Sweet like candy «Duff McKagan» ✔

38 | Sangre

Willow.☀

Mi cabello rubio caía en cascadas por mi espalda mientras lo lavaba con champú. Continúe bañándome cuándo de pronto noté qué la puerta del baño estaba abriéndose. Mire sobre mi hombro, y grité cuándo vi a Duff empapado de sangre.

—¿Qué estás haciendo aquí? —Exclamo cubriendo mis pechos con mis brazos— ¿Sabes lo qué significa privacidad?

Me ignora, y cierra la puerta detrás de él. Duff no dijo nada, y su silencio sólo me asustaba aún más.

—Estás herido —Susurro mirándolo a través de mis pestañas mojadas.

La piel se me erizo de nuevo. No podía apartar la mirada, él tampoco. Sus ojos quedaron fijos en los míos cómo si sintiera mi hechizada atención.

Levanto una mano, y toco su cuello.

—Estás herido —Repito percibiendo el olor a sangre.

No responde. Cristo, estaba empezando a asustarme. La misma expresión aterradora la vi alguna vez. Su expresión era impasable, pero hacían qué los vellos de mi piel se ericen.

—¿Duff?

Me quedé inmóvil cuándo empezó a quitarse su camiseta blanca revelando pequeñas heridas en su cuerpo. Comenzó a desnudarse , y sentí un nudo en la garganta. Me quedé en silencio viendo cómo se metía conmigo en la ducha.

—No tienes idea de cuánto te necesito, dulce —susurra. Su voz sonaba ronca— Tuve qué matar a dos hombres por ti.

Alzo la vista para mirarle, veo el temor en sus ojos verdes cómo la selva. Se ve seco, frío, triste y puedo ver en su iris qué quiere llorar.
Eso ha cambiado su vida.

—¿Por mí? —Pregunto unos segundos después.

—Edik te quiere.

Entonces llevo mi mano a la boca, dios mío.

—No tengas miedo, por favor. Dulce, no te pasará nada malo, te lo prometo. Te amo —Confiesa y le miré con los ojos cómo platos.

—¿Y Millie? —Murmuro.

—Entre ella y yo nunca hubo nada, además está noche misma regresa a California.

Asentí.

—Tengo miedo —Admito y un sollozo escapa de mi boca.

Él me abraza, las gotas de agua de la ducha caen sobre nosotros parando el momento. Echaba de menos su olor, su cuerpo, todo él...

—Lo siento tanto, dulce.

Trago duro.

—Edik se chocó conmigo hace un par de días —Le cuento y él me mira horrorizado— Por suerte no me dijo nada ya que salió corriendo en un coche —Añado y veo que suspira aliviado.

—Willow, te juro qué nada malo va a pasarte. Encontraremos a Sky, te lo prometo —Susurra en mi oído mientras me abraza con fuerza.

—Pero Duff... tú y yo. ¿Qué?

Sus ojos verdes brillan con emoción, y entonces dice:

—¿Qué demonios quieres oír?, ¿qué estoy loco por ti? Sí, estoy loco por ti, bebé. Cuándo te vi por primera vez, sentí cómo si un relámpago me golpeara. Estuviste en mi mente todo el día, en mi coche, en la Universidad, en mi casa. No podía sacar la imagen de tus ojos de mi cabeza, mucho menos tu sonrisa. Mierda, Willow, no tienes ni idea de cuánto me afectas. Y no seré el mismo si te alejas.

Su admisión me aturde, me deja sin palabras.

—Duff...—Sonreí entre lágrimas— Te quiero muchísimo.

Él sonríe ampliamente mientras ríe con alguna lágrima por su rostro y entonces, me besa con tanta pasión qué me derrito.

—Tengo ganas de qué esto se acabe, tengo mucho planes pensados para el resto de verano —Sonríe— sabes... una de mis fantasías es hacer el amor en la ducha.

☁☁☁☁

Entramos a la cocina riéndonos con bolsas del supermercado de al lado.

—Eres peligrosa, novata —Dice Duff mientras besa mi sien.

Beth tira el tenedor y deja de comer su macarrones con queso.
Luego mira al cielo y junta las manos en puño.

—¡Gracias a todos los cielos qué han vuelto! —Exclama.

—No sé porque estudias química, serías buena actriz. Pedazo de dramática —Le dice
Duff con burla.

Ella ríe desafiante —Y tú para haberte graduado en negocios podrías ser inteligente —Se defendiende.

—No tiene sentido.

—Touché.

De repente llamaron a la puerta, Beth fue a abrir y nos llevamos una sorpresa enorme...

Era Sky.

Beth la abrazo inmediatamente, haciendo soltar una risita a la ojiazul. Sugar, la qué estaba en el sofá leyendo una revista de arte, se sobresalta y también se acerca para saludar a mi hermana.
Suspiro aliviada cuándo me sonríe y le abrazo con mucha fuerza.

—Estaba muy preocupada —Susurro— ¿Qué te ha hecho?

Ella muerde su labio nerviosa.

—Sky —Exigo.

Ella levanta unos mechones de su cabello que escondían parte de su rostro.

Aprieto los dientes.

—¿Ese hijo de puta se atrevio a golpearte? —Pregunta histérica la pelirroja por mí.

—Los agentes de Dunov intentaron matarme a Bazzi y a mí en el callejón afuera de un bar —Le informa Duff.

Mi hermana se derrumba.

—Lo siento, tanto. Yo no quise esto. No quiero poneros en peligro... soy una mierda —Llora.

Y Beth le abraza —Nunca digas eso, tú vales mucho.

—Sí algo os pasa por mi culpa, nunca me lo perdonaría —Sorbe por la nariz— Edik tiene los días contados, vienen a matarle.

☁☁☁☁

Duff se ofreció para llevar a Sky hasta la casa de acogida de niños dónde suele pasar las tardes.
Sugar se había ido de turismo por la ciudad junto Damon y Beth.
Y yo me preparaba un sándwich, mientras Bazzi hacía algunas llamadas en el salón.

—Tessandro, un criminal italiano ya está en Las Vegas —Me avisa sin dejar de mirar su móvil.

—¿De la mafia siliciana?

Asiente.

—Así es —Hace una pausa— Tengo miedo de qué usen a Sky para qué Dunov caiga en la trampa.

—¿A qué te refieres? —Inquiero dándole una mordida a mi merienda.

Suspira.

—Qué la secuestran sin haberme dicho nada —sus ojos me enfocan— ¿Te acuerdas de aquella mujer qué os espio a ti y McKagan? —Recuerda y asiento— Se llama Mikaela, y odia a la mafia rusa.

—¿Qué es? —Río— ¿Una asesina, criminal...?

—Algo peor, créeme. Y haría lo qué sea para lastimar a Dunov, es capaz de matar a Sky para joder al estúpido ruso.

Entonces mi rostro se pone pálido ante la idea.

—¿Duff no está tardando mucho en venir? —Pregunto preocupada.

Él se encoge de hombros.

Su móvil comienza a sonar y atiende una llamada.

Veo cómo la espalda de Bazzi se tensa.
Su cara reprenta una expresión colérica y Bazzi aprieta los puños hasta el punto que sus nudillos se tornan de un color blanco, estampando su móvil contra la pared.

—¿Q-qué ocurre? —Tartamudeo, asustada.

—Tienen a McKagan secuestrado.