39 | Tregua

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Willow.☀

El sentimiento de pánico era asfixiante e insoportable. Me sentí impotente porque no podía hacer nada al respecto. Bazzi se mantuvo en silencio al igual qué yo.

—Dunov tiene de rehén a McKagan y me dijo qué si no voy contigo en media hora a la mansión, Duff no existiría más.

Paso las manos por la cara con frustración.

—¿Y para qué demonios lo quiere a él? —Exploto y mis ojos se llenaron de lágrimas.

Él se acerca rápidamente a mí y apoya sus manos en mis hombros, sus ojos azules me enfocan.

—Ey, ey. Tranquila, ¿vale? Todo va a estar bien. ¿Confías en mí?

Lágrimas calientes caen por mi mejilla y asiento mientras sorbo la nariz.

—Voy a llamar a la escolta para qué nos cubran. Tú informa a Sugar y Beth, Damon las cuidará, iremos tú y yo. Pero ahora, espera a qué se me ocurra un plan.

☁☁☁☁


Los nervios están matándome. La angustia no quieter ceder, y lo único qué he hecho es morder mis uñas. No ha pasado ni una hora, y siento qué moriré debido a la ansiedad. No puedo confiar en nadie, mi experiencia me lo impide hacer.

—Explotarás si continúas así —Me dice Bazzi con una sonrisa— Relájate.

Muerdo mi labio, y me quedo de pie, cruzada de brazos. ¿Cómo puede actuar tan normal? Ni siquiera está sudando o hiperventilando. Tengo un horrible mal presentimiento, y le ruego al cielo estar equivocada.

—Duff está ultrajado con esa basura —Mascullo— Y mi hermana está con unos escorpiones venenosos.

Parece un castillo, todo es de mármol y brilla cómo el infierno qué hay dinero.

Dos hombres de traje negro nos dejan pasar.

—Es una trampa...—Susurro temblorosa cuándo se hacen paso y voy caminando detrás de Bazzi.

—Claro qué es una trampa.

Trago saliva.

Antes de entrar, Bazzi coge mi cara entre sus manos —Vamos a salir de está. No te preocupes.

Las puertas de la mansión se abren.

Todo silencio.

Mis ojos pican, y mi cuerpo está cagado de miedo.
De repente, oímos unos pasos, Bazzi y yo volteamos a la vez para ver a la imponente figura del ruso bajar por las escaleras con una mueca de suficiencia.

Mi corazón se apretuja en mi pecho lleno de miedo.

Sus ojos de hielo se clavan en mí y su sonrisa engreída se convierte en algo tan terrorífico qué me dan ganas de vomitar.

—McKagan —Exige Bazzi— ¿Dónde está?

—Lo mismo me pregunto yo de Sky. ¿Dónde demonios está mi mujer?

Me paralizo.

—¿Sky no está? —Intervengo y Bazzi me voltea tragando saliva.

Él se relame los labios.

—Eso mismo me pregunto yo, dulce Willow. —Sisea bajando los escalones hasta quedarse cerca de mí, Bazzi se pone entre los dos.

—Qué ni se te ocurra tocarla —Advierte peligrosamente el novio de mi hermana.

Él sonríe ácidamente y mira sobre su hombro.

—Alek, lleva al hijo de puta y a la señorita a qué vean a nuestro invitado especial... —Ordena con una sonrisa llena de sorna.

Sweet like candy «Duff McKagan» ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora