Ha pasado una semana desde que llegué a Wolverhampton. Esta semana apenas he salido de la habitación, estaba hundida, literalmente. Me sentía como una piedra a la que acaban de echar a un lago sin fondo, cada vez bajando más y más, pero jamás toco el fondo.
En casa siempre hablábamos en inglés porque a mi primo no es que se le diese muy bien el español... Por suerte yo tengo un gran nivel de inglés y no es un problema. Luke me obligaba a salir aunque sea solo al patio y que me diese un poco el aire. Al final siempre conseguía hacerme reír y olvidarme de lo que era mi vida hoy en día.
Entre todos pintamos y ordenamos mi habitación. La pintamos de mis colores favoritos: azul y lila. La cama ahora era una cama grande de matrimonio con un edredón violeta con un montón de cojines sobre él; bajo la ventana que estaba al fondo, me construyeron una especie de banco de madera con cojines de flores donde me sentaba a leer mientras miraba de vez en cuando al exterior; tenía un escritorio con un portátil sobre él y algunas fotos de mis amigas; a cada lado de la cama tenía una mesita de noche con una lámpara y al lado de la mesita tenía una estantería donde puse todos los libros que me mandó Pilar y algunas que otras cosas; enfrente de la cama tenía varias puertas con cristales que eran el ropero y al lado estaba la puerta del cuarto de baño. Todo esto lo diseñó mi tío porque él era arquitecto.
Ahora mismo Luke y yo estábamos pintando frases en las paredes de la habitación. Él escribía una en la que ponía “Sigue tus sueños y que nadie te detenga" y yo una en la que ponía “No es grande aquel que nunca falla, si no el que nunca se da por vencido". Puse unas mariposas rosas en los cristales del armario y quedó muy bonito.
- ¿Y dónde vas a estudiar? - Me preguntó.
- Pues no lo sé - le respondí - tengo que hablar con tu padre de eso.
- ¿Y estudiarías en el mismo instituto que yo?
- No - dije de broma - no quiero que me expulsen por gastar una broma a mi primo.
- Muy graciosa - rió - Pero ¿vendrías?
- Pues claro, siempre que tenga lo que busco...
- Te protegería de los chicos que te miren y todo chico que te pida una cita o salir con él, tendría que ser aprobado por mí.
Metió la pata...
- ¿He dicho algo que no debería decir?
Negué con la cabeza, me senté en la esquina de la cama pero una lágrima se me escapó. Me la limpié lo más rápido que pude pero Luke se dio cuenta.
- Sophie, cuenta. - yo tenía la cabeza agachada y no hablaba - Sophie... cuéntamelo, te sentirás mejor. - insistió.
- El día en que pasó aquello - comencé - te dije que me escapé y fui a una fiesta en la playa - él asintió - pero no me fui de la fiesta, huí de ella... - Luke me miró extrañado - Yo tenía novio, se llamaba Mike y llevaba con él unos 2 años. Realmente lo amaba. En la fiesta me dijo que a la 1 de la noche me esperaría en un lugar para ir a dar una vuelta los dos juntos por la playa. A la hora acordada fui y lo esperé, pero en lugar de verlo esperándome, lo encontré besándose con Sandra la prima de Clara mi mejor amiga... - miré hacia él y estaba mirándome con los ojos abiertos como platos mientras lo insultaba a mas no poder - Pero ¿sabes qué?, me da exactamente igual, él u otro chico. He aprendido que el amor duele, y mucho. Prefiero no enamorarme más. - dije levántandome de la cama.
Dicho esto entró mi tío con una gran caja encima.
- ¿Dónde te dejo esto Sophie? - me preguntó
- Aquí dije señalando la cama. - le dije - ¿Qué ha enviado Pilar esta vez? - le pregunté mientras buscaba unas tijeras para quitar el celo que tenía la caja.
- Creo que dijo que eran álbumes de fotos.
Y así era, eran álbumes de fotos junto a algunos joyeros y algún que otro libro.
- Os dejo para que ordenéis esto. - Se despidió mi tío. - Y Sophie luego hablaremos sobre el instituto. Ve luego a mi despacho. - asentí.
Puse los álbumes en la estantería junto a los libros mientras hablaba con Luke de temas triviales. Estaba metiendo unas cajitas que tenían collares y pulseras en el armario junto el joyero cuando se me caen un par de cajitas.
- Eso te ha pasado por coger mas cajitas de las que podías. - Me regañó.
Si las miradas matasen, él estaba a cinco metros bajo tierra. Recogí tres de las cuatro cajitas que se me habían caído y las guardé. Me puse a buscar el contenido de la cuarta caja hasta que lo encontré. Era un camafeo de plata, pero no un camafeo cualquiera, si no el camafeo que le regaló mi padre a mi madre en San Valentín hace unos años. Dentro de él había una foto de mis padres y de mi. Sin pensarlo dos veces me puse el collar y guardé la caja.
- Voy a bajar a hablar del instituto. - Le dije a Luke.
Bajé las escaleras y fui al despacho de mi tío. Toqué la puerta y entré.
- Hola - saludé a mi tío.
- Hola Sophie, ven siéntate -me dijo señalando a una silla enfrente de él.
El despacho estaba pintado de un amarillo pálido; en el centro había una alfombra redonda beige; y al fondo el escritorio con un ordenador y varias carpetas, a la derecha había una pared con estanterías llenas de libros, carpetas, dibujos, etc, y a la izquierda había una cristalera que daba al patio trasero en el que se podía ver la piscina.
- Bien, dime, ¿qué tienes en mente? - preguntó.
- Pues la verdad es que no he pensado nada... - le dije.
- Pues vamos a buscar en internet.
Buscamos en internet varios institutos que tuviesen lo que yo busco. Encontramos varios, pero yo me decidí por uno que se llama Heath Park High School. Al parecer ese es al que va Luke.
- Bueno pues ya está, irás a ese. - me dijo - Llamaré al director para informarle de que irás a ese instituto y organicen todo.
- Vale.
Volví a la habitación. Allí seguía Luke pintando. Le dije que iba a ir a su instituto y me empezó a hablar sobre él. Me dijo que estaba en el equipo de fútbol americano y que le haría mucha ilusión que fuese a algún partido y lo animase.
- Sophie - me llamó mi tío.
- ¿Si?
- Mañana podrás empezar las clases, te darán los libros y te darán una taquilla. Pero antes de todo tienes que ir a la conserjería a pedir tu horario.
Yo asentí y se fue.
Ya era de noche. Luke y yo bajamos y cenamos. Subí a habitación, me duché, me puse el pijama y me metí en la cama.
“Mañana será mi primer día en mi nuevo instituto, espero que todo vaya bien...” - pensé.