Sweet like candy «Duff McKagan» ✔

16 | Carta

Willow.☀

Miro a la persona que tengo delante. Luce unos jeans rotos y una camiseta de Metallica muy a juego con todo su look.

—Sugar... ¿Dónde demonios te metiste?

—Y-yo tuve que irme —Dice con nerviosismo, noto todo su cuerpo temblar— Necesitaba irme, necesitaba pensar —Agrega y veo sus ojos llenos de temor.

Decido llevarla a mis brazos y abrazarla con mucha fuerza.

—Sugar, tranquila. Dime, ¿qué buscabas en mi cuarto? ¿por qué te comportaste de esa manera? —Interrogo.

Ella me mira dudosa.

—No quiero qué me dejes de hablar.

Me quedo rígida, la separo de mi cuerpo.

—¿De qué estás hablando? —Pregunta, asustada.

Silencio.

—Sugar, ¿qué hacías en mi cuarto? —Repito.

De nuevo silencio.

Noto el miedo embrigar mi cuerpo, esto es grave. ¿Qué ocurre? ¿Por qué no dice nada?

—Una de mis mejores amigas encontro una carta en mi cajón, ella quería dártela y yo no quise. Discutimos, e intenté tirar la carta pero ella fue rápida y escalo el árbol que hay al lado de tu habitación. Después fui yo a por ella de nuevo y tus padres me pillaron —Explica.

—¿Qué carta, qué dices? —Pregunto confundida.

Ella toma una respiración profunda y temblorosa.

—Me la dio Sky antes de irse.

Silencio.

Silencio.

Silencio.

No sé cuánto ha pasado, mis manos sudan, y mis puños se aprietan. Mi corazón late a toda velocidad.

—¿Tú hablaste con ella antes de qué se fuera?

Se queda callada.

—¡Tú lo sabías! —Alzo la voz.

—Por favor, Willow —Sus ojos se humeceden, y estoy muy sorprendida porque pocas veces le he visto llorar— Tienes que escucharme, sí hablé con ella la misma noche en la qué se fue. —Confirma.

Sugar🔮

*Flashback*

Me encontraba en la tumbona de mi jardín cómo siempre pintando en mi libreta de dibujo. Mi profesor decía que era buena, pues claro que lo era, siempre fue lo mejor que se me dio hacer.

Apagué mi cigarrillo en el cenicero y cerré los ojos. Debía ser más de medianoche.

Mi sueño fue desvelado cuándo oí unos pasos.

Abrí instantáneamente los ojos, y no podía creer lo qué estaba viendo.

La fabulosa Sky Valentine envidiada por todas las chicas del condado huyendo de su propia infierno.

—¿Escapando de casa? —Pregunté con una sonrisa burlona.

Cuándo me oyó, todo su cuerpo se tenso. Sus ojos azules me miraron con horror, y yo le lancé una mirada llena de malicia.

—Oh dios mío...—La oí murmura y se acerco a mi a pasos apresurados mientras sostenía una maleta y una mochila en su espalda.

—Tranquila, modelo —Le calmé— No diré nada, pero... ¿por qué te vas?