Hoy era el día que tenía que entregar el trabajo junto a Liam. El sábado por suerte lo terminamos, no es que nos quedase mucho, pero le dimos el último repaso. Me aseé y me vestí para bajar las escaleras, desayunar e irme al instituto junto a Luke.
Estaba en clase de Biología y Geología sentada en el sitio a lado de Liam para la presentación.
- No estés tan nerviosa solo es una presentación. – me dijo Harry.
- No me gusta hablar delante de la gente por un periodo mayor de cinco minutos. – le expliqué.
- No es nada malo.
- No lo soporto.
- Mira ahí viene Liam. – dijo señalándolo con la cabeza. – Me voy. Suerte. – dijo dándome un beso en la mejilla.
- Gracias. – dije haciendo una sonrisa de lado.
- Buenos días Sophie. - dijo Liam.
- Buenos días Liam – dije sonriendo.
- Se te veía muy feliz hablando con Harry.
- Si por feliz te refieres a nerviosa y muerta de miedo, entonces sí, estaba muy feliz. – dije haciendo que se riese. Amaba esa sonrisa y esas risas tan suyas.
- Claro, claro.
La clase comenzó, y faltaba poco para que nos tocase. Cada vez estaba más nerviosa.
- ¿Estás bien? – preguntó preocupado Liam.
- Estoy nerviosa. ¿Y si se me olvida algo?
- Tranquila no pasa nada.
- ¿Pero y si por mi culpa no aprobamos? ¿Y si no conseguimos la nota necesaria?
- Te preocupas demasiado, tranquila, todo está bien. – Dijo mientras me agarraba la mano. Cuando me agarró la mano sentí una corriente eléctrica recorrerme todo el cuerpo. La mejor sensación que he tenido en mucho tiempo.
- Harrison y Payne. – nos llamó la profesora.
Nuestro turno. Las piernas me temblaban, creo que la gente lo podía ver con facilidad. Estábamos delante de toda la clase. Sentía como mis compañeros me comían con la mirada poco a poco. Harry estaba mirándome serio con las manos en su barbilla. Miré a Liam quien me susurró “tranquila”. Sabía que tendría que hablar delante de la clase a presentar mi trabajo tarde o temprano, pues allá vamos.
(…)
- Te dije que todo saldría bien – me dijo Liam cuando acabó la clase acompañándole a la taquilla.
- Sí, pero lo he pasado bastante mal. Me temblaban las piernas.
- Así que era por eso por lo que bailabas. – Miré a Liam con cara de pocos amigos y le empujé. – Es broma. – dijo riéndose.
- Admítelo, bailo muy bien. – dije cerrando mi taquilla y caminando junto a Liam.
- Claro que sí.
- Algún día te enseñaré a bailar tan bien como yo.
- No gracias.
- ¿Por qué? – dije riendo.
- Sé bailar muy bien.
- Demuéstralo.
- Estamos en medio del pasillo.
- No importa. – dije alzando los hombros.
- Estás loca. – dijo riendo.
- Puede ser, quién sabe. – me empecé a reír junto a él.
