Capitulo 42

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La maldita noche está helada y yo con un vestido, que aunque sea con manga larga, no me protege nada del frío que llegó con la noche.

Ya todas estamos listas y para mejor, Viktor estuvo recriminándome desde que me puse mi respectiva máscara que me cubre de la nariz hacia abajo porque no favorece en nada a mi vestido negro que me queda muy sexy.
Por lo que noté, Viktor eligió un color para cada una y aunque Jenny y Ánia tengan casi el mismo color pero siempre con detalles diferentes. Cada una tiene su estilo destacando en todo nuestro esplendor.

- ¿Ya estas lista? - Viktor entra en la habitación interrumpiendo mis pensamientos. He estado viéndome en el espejo desde que estoy lista.

Volteó a observarlo y sonríe un poco, aunque no se noté por la máscara - Sí, ¿ya es hora? - pregunto un poco ansiosa.

Asiente y se acerca a mí tomándome por los hombros - ¿Qué sucede?. Te noto un poco rara.

Suspiro y fijo mi mirada a mi vestido - No lo se... Tengo un presentimiento, pero no se sí es bueno o malo - admito y lo miro a los ojos.

Sonríe y me abraza haciendo que nos vea abrazados en el gran espejo de la pared- No tienes nada de que preocuparte, está noche será fantástica y no es la primera vez que tenemos que estar en estas galas, será igual que las demás. Un poco aburridas sí pero estamos todos juntos para pasarla bien - me besa mi mejillas y comienza a caminar a la puerta - ya llegó nuestro transporte y sólo faltas tu. ¿Me haces el honor? - me tiende su brazo y comienzo a caminar hacia el aceptándolo para salir de la habitación.

Al bajar los chicos se encuentran abajo y cada uno de los chicos con sus coches.
Sus caras al ver a sus respectivas parejas es de idiotez pura aunque tengan las máscaras puestas es muy notable. Alex al ver a Ánia se torna de una mezcla impresionada, de injuria y amor... Y ni se diga de Froy al ver a Jenny, su cara es la misma idiotez en persona.

 Y ni se diga de Froy al ver a Jenny, su cara es la misma idiotez en persona

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- Por favor permítanme su mano para confirmar sus huellas - nos pide uno de los guardias de seguridad con un especie de Ipad.

La increíble mansión se nota a leguas de lo inmensa que es y aquellas luces que sale por las ventanas, y ni hablar de los lujosos autos que llegan con las personas resplandecientes llenos de oro y diamantes encima.

Uno por uno vamos colocando nuestro pulgar donde lo pide la pantalla, al captarla este se coloca de color verde con nuestro sobrenombre permitiéndonos el pasó.
Pero al sólo caminar unos cuántos pasos no encontramos con otro guardia pidiendo las armas.
Me acerco de primera y saco mi pequeña pistola y un cuchillo de mi escuche que está en mi muslo izquierdo. Al darle esas armas otro se acerca y con un detector de metales en la mano, me lo pasa por todo el cuerpo; al no sonar nada me permite ahora sí el pasó al gran salón.

Con un pequeño secreto de que tengo otra pequeña arma en mi busto y un cuchillo en el mismo escuche de mi muslo, pero al no ser de metal sino de un material especial. Nunca suena la alarma.

- ¿Estas lista? - la voz de Viktor suena al llegar a mi lado.

Me volteó hacia el y lo tomo del brazo - Siempre - confirmó y comenzamos a caminar.

Muchas personas se encuentran en este salón, contando deben ser como trescientas personas. Todas fundadas de vestidos y trajes elegantes, además de máscaras o con antifaz que combinan muy bien. Siento que soy la única que no cambio su máscara, pero está es la que siempre me ha representado así que no la cambiare.

- Tienen sus otras armas, ¿verdad? - pregunta en susurro Alex cuando se coloca enfrente nuestro con Ánia agarrada de su brazo. La pareja que viene de blanco.

- Es muy obvio, claro que sí. Sabes que nunca estoy desarmada - le recrimino un poco irritada en el mismo tono.

Las armas no están permitidas, aunque hayan muchos mafiosos y agentes, sólo los guardias pueden tener armas. Una vez hubo un atentado en contra de Nikolay en una de las galas anteriores, por lo que implementó esta regla, pero es muy obvio que hay personas que logran la manera de tener con que defenderse encima.

- Sólo me cercioro - reprende igual de irritado, pero Ánia lo pisa y la fulmina con su mirada - los demás también las tienen, aunque era de suponer que a Froy se le quedó.

Bufo rodando los ojos y Viktor tiene su mano en su frente - Era de suponerse - comenta.

- Pero es buen chico y se nota que está loco por mi hermana... Aunque ella lo niegue, le atrae un poquito - suelta Ánia con un poco de emoción.

- Lo que me sorprende es como alguien se puede fijar en tu hermana - Alex al parecer piensa en voz alta ocasionando que Ánia le de un golpe en el pecho y se hace el adolorido, dramatizando obviamente.

Sin verlo venir, Jenny se le acerca por detrás y le da un tremendo jalón de cabello y es cuando ahora sí se queja del dolor.

- Te escuche - Jenny se coloca a nuestro lado cruzada de brazos y con la mirada puesta en él.

Alex todavía con la mano en su cabeza suelta una pequeña risa - Lo siento querida cuñada, por cierto, ¿dónde está tú querido príncipe azul?... Aunque debería ser al revés - se burla.

- Si no quieres que te deje calvo es mejor que dejes de hacer tus ridículas bromas, y se fue a buscar un arma que deje en él coche, mujer prevenida vale por dos - asiente en como modo de orgullo ya que su máscara cubre todo su rostro.

- Disculpen - nos interrumpe un chico con una bandeja con copas de champán. Significa que ya será la hora del brindis, cada uno toda una copa y nos ponemos con la vista a las enormes escaleras, ya que de ahí bajara Nikolay con el nuevo socio y sus respectivas parejas.

De a poco todos se van colocando en la misma posición y cuando todo está en silencio comienza a sonar una música instrumental de fondo y comienzan a bajar Nikolay con un traje negro y un antifaz sencillo del mismo color y a su lado Alisson con un hermoso vestido verde sin mangas, junto a ellos está Sergey con casi el mismo atuendo que Nikolay y una chica a su lado.

A unos cuantos escalones se detienen y reciben una copa. Nikolay con un cuchillo le da a la copa haciendo el típico ruido cuando se va hacer un brindis y con ello la música se detiene.

- Muy buenas noches...

La Rosa Negra (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora