Sweet like candy «Duff McKagan» ✔

35 | Cuentos

Willow.☀

Mi primer instinto es huir.

No sé porque, después de estar todas las noches pensando en él, ahora qué lo tengo a unos pasos de mí, quiero huir.

¿Quién me entiende?

Tan sólo un vistazo de sus ojos verdes hace acelerar mi respiración y mi corazón.

—Podemos irnos sí quieres...—Me sugiere mi prima.

Asiento y juntas nos levantamos de nuestros asientos, vamos en dirección de la puerta principal.

Duff sigue allí parado.

—Hola —Saluda.

Yo miro al suelo, intentando no dejarme cautivar por sus ojos.

—Hola, Duff —Le sonríe tensa mi prima haciendo un ademán.

Se aparta para dejarnos pasar, y en un momento nuestros ojos se encuentran entre la tensión qué vuela alrededor de nosotros.
Estoy apunto de abrir la boca pero todo se desvanece cuándo Millie entra por la puerta sonriendo a la vez qué engancha su brazo con el de Duff.

Es cómo si la realidad me golpeará y me hubieran tirado un balde de agua fría por la cabeza.

Muy bien, McKagan. Así se arreglan las cosas.

—Oh, cuánto tiempo Willow —Me sonríe Millie con una falsedad qué llega hasta Japón.

Sus ojos verdes tienen una pizca de agresividad.

¿Por qué están así? ¿Se estará acostando con ella? ¿Cómo se olvidó de mí tan rápido?

Millie Coleman sigue sonriendo siniestramente.

—¿Cómo te ha ido? —Me sigue preguntando y tengo que obligarme a sacudir la cabeza para no golpear su perfecto rostro con mi puño.

—Bien... —Mascullo secamente y Beth se acerca.

—¿Por qué actuas cómo un bebé? ¿Estás incómoda? —Me está provocando.

Respira, Willow. Sé la chica arco iris.

—Vaya Millie —Le sonríe con ironía mi prima—  Deja de mirar así a mi prima, cómo si un hombre valiera tanto la pena. Avergüenzas a la población femenina.

Y dicho eso, cogio mi brazo a la fuerza haciéndonos salir del lugar.

☁☁☁☁

Cuándo era pequeña siempre leía en cuentos, qué era bueno avecinarse a las aventuras.

También lo vi todos estos años en Sugar Munroe.

Mi vecina siempre escapaba y vivía noches locas, viajes maravillosos...
Quizás sí, estoy cambiando, madurando y haciendo cosas qué alguna vez nunca imaginé hacer.

Hoy es diez de julio.

Cuándo recibí la llamada de Sky, mi corazón se paro.

Willow...

Su voz tembló al decir mi nombre.
Al parecer Bazzi estaba desaparecido, y ella se encontraba sola en la mansión de Dunov ya qué ella y el ruso tuvieron una fuerte discusión, en la qué ardió Troya.

No sabía a quién pedirle ayuda, así qué me llamó.
Ella estaba ante el peligro y tenía miedo que otra de las mafia la secuestraran o la mataran para hacer sufrir a Edik.

Tengo qué ir a por ella.

Ni Beth ni yo tenemos dinero para comprarnos otro billete de avión, así qué confiamos en el coche de mi prima.