Capítulo 37 - Juguetes

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- ¿Te crees que soy tan tonto como para dejarme ver e imaginar que te llevarías a alguien para descubrirme? - comenzó gritando Josh nada más entré por la puerta de la que supuse que era su casa. - ¿Y sabiendo que estabas en casa de Liam? ¿No has pensado que pudiese sospechar que te lo llevases? - continuó con cierto sarcasmo en su voz.

- Primero, salí corriendo de allí mientras Liam hablaba contigo para que no se diese cuenta - Dije tratando de no empezar a gritar yo también y que los vecinos no llamasen a la policía por el barullo que estábamos formando. - Y segundo, no quería que viniese conmigo, él me siguió. No fue algo que yo quisiera.

- Tratas de cubrir a Payne - dijo soltando una amarga risa en mitad de la frase mientras se pasaba el dedo índice por el labio inferior. - Eres increíble. Es más fácil decirme la verdad, te ahorrarás problemas conmigo - aseguró sentándose en el sofá para dos plazas del salón. Yo simplemente me quedé de pie seria, detrás de un sillón de cuero rojo.

- No te miento, te digo la verdad - dije alzando los hombros. - El que no me creas es cosa tuya.

Se quedó callado durante un tiempo.

Punto para Sophie.

Parecía estar pensando. ¿En qué? No lo sé, pero no me gustaba la forma en que me miraba.

- ¿En qué piensas? - me atreví a preguntar. Relajó su rostro y me miró a los ojos.

- ¿De verdad quieres saberlo? - preguntó apoyando el codo en el brazo del sofá y sujetando su cabeza con la mano.

- No, simplemente era por decir algo - dije sin importancia. Me senté en el sillón que tenía delante de mí y me hundí en él.

- Eres irritante - dijo Josh con un mal gesto.

- Pues deja que me vaya y no me tendrás que soportar - dije con obviedad.

- Entonces perdería mi juguete favorito.

Ignoré por completo el comentario. Pensé en cualquier otra cosa con intención de evadirme. Liam debe de estar enfadado por lo que hice. Me monté en la moto con un completo desconocido y vine a casa de Josh. Liam debe de estar preocupado, y no quiero que lo esté. Estábamos bien antes de que Josh enviase ese mensaje. No había nada mal. En menos de una hora he recibido un mensaje amenazante, he llamado a Josh, me han cogido el teléfono para hablar con la persona que me hace tal chantaje, he huido de casa de Liam y me he montado en la moto de un desconocido. Todo esto solo para complacer a Josh. Lo odiaba. ¿Tenía miedo de él? No. ¿Podía hacerme sentir el miedo en algunas ocasiones? Por supuesto que sí.

- ¿Cuándo voy a salir de aquí? - dije sintiéndome como una presa en una cárcel. No veía el día que saldría de allí.

- No lo sé, según te comportes o vea como me tratas. - dijo sintiéndose superior. - ¿Por qué? ¿Tienes miedo? - dijo con una sonrisa

- No - dije secamente.

- Mejor para ti, porque te esperan unas largas e interminables horas conmigo - Dijo levantándose del sofá.

- Dime algo que no sepa - dije tratando de sonar sarcástica.

- Dame tú móvil - Exigió tendiéndome la mano.

- ¿Qué? - dije sorprendida.

- Me has dicho que te diga algo que no sepas y te he dicho algo que no sabías, así que dámelo - dijo sin mostrar una sola pizca de humor en su rostro.

- No.

- Podemos hacerlo por las buenas o por las malas. Tú decides.

- No me fío de ti.

Una Nueva Vida |Pausada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora