Capitulo 32

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- Antes se deben colocar algo de protección - interrumpe llegando Anton a la sala.

No se de donde saca unos guantes y nos los entrega. Todos hacen un circulo dejándome adentro de el con Alek, quien tiene una postura muy confiada.

 No digo que no me pueda hacer daño, de hecho, su tipo de técnica es muy fuerte... Pero tengo la confianza en mi misma que puedo ganarle, así como en la misión que tuve que me tope con él.

- Espero no lastimarte - en un tono de burla comenta Alek colocándose los guantes.

Sin responder y dejar de mirarlo directamente a los ojos, con mis dientes termino de abrochar el cierre de mi guante sin dedos color negro.


Noto como su mirada se oscurece un poco y se comienza a acercar para quedarse a un metro de mi. Anton se acerca y se coloca a nuestro lado - Esto será una pelea limpia, sin nada de trampas y hasta que el otro no se rinda no ganará la pelea, no quiero nada de hasta la muerte y yo puedo intervenir en esto si lo decido - dicta "las reglas", Sin despegar nuestros ojos asentimos de acuerdo a ello - ¡comiencen! - pita sonando una corneta. ¿De dónde saca tantas cosas?

Me separo rápidamente quedando a una distancia considerable, comenzamos a dar vueltas... Ninguno quiere dar el primer golpe - Las damas primero, quiero ver que tienes -me alienta, ruedo los ojos y sonrio con malicia, nunca le des oportunidad al enemigo.

Me acerco lentamente a el, cuando estoy suficientemente cerca le lanzo un golpe directo a la cara que obviamente atrapo pero rápidamente con el otro brazo le doy un golpe agarrándolo por el cuello. Como me espero, el también me sujeta sin dejarme mover los brazos, así que decido ir por las piernas.

Doy una vuelta rápida y con mi pierna izquierda la levantado dándole a la suya y con mucha fuerza lo lanzo hacia delante dejándolo en el piso sin aliento.

  - Esa estuvo buena - me alaga. Barre sus piernas haciéndome caer y se coloca encima de mi - ¿Pero ya te rindes? - me pregunta rozando su nariz con la mía.

Escucho los gritos de aliento de las chicas, debo demostrar que las mujeres también podemos con los hombres. Me rió en su cara - Jamas - Hago que rodemos por el piso quedando yo arriba y él abajo pero me levanto y le hago una seña - enséñame lo mejor que tienes.

Se acerca corriendo a mi y me preparo, me lanza un golpe limpio a la cara pero lo esquivo y le agarro el brazo tratando de hacerle un llave, queda de espalda a mi y con el codo me da en la mandíbula. Molesta lo suelto y me toco donde me golpeo - Lo siento - se discula levatando las manos.

Ruedo los ojos - Deja de disculparte y pelea como un hombre, se que no estas donde lo mejor de ti. No soy de cristal, no me voy a romper en pedazos; he soportados muchos golpes, esto no me hará parar - Le escupo ofendida.

Él suspira y corre hacia mi, intentara taclearme por el estomago. Cuando lo intenta hacer, es obvio que me quiere tirar el piso así que me resisto y como puedo lo sujeto y lo tiro a un lado y lo intento inmovilizar.

   Se resiste mucho, me levanto antes de que me intentara agarrar con sus piernas. Muy inteligente.

Los dos nos acercamos al mismo tiempo y me quedo viéndolo. Cuando intenta lanzarme un golpe, salto cayendo atrás de él, con mi pierna le doy en la rodilla y lo golpeo limpiamente en la cabeza y lo sujeto del cuello intentando quitarle oxigeno para que se rinda. Sin pensarlo, él me toma de atrás y me lanza al frente, cuando me intento levantar el se pega a mi espalda, intento hacerle la misma llave que me hizo pero es muy fuerte y se resiste.

Tomo su antebrazo intentado quitarlo, siento como el aire le comienza a faltar a mis pulmones - ¿Te rindes gatita? - me susurra en el oído... Siento como su otro brazo pasa un zona prohibida.

A no, eso si que no. Nadie me toca el trasero y sale sin consecuencia - No debiste hacer eso - siseo furiosa. Con fuerza lo tomo por el brazo y lo lanzo al frente.

Como cayo de espaldas, me siento arriba de el y le agarra un brazo y una pierna para que no intente nada - ¿Te rindes gatito? - le susurro al oído.

enojado se remueve pero lo sujeto mas fuerte haciendo que se queje. Gruñe frustrado y toca el piso tres veces, en señal que se rinde.

Lo suelto sin levantarme de encima de él y levanto los brazos en victoria.

Todas las chicas celebran y al parecer hicieron una apuesta.

Anton se acerca y me ofrece su mano, la tomo y me levanto - Muy buena pelea Kata, lamento y al principio te juzgue pero después me inspiraste confianza - me sonríe sin mostrarme los dientes.

Me encojo de hombros sin tomarle importancia - Tranquilo, todos lo hacen al principio - le giño un ojo.

Escucho un quejido y viene de Alek quien sigue en el suelo pero boca arriba - Buena pelea - me levanta el pulgar y copio su gesto. Me acerco tendiéndole mi mano, el la ve un poco desconfiado pero termina por aceptarla.

- Tu tambien estuviste genial - lo alago.

- Siempre cariño - me giña un ojo, ante aquel gesto bufo y ruedo los ojos. Aplaude llamando la atención de todos haciendo que vuelvan hacer un circulo con Alek, Anton y yo en medio - Espero que hayan disfrutado el show, me deje ganar - lo pellizco muy fuerte - ¡Lo siento!, me gano limpiamente, pero ahora hay que hacer los entrenamientos y esta bella señorita me ayudara, claro, si esta de acuerdo - me mira.

- Claro, no tengo problema... Pero eso si, sufrirán un poco - acepto giñandoles un ojo.

- ¡Formación! - ordena gritando. 

Todos como novatos, siguen la orden... Me puedo divertir un rato con esto y mucho mas, enseñándoles a los chicos a nunca juzgar a una chica.




La Rosa Negra (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora