Abro los ojos y miro la ventana que tengo al frente. Hoy es sábado entonces no hay trabajo, no hay escuela, y no hay Hans. Con una inmensa alegría me levanto, me doy un baño, me visto y preparo unos deliciosos huevos estrellados con tortilla y jamón abajo.
Desayuno, lavo mis trastes y luego me siento en uno de mis sillones. Podría salir a comprar ropa o simplemente a dar la vuelta...
Alguien interrumpe mis pensamientos cuando toca la puerta. Decido ignorarlo y sigo pensando en qué podría hacer, pero insiste. Con mucha flojera, me levanto y abro. Es Hans.
-¿Qué harás hoy?-, me pregunta.
-Hola y no haré nada. Adiós-, le respondo cerrando la puerta, pero pone el pie, empuja la puerta y entra. Me quedo paralizada. ¿Se siente en su casa o qué?
-Tus muebles se ven mejor estando aquí-, expresa Hans viendo mis muebles.
-Gracias-, digo entre dientes mientras cierro la puerta.
-¿Entonces no harás nada?-, interroga retomando el tema inicial.
-No-, contesto firmemente. No quiero que me acompañe.
-Bien, entonces ¿qué propones que hagamos?-, inquiere mirándome fijamente.
-Nada. Mejor tú ve a tu casa, yo me quedo en la mía y todo estará bien-, le digo.
-Qué antisocial eres-, se queja.
-La verdad, no quiero tu compañía-, expreso cruzándome de brazos.
-¿Por qué?-
-Porque solo me quieres coger-
-Ahorita no...bueno, sí; pero al principio te pregunté qué harías y me dijiste que nada...entonces no necesariamente hablaba de sexo al inicio-
Touché
-Bien...quiero ir por un helado-, anuncio.
-Te acompaño-, dice acercándose a mí y me extiende la mano. Lo ignoro y salgo de mi departamento. Con él detrás, me subo al elevador y antes de poder seleccionar el último piso, Hans presiona el botón para ir al sótano.
-Vamos en mi auto-, aclara.
-¿Y exactamente a dónde?-
-Vamos a la plaza que está en San Mateo...por la Fes Acatlán-, me dice algo dudoso.
Ubico el lugar y aunque no me gusta mucho, no me opongo.
El ambiente se siente tenso...pero es una tensión sexual. Las imágenes de lo que pasó ayer me vienen a la mente y me prenden, pero sacudo la cabeza intentado hacer a un lado esos pensamientos.
-Como que hace calor, ¿no?-,expresa Hans. Supongo que él está en una situación parecida a la mía, pero prefiero no hacer caso.
Las puertas del elevador se abren y ambos salimos al estacionamiento dirigiéndonos al Mazda 3.
El viaje nuevamente lo hacemos en silencio. Miro a mi alrededor y está tranquilo el tránsito a pesar de ser sábado.
Llegando a la plaza, Hans estaciona su coche y nos bajamos. Caminamos en silencio y entramos al lugar. Hay demasiada gente adentro. No está a reventar el lugar, pero si hay gente. Busco la heladería y pido un helado de galleta oreo combinado con helado de chispas. Hans pide uno de limón. Nos los entregan, y Hans se me adelanta pagando ambos helados. Ahora me siento en deuda. Buscamos una banca donde sentarnos y empezamos a comer.
-Eres una persona dulce-, dice de repente.
-¿Por qué lo dices?-
-Tu helado es de dulce-, expresa señalando mi helado.
-Bueno, si juzgamos a la gente por el tipo de helado que come, tú eres ácido-, puntualizo apuntando a su helado de limón.
-No del todo...¿pero entonces acerté? -
-Mmmmm...puede-, me quedo pensativa.
-Entonces no eres dulce-
-Muy poco-
-Vaya...ok, dejemos de lado eso...cuéntame tus pecados-, solicita mientras se acomoda en la banca. Lo medito: apenas nos conocemos y no sé si me juzgue por lo que le cuente. Pues no debería juzgarme porque su trabajo no es santo entonces...lo que hice en el pasado no es tan malo como su trabajo, creo.
-¿Específicamente qué quieres saber?-, le pregunto.
-Las travesuras sexuales que has hecho-, dice casual. Ok...haber qué pasa.
-Pues recuerdo una en una fiesta...-
Flashback
Son las dos y media de la mañana y apenas si logré alejar a Gerardo de mí. En serio detesté que intentara besarme, es decir, está feo. Todavía Saúl, que lo besé por un reto, está guapo; pero Gerardo no. Lo sé, soy una selectiva.
Hablando de Saúl, noto que me mira. Me sonrojo pero intento no verlo. De reojo veo que se levanta y se acerca a mí.
-¿Por qué tan solita?-, me interroga con su voz ronca.
-Pues no sé...alejé a Gerardo-, respondo tímida.
-¿Por?-
-Intentó besarme-, me quejo.
-¿Cómo? No te escuché por la música-, dice acercando su oído a mi boca.
-Que intentó besarme-, le susurro.
-Ah ya. Y no te gustó, ¿verdad?-
-No-
-¿Y el beso que yo te di?-, inquiere haciendo que me sonroje.
-Sí-, le confieso. Creo que es el efecto de la cerveza.
Se acerca a mí y me besa. Le correspondo a su beso y pongo mis brazos sobre sus hombros, mientras que él pone sus manos en mi cintura. Seguimos besándonos y después de no sé cuánto tiempo, baja una de sus manos a mi entrepierna. Se detiene esperando que le de permiso. Asiento con la cabeza y él mete su mano a mis bragas y frota mi parte íntima. Empiezo a gemir. Es increíble porque estoy a mitad de una fiesta y Saúl me está haciendo un manual o handjob (como me dijo un amigo). Así seguimos por un buen rato hasta que mi celular suena...
Fin del flashback
-Lo malo de eso fue que al día siguiente me dolía ahí-, termino de contarle esa experiencia a Hans haciendo énfasis en "ahí".
-Imagino. ¿Qué más? -, pregunta como niño chiquito.
-Pues...nada más-, le digo haciendo memoria
-¿Es en serio?-, interroga con incredulidad.
-En serio-, replico con seguridad.
-Vaya...pues creo que es poco, pero me da gusto que no hayas hecho otra cosa-
-Sí, mira quién habla-, lo acuso alzando una ceja
-Hey-, se queja simulando que está ofendido, -de todos modos, todos tenemos cola que nos pisen...por ejemplo, yo le hice un oral a una chica...y no me gustó-, declara haciendo una mueca que me causa algo de risa.
-¿Qué? Eso es algo increíble de escuchar proviniendo de ti, "príncipe del sexo"-, manifiesto con diversión.
-¿Así me ves?-, cuestiona divertido.
-Algo así-, contesto encogiéndome de hombros.
-Tengo que modificar unas cuantas cosas de tu concepto sobre mí-, determina terminándose su helado. Suelto una pequeña risa mientras continúo comiendo el mío.
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Provocación
Fiksi RemajaSelena lleva una vida tranquila, pero la necesidad de dinero la lleva a meterse en un trabajo con muchos tabúes. Sin embargo, también es muy provocativo. ¿Será capaz de resistir las tentaciones?