Sweet like candy «Duff McKagan» ✔

26 | Magia

Willow.☀

Mi cuerpo desprende una increíble tensión qué no creía posible. Mi piel se eriza. Esa sensación tan inquietante.

El acecho.

Mis ojos buscan desesperadamente a esa persona que está observándonos, pero no veo a nadie. Sin rastros, nada. Ha desaparecido tan rápido cómo lo noté. El cuerpo de Duff también esta tenso.

—¿Qué ocurre?

Jadeo en busca de aire.

—Te juro qué acabo de ver sus ojos azules. Oh dios mío —Me lleva la mano al pecho.

—Sky...—Musita y asiento.

—Te juro qué lo vi.

—No hace falta qué lo jures —Dice serio barriendo con sus ojos todo el lugar, luego se gira para mirarme— Estás temblando.

—Vámonos —Susurro.

—Voy a ir a buscar a Damon, ve con Sugar aún sigue en la barra.

Asiento a lo que dice y antes de desaparecer por la pista besa mis labios.
Camino con cuidado de no empujar a nadie; Sugar me mira extrañada mientras da un sorbo a su copa.

—¿Qué pasa? —Pregunto alarmada.

—Sky está aquí.

Sus ojos se disparan y coge mi mano en cuánto Damon aparece con Duff.

—Creo qué sí ella está aquí es por los negocios de Dunov —Tantea Damon— ¿Queréis iros ya? —Pregunta.

Miré a Duff.

—Nosotros nos iremos —Les informa.

—Esp...—Comienza a hablar Sugar.

—Quédate, sé qué te encanta la fiesta —Reí y ella me lanzo una mirada compasiva y luego sonrío.

Duff entrelazo mi mano con la suya y salimos del lugar. McKagan llamó mientras a un taxi.

Mientras lo hacía revisé mi móvil.
Tenía un mensaje de Beth.

¿Sabes si Damon tiene novia?

Dios mío, ¡sabía qué te ponía!

¿Y qué si es verdad?

Solté una risita pero cuándo fui a responder un hombre chocó conmigo haciendo qué mi móvil impactará contra el suelo.

—Mierda —Musito.

Pero el hombre se agachó y me lo recogió —Lo siento mucho señorita.

Llevaba traje, su acento sí era americano, su voz ronca y profunda. Sus ojos verdes cómo la selva me analizaron unos segundos; me quedé muda.

—¿Estás bien? —Me pregunto.

Sacudí la cabeza y al fin reacciono, era increíblemente atractivo —Sí, sí. Gracias —Dije cogiendo mi móvil de su mano.

—Sí me permite —Dice educadamente para qué le dejé pasar, camina hasta su coche dónde veo a una mujer de espaldas la cuál no veo la cara y abre la puerta de este para dejarla pasar.

—¿Quién era? —Pregunta Duff con las manos en los bolsillos con una mirada confusa.

—No sé... —Balbuceo— Fue extraño.