Sweet like candy «Duff McKagan» ✔

09 | Beso

Willow.☀

El amor es mi religión, pero el era mi fe. Algo tan sagrado y tan difícil de reemplazar. Cayendo por él fue como caer de la gracia, todo envuelto en uno. Él era muchos pecados. Habría hecho lo que sea, todo por él.
Y si me lo pides, lo haría de nuevo.
No necesito imaginar, porque se que es verdad; dicen que los chicos buenos van al cielo, pero los chicos malos te traen el cielo.
Es automático, es lo que hacen.
No necesitas darte cuenta del poder que tienen
Hasta que te dejan y los quieres de regreso
Nada en este mundo te prepara para eso.
No soy una pecadora
Él no era el indicado
No tenía idea de que nos convertiríamos.
No hay arrepentimientos.
Solo pensé que era divertido.

La canción que suena en los auriculares provoca un nerviosismo en todo mis sistema.

¡Malditas hormonas!

Dejo la bicicleta aparcada en el garaje de la casa de Beth, y ajusto la correa de mi mochila cuándo llamo al timbre.

Mi prima me sonríe cuándo abre la puerta y le doy dos besos en las mejillas, saludo a cada uno de los presentes de la misma manera. Aunque cuándo llega el momento de Duff me sonrojo cómo loca.

—¡Me encanta tu ropa! —Le digo con un espléndida sonrisa a Coco.

—Gracias, la tuya también es muy linda —Me sonrío de vuelta.

Me acomodo a un lado del sofá y saco algunos libros de mi mochila.

—¿Muchos exámenes? —Pregunta una voz a mi lado.

Hago una pequeña sonrisa —Unos cuántos.

El chico de pelo oscuro sonríe y saca un cigarrillo —¿Quieres?

—Gracias —me agacho para que prenda el cigarrillo y le doy una sonrisa.

—¿Qué carrera estás haciendo?

—Ecología.

—Interesante —Sonríe— Soy Izzy —Agrego.

—Willow.

—¿Quieres un consejo para la Universidad? —Asiento, divertida— Yo soy estudiante de Literatura y aún me queda un año para graduarme, pero si algo sé, es qué aproveches a irte de fiesta todo lo que puedas.

Suelto una risita —Me parece un buen consejo.

—Créeme que lo es.

Unos segundos después hace una pregunta que me toma totalmente por sorpresa.

—Dime, ¿hay algo entre tú y McKagan?

Trago saliva —¿Por qué lo dices?

Él me lanza una sonrisa divertida.

—No te ha dejado de mirar desde que entraste por esa jodida puerta.

Un nerviosismo arrasa todo mi sistema, entonces levanto la vista y tiene razón.

Sus ojos me miran con un brillo desconocido.

Podría lamerlo cómo un caramelo de fresa y luego... ¡Pensamientos pervertidos fuera!

Duff.🌪

Me quedo apoyado en el marco de la puerta y veo cómo Coco ayuda a Steven a lavar algunos platos sucios dónde cominos pizza.

—Tiene el sueño pesado —Argumenta la castaña pasándole un plato sucio a Steven y comenzando a incorporarse para despertarla.

Willow se durmió en una de las sillas de la cocina, con sus brazos sobre la mesa y su cabeza descansando sobre ellos. Probablemente se encuentre adolorida mañana, al estar tanto tiempo en esa posición, así que mejor despertarla. Una Willow con contracturas musculares no creo que sea nada bueno con lo que poder lidiar.