POV AMAIA
Me despido de mi familia antes de volver a subir por esas escaleras que me lleven de nuevo a la Academia. Me cuesta mucho despedirme de ellos, voy a echarlos de menos, más ahora que acabo de verlos, pero también he echado mucho de menos a todos los que están ahí dentro, y la verdad es que estaba deseando verlos.
A la primera que veo es a Aitana, la abrazo con fuerza mientas ambas no dejamos de gritar, estoy muy feliz de verla. Luego llega Nerea y también la abrazo con fuerza, todos son ya importantes para mi, y se que voy a querer tenerlos a todos en mi vida para siempre.
- ¿Y Alfred? -pregunto casi desesperada, solo espero que no se note mucho en mi voz, pero ahora que estoy aquí dentro, en un lugar tan familiar, tan nuestro, noto aun más su ausencia. No les da tiempo a responderme, cuando lo veo aparecer por la cocina. Cuando lo veo no se muy bien definir lo que siento, pero creo que felicidad, es algo que podría resumirlo bastante bien. Salgo corriendo y me lanzo a sus brazos abrazándolo con todas mis fuerzas y con una sonrisa en la cara. Solo hubiera preferido que estuviéramos solos, aunque me daba igual, si para algo me había servido esta salida, era para darme cuenta de lo que me importa y de que voy a dejar de frenarme contra lo que siento, porque como él siempre dice, mejor enseñar el amor que el odio ¿no?
Lo aprieto con fuerza mientras siento como él también me abraza y deja besos en mi cuello, mientras no deja de preguntarme si todo estaba bien. Yo solo asentía con una sonrisa, pero no puedo evitarlo más, me separo de él, le agarro de la cara y dejo un rápido beso en sus labios, un beso tímido pero lleno de promesas.
-Mírala ella enamorada-dice Nerea sacándome una sonrisa nerviosa.
Vamos todos corriendo a la habitación y nos ponemos a gritar a nuestra familia que sigue fuera. Estamos todos felices de llegar, de estar juntos y eso se notaba porque no dejábamos de abrazarnos de mirarnos de sonreír, de saltar, de gritar, estábamos felices de estar juntos de nuevo, no sé como iba a ser esto cuando acabara.
-Van a reñirnos, será mejor que lo dejemos-dice Nerea y a regañadientes todos aceptamos y decidimos salir, pero cuando vamos a salir siento como él tira de mi mano metiéndome de nuevo dentro y me abraza por la cintura con una sonrisa mientras yo me agarro a su cuello.
-Te he echado de menos-dice abrazándome y yo lo aprieto con fuerza.
-Yo también te he echado de menos-le respondo con una sonrisa.
-Entonces... ¿som amics? -dice con una sonrisa sacándome a mi otra.
-Som-digo dándole un beso, esta vez con más ganas, esta vez sin tener que frenarme y eso se nota. Acabamos los dos mirándonos con una sonrisa y aunque lo que nos gustaría seria quedarnos aquí solos, sabíamos que teníamos que estar con todos, aunque quería sacar un rato sin duda para los dos, quería hacerlo porque quería demostrarle todo lo que de verdad le había echado de menos.
Paso el rato con Alfred en el piano, disfrutando cantando y escuchándole a él hacerlo. Cenamos y nos dicen que van a ponernos la gala, decidimos hacerlo todos en pijama así que cuando acabo de cenar, que soy la primera como siempre, salgo corriendo para vestirme, pero me llevo a rastras a Aitana conmigo, necesito hablar con ella, explicarle como me siento.
- ¿Qué pasa? -pregunta preocupada.
-Necesitaba hablar con alguien.
- ¿Ha pasado algo? ¿Te has enfadado con Alfred? -pregunta preocupada y yo niego con la cabeza.
-No, no es eso. Es que...tengo miedo.
- ¿Miedo?
-Bueno si, pensé que me gustaba y eso...bueno eso lo tenía claro, pero también pensé que cuando saliera pues que me daría cuenta que todo era porque estábamos encerrados y todo eso.
-O sea, que pensabas olvidarme a mí también ¿no? -dice bromeando.
-Aitana...-digo quejándome.
- ¿Entonces te has dado cuenta de que es de verdad todo? -dice con una sonrisita.
-Buah...bueno...es que lo he echado mucho de menos, fíjate no he aguantado ni si quiera para darle un beso y un abrazo. Es que...es tan mono. -digo sonriendo como una tonta y veo como Aitana me mira- ¿Qué?
-Sois tan monos los dos, me alegro de que te hayas dado cuenta de que eso que tenéis es real. Yo ya lo sabía, solo tenía que veros como os miráis, sois demasiados monos-dice sacándome una sonrisa.
-Todavía me da vergüenza que nos vean, pero...ya se que a mis padres no le molesta y la verdad...pues me da igual lo que piense la gente, quiero aprovechar el tiempo aquí con él sin comerme la cabeza.
-Esa es mi amiga-dice dándome un abrazo-pues empieza ya, vamos a ver la gala, estoy segura de que estará deseando verla muy pegado a ti-dice con una sonrisa y yo le doy un tortazo cariñoso mientras me pongo el pijama rápidamente para ir al sofá con el resto.
Vemos la gala todos juntos acurrucados en el sofá, aunque no voy a negar que paso mucho tiempo mirándome con Alfred y haciéndonos carantoñas, estaba super feliz y decidida a no pararme por nada, aunque eso no significara que fuera a estar todo el día besándome con él, no era de esas, y no lo necesitaba para demostrarle que yo también estaba en esto.
Llegan el resto y tras contarnos como lo han pasado, decidimos dar la noche por acabada e irnos a dormir, porque estábamos bastante cansados y mañana teníamos que estar a tope para empezar a ensayar la gala 9, teníamos que volverá a empezar a centrarnos en la próxima gala.
Cuando voy a meterme en la cama tras lavarme los dientes e ir al baño, encuentro a Alfred ya tumbado en su cama, pero con las gafas puestas y viendo su móvil. Me acerco sentándome en su cama mirando que es eso tan interesante que esta viendo. Cuando me siente gira el móvil para dejarme ver una foto que acaba de subir, una de los dos deseando feliz navidad a todos. Es una foto que nos hizo Ricky hace mucho tiempo ya, una foto en la que ambos salíamos en la ventana mirándonos, y ahora viéndolo desde fuera, entiendo a lo que se refería Aitana, hablamos con la mirada, nos queremos a través de la mirada y es algo que nunca antes había sentido con nadie y eso me saca una sonrisa haciendo que me acerque para darle un beso.
Le quito el móvil y las gafas dejándolas en un rincón, apago la luz de la cama de Alfred y me tumbo en su cama, él enseguida hace lo mismo. Cuando estamos los dos tumbados, me acerco a él besando su cuello haciendo que ronroneé sacándome una sonrisa. Tiro de su pelo, aunque se que no le gusta que le despeine, y lo beso con ganas, por todas estas horas que hemos perdido, que hemos estado separados. Lo siento suspirar mientras él también me besa de vuelta, mientras acaricia mi espalda por debajo de la camiseta consiguiendo que la piel se me erice.
Pasa sus manos por mi cuerpo haciéndome cosquillas, haciendo que no pueda evitar reírme y retorcerme, se coloca sobre mi y le miro con una sonrisa mientras acaricio su cara y lo veo cerrar los ojos antes mi contacto, se le ve tan bien y tan feliz, que solo por eso ya estoy yo también feliz.
Me besa de nuevo, dejando pequeños besos por toda mi cara y en mis labios, un beso que me deja con ganas de más, pero la verdad es que estaba cansada muy cansada, y él enseguida lo nota.
-Dormir...-dice poniendo morritos y yo le acaricio con una sonrisa mientras se quita de encima de mi colocándose a mi lado y abrazándome-buenas noches-me susurra mientras me aprieto a su cuerpo, y aunque tengo calor, me da igual, lo he echado tanto de menos que ahora no me separan de él ni con agua caliente.
Continuará...
Pues hasta aquí hemos llegado por hoy, mañana más, y se acerca el momento clave de la historia, espero que os siga gustando, muchas gracias por leer.
Twitter: tamyalways
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Bajo las estrellas
RomantikEs una historia Almaia. La historia empieza justo después de la gala 3, desarrollará su historia desde los inicios. Pero, ¿Que pasaría si uno de ellos saliera nominado? ¿Y si lo expulsarán? :)