21 | Fuego

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Willow.☀

—¡Willow sal de baño!

Rodeo los ojos y me envuelvo en una toalla. Hice lo mismo con mi cabello y me dirigí a la puerta.

—Percy, ya estoy —Le digo saliendo por la puerta.

Frunce el ceño.

—¡Aleluya! —Grita. Exagerado ni que hubiera estado siete horas duchándome.

Pero me impide pasar ya que me retiene de mi brazo, aún húmedo por las prisas.

—¿Qué pasa? —Inquiero.

—Papá y mamá se marchan la semana qué viene. Les he regalado entradas para un spa romántico para su aniversario.

Alzo una ceja.

—¿Y por qué has hecho eso? Es raro de ti —Cuestiono.

—También dije qué era un regalo de los dos —Susurra señalándonos a ambos con su dedo índice.

Le miro incrédula.

—Percy... —Me corta.

—Me darás las gracias luego. —Me guiña un ojo.

No entendía nada, ¿para qué demonios quería sacar a nuestros padres, a fin de qué?
Sacudo la cabeza y corro a mi cuarto. Me acabo de secar, depilar y echar crema de granada a todo mi cuerpo. Cojo mi móvil y pongo música. Mientras tanto a la velocidad de la luz, me seco el pelo y luego me visto.

No quería llegar tarde a la fiesta después de la graduación de Duff, gracias.

Pero decidí medianamente formal, tantee con el vestido verde de lentejuelas que Beth me había regalado por mi último cumpleaños. Así qué me puse el pequeño vestido que marcaba mis pequeñas curvas, me puse un suave labial y a mi pelo le hice unas pequeñas ondulaciones. Me aplico perfume y reviso mi aspecto en el espejo.

Wow.

Me veía mucho más mayor.

Ahora esperaría a qué Rickey me viniera a buscar, porque ya se saco el permiso de conducir y estoy muy feliz.

☁☁☁☁


Entro un tanto nerviosa a la gran casa, un montón de universitarios; chicos y chicas graduados ya están bebidos hasta las orejas.
Busco a Duff por todo el lugar pero es imposible hay demasiado gente y la música electrónica muy alta.
Rickey sólo me dejo en la puerta, pues él tampoco es muy amigo del grupo de Duff y estos.

De repente siento una respiración en mi cuello, me estremezco cuándo su boca se posiciona en mi oreja y comienza a susurrar:

—Estás preciosa.

Me volteo suavemente y me encuentro con sus ojos verdes oscurecidos.

—Tú también —Sonrío.

—¿Estoy preciosa? —Cuestiona, enarcando una ceja divertido.

Suelto una carcajada —Estás muy guapo —Reconozco y hace un repaso de mi cuerpo, luego se acerca un poco más para acariciar mi mejilla con delicadeza.

Me encanta su tacto.

Tan sólo de pensar de todo lo que ha pasado entre nosotros, dios mío, Duff ha sido el primer hombre en mi vida y no he salido corriendo.
Poco a poco siento que nos estamos enamorando. Pero Duff no sabe todo lo que siento por él.

Me lleva de la mano a una esquina, y posa sus manos en mi cintura haciendo que envuelva mis brazos alrededor de su cuello, beso con suavidad sus comisuras y él corresponde gustoso.

Sweet like candy «Duff McKagan» ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora