36. Los primeros voleteos

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POV AMAIA

Ya estamos a domingo, al final ha pasado la semana más rápido de lo que pensaba, creo que se debe a que el primer día se paso tan lento como el resto de los días. Cuando recuerdo el martes siento todo el peso que sentí en ese momento. Pero estoy mejor, he tomado conciencia de lo que voy a perderme si no lo doy todo y sé que para eso tengo que dejar de estar mal, tengo que levantar el ánimo para poder luchar hasta el final.

Reconozco que sobre todo por las noches, cuando ya no hay nada más que hacer, me cuesta mucho no notar su ausencia, y eso que no me han dejado dormir sola ni un solo día desde que se fue. Pero no es lo mismo, echo de menos su olor, su cuerpo cálido sobre el mío, sus abrazos, dios mío como echo de menos sus abrazos.

He llegado la primera tras el ensayo en plato, nunca me gustaba quedarme de los últimos, pero estar aquí sola, sin nadie hace que me acuerde más de él, es más no pierdo la esperanza de que vuelva a entrar por esa puerta. Me cabreo conmigo misma por estar de nuevo así. Me meto en el baño y tras llorar durante unos minutos intentando prometerme a mi misma que voy a estar bien, que voy a dejar eso por hoy, que tengo que estar positiva, que tengo que sonreír porque eso es lo que le prometí.

Decido ir a darme una ducha mientras llegan el resto, o al menos alguno porque no me apetecía nada cenar sola. Voy hacia la habitación para coger el pijama, y allí sobre la que fue su cama sigue su sudadera, esa que no había conseguido ponerme aun, pero hoy al verla ahí, no lloro ni me pongo triste, si no una sonrisa aparece en mi cara al recordarlo con ella puesta, tantos momentos, tantos y tan buenos.

La agarro con mis manos y la acerco a mi cara llenándome de su olor, y antes de darme cuenta, la agarro junto al pijama y me la llevo hacia las duchas, estaba preparada, estaba lista para poder ponérmela, para llevarlo conmigo.

Cuando salgo de la ducha ya esta Ana en la cocina y veo como se acerca dándome un abrazo, se le ve feliz y eso me hace sonreír.

- ¿Y esa sudadera? -pregunta mirándome- ¿Tienes frio?

-Bueno un poco...es de Alfred.

-Am vale. ¿Todo bien? -pregunta preocupándose de mí y yo asiento con una sonrisa. -Me alegro mucho-dice dándome un abrazo de nuevo.

-Estoy nerviosa por mañana, es la única canción en la que me esta pasando y no sé por qué.

-Bueno te metes mucho en la canción, siempre lo haces y el mensaje es complicado.

-Si, pero siento que no llego a meterme del todo.

-Estoy segura de que mañana lo harás y será increíble como todo lo que haces.

-Gracias Ana, tú también lo harás genial-digo sacándole una sonrisa.

-Puf esta casa cada vez esta más vacía, todo se hace más complicado.

-Si, a mí también me pasa lo mismo, pensé que nunca diría esto, pero es verdad que ya empieza a costar un poco, desde la semana pasada el cansancio se esta notando y...la falta de los que ya no están.

-Si, pero queda poco, menos de un mes y estaremos fuera.

-Si, y luego querremos volver aquí-digo haciéndonos reír a las dos. -Esto es algo que no vamos a volver a vivir nunca, y aunque a veces este echa una mierda...ese pensamiento me hace volver a la realidad.

-Si, estoy no vamos a vivirlo nunca, es una oportunidad increíble.

-Si lo es. Y ellos están bien y pronto volveremos a vernos...y todo eso-digo con una sonrisa triste y Ana se levanta para darme un beso.

Bajo las estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora