Capitulo 13

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El tren se detiene en la estación del pueblo en que había crecido, soy la única que bajo de el... No muchos vienen a este pueblo en está temporada.

Busco un taxi, cuando lo consigo le doy la dirección del hotel que he reservado con antelación.
Cuando se detiene es que noto que ya estoy enfrente al hotel... Creo que mi mente se mantiene ocupada, siento que tengo muchos pensamientos que me están abrumando, le agradezco al señor y me bajo del auto.

Llegó a la recepción y se encuentra un hombre mayor.

- Buenas tardes señorita, ¿Qué se le ofrece? - me pregunta muy amable.

- Buenas tardes Señor... Gólubev - leo la etiqueta con su nombre que se encuentra en su camisa - tengo una reservación a nombre de Ekaterina Komarov.

Asiente y comienza a buscar en la computadora - Ya la encontré, aquí está su llave y espero que disfrute su estadía. Cualquier cosa que desee no dude en llamar aquí en recepción - cordialmente me tiende la llave, la agarro y me despido.

Me dirijo al ascensor y presiono el botón para que baje. Cuando llega salen unas personas, espero a que salgan y entró yo sola al ascensor.

- ¡Espere! - escucho que alguien grita y con mi brazo evito que se cierren las puertas.

Un chico pelicastaño claro, muy lindo a decir verdad entra luciendo exahusto - Mu.chas. Gracias - me agradece tratando de regular su respiración.

- No hay de que - me remuevo un poco y vuelvo a presionar el botón de mi piso.

- ¡Ah! Que bien, estoy en el mismo piso - comenta.

Me limito a no decir nada; sólo lo observó de reojo, frunzo un poco la boca y sonrio sin mostrar los dientes.

- ¿Cómo te llamas? - Pregunta de repente.

Lo observó un poco - Ekaterina - un poco incómoda apartó la mirada y la dirijo al piso.

- Mucho gusto Ekaterina, me llamó Leonardo Dos Santos - se presenta y me tiende la mano, después de unos segundos es que estrecho su mano y la suelto... Por algo notaba su acento es obvio que no es de aquí, creo que es español y mucho más por su nombre - te vuelvo agradecer por parar el ascensor, no todos lo hacen y sólo dejan que se cierren las puertas.

- El... Gusto es mío y ya te dije que no hay de que... - sonrio sin mostrar lo dientes.

Las puertas se abren y sale rápidamente despidiendose.
Tomo el camino contrario a el y voy a la puerta de mi habitación.

Cuando diviso la puerta con el número 24, me dirijo a ella y la abro.
Cuando entró, antes de cerrar la puerta agarro el cartel que dice "no molestar" y la coloco afuera de la puerta.
No quiero que me molesten, sólo quiero descansar, tiro mi pequeño equipaje a un lado, me quitó mi chaqueta y mis zapatos y me lanzó a la cama... Sólo quiero dormir hasta mañana...

***

Me levanto a las 8 en punto de la mañana, pido el desayuno y mientras lo traen decido darme una ducha rápida...

Cuando salgo tocan la puerta - servicio a la habitación, su desayuno - avisan.

- Un momento - exclamo y me coloco una bata de baño.

Abro la puerta y dejó que pase el carrito donde está la comida, le agradezco y le doy una propina.
Cuando sale, cierro la puerta y agarro la bandeja y la coloco en la cama.

Después de comer pongo la bandeja en su lugar y comienzo a vestirme.

Opto por unos leggins que sirven para el frío, unas botas de tacón hasta arriba de la rodilla, un suéter y una chaqueta que me llega a la cadera

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Opto por unos leggins que sirven para el frío, unas botas de tacón hasta arriba de la rodilla, un suéter y una chaqueta que me llega a la cadera... Todo de color negro.

Me maquillo un poco tratando de no exagerar mucho... Sólo para tapar las ojeras que tengo, siento que no he dormido nada.
Suelto un suspiro y salgo de la habitación, me despido del recepcionista y salgo directo a la floristeria que voy a cada año.

Cuando llego se encuentra la señora Lena regando unas flores.

- Buenos días señora Lena - le saludo un poco apenada cuando llegó a su lado.

- ¡Hija! - exclama apenas me oye y me abraza casi asfixiandome pero la abrazo devuelta, está señora ha sido una madre para mi, aunque por su edad puede ser mi abuela, pero ella se mantiene y se ve un poco más joven.

- Yo también la he extrañado - confieso cuando me separó de ella.

- Yo mucho más hija, estaba esperando tú llegada, ya prepare las flores - susurra un poco lo último, su cara expresa nostalgia, sus ojos de color miel comienzan a brillar, no quiero que lloré... Los ojos se me nublan un poco y asiento

- Muchas gracias - musito.

- No hay de que, para mi has sido una hija, pero deberías venirme a visitar - me reclama un poco divertida.

Pongo los ojos en blancos y río un poco - tal vez deberías también visitarme, este año ha sido un poco duro en el trabajo pero el duro trabajo ha tenido sus frutos y ahora soy... Por decirlo así, la segunda al mando - indago un poco, nunca quisiera que se enteré de mi trabajo... No quiero su desprecio.

- Muy bien mi niña, estoy muy orgullosa de ti... Has salido adelante sobre todo lo que has vivido, eres una mujer fuerte - coloca su mano en mi mejilla derecha y cierro los ojos disfrutando un poco de su tacto que me trae un poco de paz.

- Lo se... Pero admito que no lo hago tanto por mi, quisiera que Nina este orgullosa de mi... De que he podido salir adelante - titubeo un poco.

- Claro que está orgullosa de ti, ella sólo quería volver a ser un ángel allá en el cielo y ahora es tú ángel guardián... Siempre estará a tú lado - declara sonriendo - pero ahora es mejor que te vayas y cuando regreses te estaré esperando con un chocolate caliente y malvaviscos.

Asiento y tomo las flores que ya me tiene preparadas, son diez rosas blancas y en medio de ellas hay una rosa negra.

Me despido y comienzo mi camino al cementerio...

La Rosa Negra (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora