No sabía que decir, Harry acababa de confesarme sus sentimientos hacia mí. Algo que no me esperaba para nada. Él es un chico agradable, pero… no sé si lo quiero de la misma forma de la que él me quiere a mí.
- ¿Qué dices? ¿Saldrías conmigo? – preguntó Harry de repente.
- Harry, esto ha sido algo que no me esperaba, - dije sincera – no sé que decir…
- Solo piénsatelo ¿vale?
- Está bien. - dije retrocediendo. – Hasta mañana.
- Hasta mañana Sophie.
Entré en casa y escuché varios saludos provenientes de mi familia, ero no dije nada. Solo continué mi camino hacia mi habitación. Todo esto es demasiado raro, Liam y yo nos besamos cuando yo quiero resistirme pero no puedo, y Harry me besa y me dice que me ama… Necesito aclarar mis pensamientos.
(...)
Mi despertador empieza a hacer ese ruido infernal para levantarme. Tengo un sueño enorme. No he podido dormir, he estado pensando mucho esto, pero por más que pienso, no me aclaro.
Entré en el cuarto de baño parea asearme, pero antes de nada me miro al espejo. El pelo lo tengo muy enredado pero en lo que más me fijo es en las ojeras que tengo bajo los ojos. Me lavo la cara y me desenredo el pelo. También me echo maquillaje para tapar las enormes ojeras que tengo por la falta de sueño.
- Buenos días – dijo mi tía nada más verme entrar.
- Buenos días – dije acercándome a la cafetera para echarme un vaso de café.
- ¿Desde cuando tomas café? – pregunta Luke.
- Nunca tomo café, pero no he podido dormir y me veo dormida en cualquier clase. – dije dándole un sorbo a mi vaso.
- Ayer cuando Luke llegó me dijo que me tenías que decir algo. – dijo mi tía.
- Sí, se me olvidó. Iba a ser en general, cuando estuviésemos todos juntos, pero te lo digo ya. Tengo un trabajo.
- Esa es una buena noticia cariño. – dijo mi tía. - ¿Cuál es el trabajo?
- Pues ayudaré James, el entrenador del equipo a hacer circuitos, a evaluarlos, a mostrarles como se hace… cosas así.
- Me parece un buen trabajo, además de que haces mucho deporte. – Dijo mi tía. – Iros ya o llegaréis tarde.
En las clases estuve en la luna, no estaba en mí. Podías insultarme o hacer cualquier otra cosa, no me iba a dar cuenta. Estaba metida en mis pensamientos dibujando en las últimas páginas de mi cuaderno.
Llegó la hora del almuerzo, Kate estaba a mi lado. Las dos íbamos a llevar nuestros libros a nuestras respectivas taquillas.
-Sophie, te veo distante, ¿qué te pasa? – preguntó Kate.
- Nada, solo que tengo un lío enorme en mi cabeza.
- Entonces ya no es nada.
- ¿Quién soy? – Dijo alguien tapándome los ojos con las manos.
- Mmm… ¿Un chico de pelo rizado con ojos verdes? – dije poniendo mis manos sobre sus manos para apartarlas de mis ojos.
- Puede ser – dijo Harry riendo. - ¿Vamos a la cafetería?
Kate y yo asentimos. Empujamos la puerta de la cafetería para entrar y encontrarnos a muchos alumnos comiendo, cada uno con sus amigos. Encontramos a Luke y a Steeve en la mesa y nos unimos a ellos. Harry se sentó a mi lado y Kate enfrente de mí. Apenas toqué mi almuerzo. Todos hablaban animadamente mientras que yo estaba jugando con un tenedor pasando la comida de un lado para otro. Miré hacia las otras mesas. Me encontré a Liam mirándome con una mirada no muy agradable. Giró su cabeza hacia el resto de sus amigos y yo hice lo mismo.