dijo de su forma animaga encogida.

De todas formas, Reynald no iba a reclamarle nada a Harrison aún porque tenían otras cosas de qué ocuparse en ese momento.

- O te tranquilizas, o empieza a cruciar a todos de una buena vez - gruñó Hermione que estaba leyendo tranquilamente

Los ojos azules de Reynald siguieron la figura nerviosa de su amigo que estaba moviéndose ansioso de lado a lado, él quería mencionar que estaban en la biblioteca y que su actitud podría distraer a todos de su lectura pero le resultaba divertido ver a Hermione a punto de matar a su hermano así que guardó silencio.

- No puedo cruciar a nadie - se quejó - Lo hubiera hecho desde hace rato

- Sucia mentira vil y cruel - acusó Reynald divertido - Has usado la cruciatus en algunas serpientes desde que llegaste

- Pero ellos no me delatarían - indicó - Sus recuerdos fueron tomados, no puedo hacer eso con la mitad del colegio sí quiero que se detengan

- Solo quieren meterse en tus pantalones - dijo Hermione un poco más fuerte de lo que sería necesario para que ellos oyeran - Podrías tomar a cualquiera, pareces algo estresado

El sonido de un libro caído detuvo la respuesta de Harrison, llamando la atención de los tres a los estantes, el hueco entre los libros fue rápidamente inspeccionado por los ojos verdes que se encontraron con unos furiosos ojos grises.

- Lo lamento - llegó la voz de James que ahora se movió del pasillo paralelo a donde estaban ellos - A Sirius se le resbaló un libro

- No necesitas disculparte por mí, James - gruñó Sirius que también se había mudado de lugar con Remus y Peter pisando sus talones - Pero igualmente lo siento

- Al menos puedo estar tranquilo sabiendo que no eres buscador - Río Reynald - El partió está muy cerca, y mis galeones asegurados con Harrison como buscador

- Ya te dije que dejes de apostar - bufo Harrison mientras se sentaba tratando de ignorar la mirada de Sirius

- Claro que no - dijo indignado - ¿Cómo podría? Tus manos siempre consiguen encerrar la bola escurridiza

Supo en ese momento que estaba frito, no es que le importara realmente, Harry nunca haría nada drástico y Sirius podía intentar, pero Harry lo protegería.

- A propósito, se me olvidó decirte - agregó de forma tardía

- ¿Qué? - escupió Harry con los dientes apretados

Hermione era ls única, aparte de él, que estaba divertida con la situación, el resto tenía cara de preocupación perpetua, pero Sirius y Harrison estaban con caras de asesinato y molestia.

- Una chica de Hufflepuff se me acercó - dijo y sintió la mirada de Hermione que cambió a aprensiva - A mí también me invitaron a su fiesta del sábado, ahora podemos ir juntos, ese chico de cabello rubio te invitó ¿no?

Hermione había estado moviendo su mano sobre su cuello en un claro cierra la boca, James parecía que comió un limón y miraba a Harrison que estaba controlando su sonrojo para que no aumentara en su rostro.

Ron sabía lo que su amigo recordaba, Cedric había sido muy insistente cuando se fijó en Harry, y cuando él le mencionó a Sirius, su padrino, que lo habían invitado a una fiesta organizada por los Hufflepuff y el mayor había reaccionado de forma violenta contra "esos chicos hormonados e irrespetuosos" y le había hecho prometer a Harry que no iría jamás a una.

Enemigos de los Herederos ¡Temed!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora