Capítulo 30

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-¿Sabes qué dijo Fragoso cuando lo arrestaron? "¿Violación de quiénes? Todas quisieron hacerlo conmigo". Es un maldito hijo de...su mamá-, me informa Bella.

-¿Quién te dijo?-, le pregunto sorprendida y al mismo tiempo molesta. Yo nunca quise hacerlo con él.

-María. Estaban en la oficina cuando se llevaron a Fragoso-, responde Bella con cierta molestia.

-Vaya...¿y no has visto a Hans?-

-Aún no. Ya se tardó en buscarte, ¿no?-, interroga extrañada.

-Sí...-, contesto, y luego alguien toca la puerta de mi departamento.

Me acerco a la mirilla y veo que es Hans.

-Lo invocaste-, le digo a Bella y luego abro la puerta. Hans entra, cierra la puerta y me abraza.

-No sé si sentirme mal por no haber podido ayudarte o si enfurecerme porque no pediste ayuda-, expresa separándome de él. 

-No quería que te lastimara-, le aclaro temerosa. Sólo de pensar en la idea de que Fragoso le hiciera algo, me dan escalofríos.

-¿Y eso qué? Terminó lastimándote a ti-, manifiesta con molestia.

-Era tu vida-, me justifico.

-Era tu dignidad, seguridad y libertad. Para mí, eso vale más. Yo me moría, ¿y qué? Él seguiría hiriéndote y haciendo lo que quisiera contigo. Una persona se muere, quién sabe a dónde se va el alma, y el cuerpo ya no importa porque se vuelve polvo. Pero una persona que vive y que no vive bien, es terrible-, expone enojado.

-¿Cómo puedes decir eso? ¿Crees que me siento a gusto con la idea de que te pudo herir o asesinar?-, le cuestiono con lágrimas en los ojos.

-Selena, me puedes querer como persona, así como yo te quiero; pero no te enfrasques. Si algo me pasaba a mí, te hubiera dolido, pero créeme que la vida sigue y pudiste encontrar a otra persona con quien estar.  A lo que voy es que prefiero tu bienestar aunque eso me cueste la vida-, dice rascándose la cabeza. Aún no entiendo su punto, y creo que lo sabe.

-Mira, yo aún no comprendo bien lo que quiere decir, pero en una parte tiene razón. No era bueno que siguieras estando con Fragoso. No importaba si nos amenazaba o nos hería o lo que fuera. Tú tuviste que ser valiente y decirnos, o decirle a alguien más la situación para que te pudiéramos ayudar-, interviene Bella.

No respondo nada. Tal vez era muy fácil librarme de Fragoso, pero el miedo en el momento fue gigantesco. No supe qué hacer...bueno, sí sabía que tenía que pedir ayuda, pero me daba miedo de que Fragoso se enterara y me hiciera algo.

-Ahora quiero saber qué fue lo que te hizo ese cabrón-, pide Hans en tono furioso.

-No Hans, ¿para qué te digo? ¿Para que quieras matarlo o para que lo odies de por vida? No vale la pena-, respondo.

-Selena, por favor...-, implora Hans.

-Hans, creo que Selena no quiere de algún modo revivir lo que le pasó...al menos no ahora que está muy reciente-, se interpone Bella.

-Bien...supongo que tú tampoco me dirás-, declara Hans ligeramente molesto.

-Yo sí. Y sólo porque...no sé, quiero contarles cómo pasaron las cosas...-, manifiesta Bella dudosa.

-No es necesario si no te sientes a gusto-, le digo a Bella.

-Sí quiero...ese día terminé de grabar y estaba caminando por el pasillo para ir a mi habitación para vestirme...la que está a lado del baño...abrí la puerta y alguien me empujo. Caí de frente mientras escuché que la puerta era cerrada. Enseguida, me tomó de los brazos para levantarme, me recargó encima de la mesa y puso mis brazos atrás. Forcejé para quitármelo de encima pero fue en vano. Me susurró al oído que no gritara o me drogaría. Asustada, le hice caso. Así que él me bajó mi pantalón y mis bragas y me empezó a pegar en mis nalgas...con mucha fuerza...y luego me penetró por el ano...-, se le quiebra la voz, pero increíblemente no llora. Quiero abrazarla, aunque siento que eso no la va a reconfortar. Las lágrimas en mis ojos amenazan con salir...porque así fue como los encontré...a Fragoso penetrando fuertemente a Bella. 

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