Disparo... Y le doy justo en el muslo, mi madre se tira junto a él en su auxilio y le disparo justo rozandole la oreja, haciendo que quedé aturdida cayendo a su lado.
- ¡No! - grita enfurecido Mijail corriendo hacia mi.
Cuando está a unos pocos metros de distancia lo apuntó a el con la intención de dispararle; él, al notar eso se detiene fulminandome con la mirada.
- Das un pasó más... Y no dudare en dispararte, pero está vez será justo en medio de tus cejas - le advierto siendo cínica - tengo muchas razones por qué las cuales hice; lo que hice... Deberías buscar la verdad de todo esto y estarías de mi lado.
Bajo lentamente el arma y me apartó unos pasos con la intención de retirarme del lugar.
- Jamás dejare que me manipules - ruedo los ojos al escucharlo, le doy la espalda y comienzo a caminar en dirección a la salida - se quién es mi familia y hay no estas tú, ellos ya me contaron verdad, aún con el dolor de todo porque te aman y deberían estar decepcionados de las pésimas hijas que les tocó.
Al escuchar lo último que dijo, me volteó rápidamente en su dirección y le lanzó una cuchilla justo en su hombro izquierdo, cae hacia atrás y comienza a retocerce del dolor.
- Espero que un día te arrepientas y espero que llegues pidiendome perdón de rodillas - mi cara se contrae por la furia que siento... Tengo demasiadas emociones encima.
- Sólo te diré algo, una promesa - comienza a decir, su voz la comienzo a escuchar cansada y en un tono más bajo - te buscare y al encontrarte, te mataré... Por todo lo que nos has echo.
Me volteó y bajo la cabeza, haciendo que unos mechones de cabello cubran un poco mi rostro.
- Te estaré esperando hasta entonces... Y cuando me encuentres, espero que cumplas tú promesa - susurro, pero en un tono que se que me escucho. Al terminar de decir esas últimas palabras me coloco la capucha de mi abrigo y en un pasó rápido retomo mi dirección, al estar unos metros lejos de ellos... Puedo escuchar los gritos enfurecidos de Mijail y los de dolor de dolor de la señora madre.
*
Al llegar a la entrada del cementerio, apenas coloco un pie afuera.
Siento una sustancia caliente, caerme encima.
Hago un sonido de exclamacion cerrando los ojos; me contraigo un poco y tuerzo mi rostro para no gritar.- ¡Lo siento mucho! - escucho la voz de un chico, intenta "ayudarme". Le hago una señal para que se aleje.
- Está bien, está bien - inahalo y exhalo un poco intentando no perder la paciencia.
- Espero que puedas disculparme, sí quieres te limpio la ropa o te compró otra - suplica, cuando ya no siento dolor, abro los ojos y me encuentro con el chico castaño del ascensor.
- ¿Leonardo? - pregunto confundida.
- Hola Kata; espero que puedas disculparme, estaba un poco apresurado... No soporto este frío - sonríe avergonzado.
Suspiro cerrando los ojos, los abro y le sonrio sin mostrar los dientes - Está bien, tranquilo... Ahora lo que puedes hacer es brindarme un café.- Claro, seguro... Vamos - me sede el paso y me guía - Y... ¿Qué haces aquí en el pueblo?, nunca te había visto.
- Vine a visitar a alguien... Cada año vengo está semana, cuando era pequeña vivía era en un internado... ¿Y tú? - le confieso, no tengo ganar de mentir.
- Bueno... Vivo aquí desde pequeño, pero ahora estoy buscando donde quedarme en Moscú por la universidad - llegamos a la cafetería que está justo a unos locales de la tienda de Lena.
- Sí quieres te puedes venir conmigo, vivo ahora en Moscú y tengo una habitación extra - le ofrezco.
Entramos en la cafetería y buscamos unos asientos.
Al encontrar una mesa; como todo un caballero me ayuda a sentarme - Muchas gracias.- ¿En serio? ¡Muchas gracias, claro que me encantaría! - exclama con emoción apenas se sienta.
Asiento sonriendo; después de nos atendieron seguimos conversando.
Debo saber a quién estoy invitando a mi casa... Y siento que el puede terminar con alguna de las chicas...
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La Rosa Negra (Editando)
AcakTodos tienen un pasado oscuro, pero ella, no solo tiene un pasado oscuro, también un presente. Toda una vida escondiéndose entre las sombras de la noche de los demonios que la perturban. Ahora, sin dejar ningún rastro, deja es una rosa negra en la...