¿Como era esto posible? Pensé que esto estaba en España, en el sótano de casa, no aquí en la casa de mis tíos.
- Sophie, ¿estás bien? - Preguntó Liam - Estás pálida.
Hice caso omiso a sus palabras y me acerqué a una de las muchas estanterías que había en la sala. Esta estantería estaba repleta de fotografías. Cogí una en especial y la observé por un tiempo.
- ¿Quiénes son?
- Son... mis padres. Y esa niña pequeña soy yo.
- Tu padre aparece en todas las fotografías que hay aquí junto a ti y a tu madre ¿No debería de estar en tu casa esto?
- Eso mismo pensaba yo, pensé que estaba todo guardado en el sótano para mi seguridad.
- ¿En el sótano por tu seguridad?
Flashback
HACE TRES AÑOS:
Era ya bastante tarde, me había quedado demasiado tiempo en la biblioteca leyendo. No sé como lo hago para que los libros me absorban tan fácilmente. Me dirigía a mi casa, pero me paré a hablar con un compañero de clase. Llevaba unos días enfermo y me preocupé por su salud. Cuando hube terminado volví a emprender mi camino a mi dulce hogar.
- Mamá ya estoy aquí - dije cuando llegué - ¿Dónde estás?
Eran sobre las diez menos cuarto o así, así que supuse que estará leyendo en la salita mientras se tomaba una taza de té. Cuando entré vi que no estaba, y comencé a buscarla en la casa. La encontré en el sillón de la esquina llorando.
- ¿Qué te pasa mamá? - corrí hacia ella asustada. Ella me abrazó muy fuerte, como si me fuese a escapar. - ¿Qué pasa?
- Tu padre... - dijo entre sollozos.
- Papá ¿qué?
- Ha tenido un accidente - esas palabras son las peores que me podrían haber dicho en la vida -. Venía del trabajo cuando un coche chocó de frente con él.
- Es una broma ¿verdad? - No me lo quería creer, pero la mirada de mi madre lo decía todo. Comencé a llorar como si la vida me fuese en ello. - No... no es verdad - dije gritando.
Comencé a gritar y a coger fotos de mi padre y mías y a tirarlas contra el suelo haciendo que el cristal se hiciese pedazos. Mi madre trataba de pararme, hasta que me abrazó y paré.
Sentía que no podía respirar, me faltaba el aire. Tomaba grandes bocanadas de aire, pero sentía que eran insuficiente. Me mareé un poco por la sensación de que no podía respirar y mi madre me llevó a mi habitación a descansar, pero antes me dio una pastilla para que me relajase. Cuando mi madre se fue, caí en un profundo sueño.
Fin del Flashback
- Mi padre murió hace tres años en un accidente de tráfico, cuando mi madre me lo dijo, no lo acepté. Comencé a romper todo lo que veía a mi paso y me dio un ataque de ansiedad.
Liam me miraba perplejo.
- Lo siento... - fue lo único que pudo articular.
Liam agarró la fotografía y yo observé de nuevo la habitación. Libros de mi padre, fotos con mi padre, archivos de mi padre... todo lleno de cosas de él. Mientras miraba, lloraba en silencio. Todo esto me traía demasiados recuerdos...
Mi mirada se centró en una gran sábana tapando algo al fondo de la habitación. Me acerqué a ella y cuando estuve lo suficientemente cerca de ella, tiré de la sábana dejando ver un precioso piano de marfil. Lo miré detenidamente y saqué el banco que estaba debajo del piano. Me senté y Liam se acercó para ver que hacía. Coloqué mis dedos sobre las teclas y dejé que aquella melodía fuese tocada. Aquella melodía era la que mi padre me solía tocar cuando estaba triste, y fue la primera que aprendí. Cada vez que la tocaba mi padre me decía "Tú puedes demostrar que eres feliz, esta canción no lo puede". Y es verdad, esta canción es triste, y una canción triste no puede reflejar felicidad, en cambio un ser humano si que puede reflejar miles de emociones.