13-El Beso

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DOS SEMANAS DESPÚES

POV ALFRED

Estamos cada vez mejor y cada vez también me siento mejor aquí y con las canciones que me tocan, quizás por eso este tan feliz, aunque mucha culpa la tiene ella, porque, aunque crea que no me ayuda cuando estoy mal, ella es la que me da fuerza para tirar hacia delante.

Nos quedamos solos después del repaso de gala, escuchando el disco, estoy tan eufóricos, sin que fuera una gran ocasión, pero estaba feliz. Disfruto con cada canción, dándolo todo y veo como ella me mira con una sonrisa, con esa sonrisa que me dice todo, no necesito más, no ahora me doy cuenta, con esa sonrisa me dice todo lo que necesito saber para que esto vaya así de bien.

Me acerco a ella, como mil veces he hecho, haciendo el amago de besarla, y como siempre espero una cobra de su parte, pero cuando siento sus labios sobre los míos, de forma rápida, casi sin contacto, pero un beso, un beso fuera de esa habitación, la cara de sorpresa por parte de los dos es increíble, y muchos más después de que me haya echo ya dos cobras en los chat, que si, por segundos me había molestado, pero al final había terminado entendiendo y tampoco me había sorprendido. Pero esto, esto si lo había echo.

Me separo con una sonrisa y sigo bailando como si no hubiera pasado nada, pero no dejo de mirarla para ver si se arrepiente o no, solo puedo seguir viendo en su cara esa sonrisa suya y eso me relaja mucho.

Cuando acaba la canción veo como se levanta para salir y yo apago corriendo el reproductor y la sigo abrazándole por la espalda mientras dejo uno y otro beso en su cara sacándole una sonrisa.

Sin decir nada, ambos nos dirigimos hacia la habitación, donde estoy casi seguro que me va a decir que se arrepiente y todo eso, y yo como siempre tendré que aceptarlo y entender que no va a pasar de nuevo fuera de esta habitación. Pero lo que hace cuando entramos es abrazarse a mi y yo le devuelvo el abrazo.

- ¿Te arrepientes? -es lo primero que le pregunto y me mira con una sonrisa en la cara mientras se muerde el labio.

-No...aunque me sigue dando mucha vergüenza-dice sacándome una sonrisa.

- ¿Eso significa que puedo volver a intentarlo sin llevarme una cobra? -digo con una sonrisa.

-Eso significa que te controles si no quieres llevarte alguna-dice con una sonrisa-aunque si...me apetece no voy a negarme a hacerlo-dice sorprendiéndome.

- ¿Y este cambio?

-Bueno... ¿Por qué ocultarlo? Además, ya todo el mundo lo sabe-dice refiriéndose a la firma que tuvimos el otro día, en el que nos entregaron cosas para los dos y todo el mundo gritaba Almaia, algo que nos hizo gracia y que parece que le ha hecho abrir los ojos de que no podíamos ocultar algo que se veía a kilómetros.

-Cuquita-digo agarrándole de los mofletes hasta que me empuja poniendo su cara de odio, esa que le dura dos segundos antes de volver a sonreírme y lanzarse de nuevo a mis brazos.

-T'estimo molt-dice sonriéndome y siento un nudo en el estomago y como mil maripositas saltan en él haciendo que con una sonrisa aparezca en mi cara.

-Yo sí que t'estimo-le digo de vuelta mientras le agarro de la cintura levantándola del suelo mientras damos mil vueltas sin dejar de reírnos.

Van pasando los días y sus palabras se hacen real, después de ese beso viene uno y otra más, y otro. Estamos cada vez más relajados con todo lo que se refería a nuestra relación, se notaba que había dejado de verdad de pensar en las cámaras, y aunque alguna cobra más me había llevado, sentía que cada vez se sentía más liberada y eso me gustaba.

- ¿Adónde vas? -me pregunta mientras con la mano me pide que me acerque y salgo casi corriendo colocándome detrás del sofá agarrándole de la cabeza para poder dejar uno y otro y otro beso en su cara.

-Voy al piano.

-Oh...-dice poniendo morritos.

-Voy a cantar una canción.

- ¿Tuya?

-Si.

- ¿Puedo ir...? -dice con una sonrisa y yo asiento viendo como feliz se levanta corriendo para venir conmigo, y yo muy feliz de que quiera estar más tiempo conmigo.

Veo como se sienta en el taburete mientras yo canto, una tras otra mis canciones, mientras ella aplaude con una sonrisa, es solo un espectador, pero sin duda estoy mucho más nervioso que en cualquiera gala, son mis canciones, de las cuales ella es protagonista de muchas y además...la admito tanto profesionalmente que necesito tener su aprobación.

-Son increíble Alfred.

- ¿De verdad?

-Claro-dice con su sonrisita y me levanto para abrazarla. -me gusta mucho.

-Tu si que me gustas a mi-digo haciendo que se sonroje. -Ven-digo agarrándole de la mano para que siente a mi lado al piano y con solo una mirada le hago entender que es lo que quiero, ella se ríe y suspira, pero termina tocando a mi lado nuestra canción, y eso hace que vuelva a sentirme como aquel día, aquel día en que me enamoré de ella.

Cuando acaba la canción ella sonríe como siempre lo hace y yo me arriesgo llevándome otra cobra, pero me da igual, cantar con ella vale mil veces más que un beso más. Me mira con una sonrisita y se levanta, yo le sigo de cerca mientras caminamos por toda la casa camino hacia la cocina donde ya algunos están cenando.

-Ven, ven-dice Amaia con su mano llamándome.

-Pero la cena...

-Ven...-dice insistiendo y yo le sigo agarrándole de la mano.

- ¿Qué? -digo acercándome a ella mientras ella sonríe, y dios tengo otra vez ganas de besarla, pero ella niega con la cabeza mientras se muerde el labio.

-Ven, ven...-dice nuevo abriendo la puerta de la ducha mientras yo la miro con una sonrisa. Miro a todos los lados antes de seguirla al interior. En cuanto lo hacemos me lanzo a abrazarla y ella empieza a reírse como una loca, como me gustaba oírla reír.

Nos besamos con ganas, con muchas ganas. Sus labios atrapan los míos mientras los míos atrapan los suyos, con mucho deseo, pero también con mucho amor, con pasión, pero con esa ternura que tanto nos representa.

Siento sus manos en mi pelo tirándole con fuerza mientras yo me agarro a su cintura perdiéndome en sus labios, hasta que bajo un poco más mis manos colocándolas en su culo, su perfecto culo haciendo que se separe.

-Alfred-dice quejándose.

- ¿Qué? -digo poniendo cara de no haber hecho nada, pero con una sonrisa pícara en la cara-Yo no he empezado-digo besando su cuello mientras vuelvo a apretarla contra mi cuerpo, desesperado por algo más, desesperado por no poder estar a solas de una vez por todas. Y entonces, la puerta se abre haciendo que nos separemos de golpe.

-Lo siento chicos-dice Aitana entrando-solo venia a por una cosa, ya os dejo-dice con una sonrisa intentando no míranos mientras yo miro a Amaia que me mira totalmente avergonzada.

Soy yo, quien sale primero intentando hacer como que no ha pasado nada, pero cuando me miro en el espejo, veo mi pelo todo despeinado y una sonrisa aparece en mi cara con solo acordarme. Un segundo después aparece Amaia con una sonrisa y mordiéndose el labio, sin duda ella también está acordándose de lo que acaba de pasar, y yo solo puedo maldecir, por no poder estar solos, aunque sea un ratito más.

CONTINUARÁ...

Bueno pues recuerdo del primer beso y momento de la ducha que me reí un montón. Espero que os siga gustando, mil gracias por los me gusta, y se acerca la Navidad, que para mi fue un momento clave en su relación. Gracias a todos y nos vemos mañana XXOO

Twitter: tamyalways

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