Sweet like candy «Duff McKagan» ✔

29 | Felicidad

Willow.☀

Tienes que estar bromeando.

Tienes que estar jodidamente bromeando.

Miro incrédula a Percy y sólo puedo pensar. ¿Por qué mis padres me dieron un hermano tan estúpido? Estoy a un chocolate y medio de enloquecer, y eso es bastante poco.
Percy mira al suelo, moviendo su pie de forma ridícula mientras espera mi veredicto, el cuál sería ponerle un cantando a sus pantalones y lanzarle al mar.

—Ósea... —Comienza a Duff hablar mientras estira su brazo y envuelve mi hombro con él mientras se acomoda en el sofá— Tus padres te llamaron porqué se supone que el campamento en es San Diego.

Mi hermano asiente y trago duro —Me preguntaron qué tal me iba en el campamento y les dijes qué Las Vegas era muy bonito, entonces rectifique y dije San Diego. —Hace una pausa— Caleb comenzo a gritarme cómo un loco qué era un zangano en mil idiomas y me pidió qué en dos días vuelva a casa o me vendrá a buscar él y me arrastrará por todo el desierto con una caña de pescar.

Luego cierra los ojos con fuerza por miedo a los gritos qué le podamos decir.

—¡Mira Percy yo si te voy arrastrar por todo el puñetero desierto! —Le digo histérica— ¡Pero antes de cortaré todos los dedos de la mano!

Duff se carcajea y luego mira a mi hermano, el cuál posiblemente se haya echo caca en sus pantalones por la mirada siniestra del ojiverde.

—Esto lo vas arreglar tú —Le señala con el dedo amenazante— Nosotros ya tenemos suficientes problemas encima. ¿Entendido?

Percy asiente y sale corriendo, asustado.

Luego Duff suelta una risotada y yo le sigo la risa.

—Ahora qué estamos más tranquilos, podríamos ir a dar una vuelta —Sugiere.

—De acuerdo, McKagan.

☁☁☁☁

Sostengo la mano de Duff mientras caminamos por las calles de la ciudad. Pasamos por increíbles joyerías, enormes bibliotecas o lugares de diversión. Pero mis ojos caen en un increíble McDonald's.

—Dime qué a ti también te apetece una buena hamburguesa con queso, patatas y luego...—Le corto con una carcajada.

—Sí, yo también necesito comida.

Sonríe satisfecho y besa el dorso de mi mano.

Cuándo ya pedimos todo, nos sentamos en una mesa al aire libre y Duff me mira impasable.

—¿Qué pasa? —Inquiero.

Señala mi comida —¿Cómo tienes la poco consideración de venir al McDonald's y pedirte una ensalada? —Pregunta realmente asombrado, acusándome de haber cometido tal atrocidad.

—Querido Duff...—Sonrío con burla— Soy una Valentine, mi madre es vegatariana y yo estudiante de Ecología. Quizás lo qué comes no es carne de ternera —Señalo— a lo mejor es carne de perro o rata.

—Pues a partir de ahora soy fan —Declara y suelto una risotada.

—Estás loco.

—Ya nos parecemos en algo —Me guiña un ojo y me ruborizo— Aunque los ecologistas más —Ríe.

—Sabes... estamos destruyendo todo —Digo mirando su comida— y aunque seamos conscientes de ello, lo seguimos haciendo porque sabemos qué ya no estaremos vivos cuándo las consecuencias se agraven. No nos importa el futuro de nadie más, no más allá del nuestro, ni siquiera de la personas qué vamos a dejar atrás. De otra forma haríamos algo para cambiar la situación actual. En lugar de prevenir, estamos construyendo una bomba de tiempo para la próxima generación.