Un nuevo día comienza. Me desperté con una sonrisa en la cara. Todavía tenía en la mente a Liam enseñándome a tocar el piano y los dos balanceándonos en el columpio mientras comíamos esas deliciosas galletas que horneó Karen. Bajé a desayunar junto a Luke. Mi tía hoy había hecho tortitas para desayunar, cosa que yo no solía desayunar. No solía desayunar gran cosa, una tostada, una taza con cereales o una manzana. Alguna que otra vez mi madre hizo tortitas para desayunar y sabían realmente bien.
- ¿Qué tal el trabajo? – preguntó Luke.
- Bien. – le respondí mientras bebía un poco de mi zumo de naranja.
- ¿Seguro?
- Sí
- Me estarás contando todo ¿no?
- Que sí – dije alargando la “i” del Sí por lo pesado que era.
- No – dijo al instante mi tía Sarah. La miré sorprendida.
- ¿Qué es lo que no me has contado? – dijo Luke.
- La pregunta sería ¿qué es lo que no NOS ha contado? – haciendo énfasis en “nos”.
- Os lo he contado todo. – dije riendo – Después del entrenamiento me fui con Liam a su casa para hacer el trabajo y me presentó a su madre, hicimos el trabajo y a las dos horas o así nos tomamos un descanso y Karen nos preparó unas galletas que nos comimos en el jardín en un columpio de mimbre mientras hablábamos. Luego empezó a hacer frío y entramos al salón donde había un piano y nos sentamos allí mientras me enseñaba unas cosas. Luke me llamó y me vine para casa. Ya está, eso es todo – dije explicándoles de nuevo lo que pasó.
- ¿Y el beso que le distes en la mejilla antes de entrar en casa? – dijo Luke mientas se reía. Lo miré sorprendida mientras me sonrojaba.
- Ya sabía yo que faltaba algo. –dijo mi tía riendo.
- Si lo sabías para que me haces esto – dije empujándole un poco mientras reíamos.
- Entonces te gusta Liam – dijo mi tía.
- Fue un beso de despedida, como un hasta luego. – Le dije – Yo nunca he dicho que me guste.
- Claro, de “despedida” – dijo Luke.
- Que cotillas sois – dije riendo – vámonos que es tarde.
(…)
Estaba en clase me Matemáticas con Kate hablando sobre cualquier cosa con tal de pasar la hora ya. Kate cada vez me caía mejor, era mi mejor amiga pero en Inglaterra. Como no, apareció el tema del trabajo. Le expliqué otra vez lo que pasó ayer por la tarde con Liam. Ya era la tercera vez que lo explicaba, por la mañana, de camino al instituto con Luke y ahora. Al parecer Luke le había hablado un poco sobre ayer y que le había dicho en los pasillos las palabras “Liam, Sophie, beso, ayer”. Había veces que quería matar a Luke. Con eso ya se había montado su propia película. La clase se acabó y fuimos a buscar los libros. Nuestra siguiente clase: Español.
- ¿Cómo reaccionó después del beso? – no paraba de preguntarme Kate.
- Ya te he dicho que no lo sé, estaba de espaldas y no lo pude ver. – dije pasando por la puerta del aula.
- Sí, sí… Mira allí está tu Romeo hablando con el resto – dijo apuntando con la cabeza - ¡LIAM! – gritó. Liam miró hacia nosotras y me saludó con una sonrisa y agitando la mano. Me hizo una seña diciendo que fuese.
- Eres de lo que no hay – dije a Kate mientras me alejaba para ir al sitio de Liam.
- Hola – dijo Liam dándome un beso en la mejilla. Eso me sorprendió – Ayer no te di el beso, así que te lo doy ahora – dijo sonriendo. Su sonrisa era preciosa.