La vida del antisocial no es fácil

¿Podéis dejar de emborracharos todos?

Estaba junto a Kevin dirigiéndonos hacia Joe, quien se encontraba rodeado de chicas cuando Kevin se desvaneció.

En ese momento la pista de baile todavía se encontraba llena de gente, por lo que la única persona a la que le podía pedir ayuda era a Joe, aunque este se veía algo ido.

Me iba a acercar hacia él cuando alguien se interpuso en mi camino.

-Hey, por lo que se ve ya ni te acuerdas de tus mejores amigos- Dijo Austin afligido.

-Perdón por haberme olvidado de ti, pero en este momento tengo un problema y necesito tu ayuda- Dije señalando hacia Kevin, quien se encontraba tirado en el suelo.

-Te ayudo, no hay tiempo para preguntas, ya me contarás más tarde- Dijo Austin a la vez que se dirigía hacia el cuerpo inerte de Kevin.

Conseguimos cargar a Kevin, con facilidad gracias a la gran fuerza de Austin, menos mal que me ayudaba, porque si hubiese tenido que cargarlo yo con mi cuerpo de fideo no hubiésemos llegado a ninguna parte.

Nos abrimos paso entre la gente, la cual nos miraba con curiosidad, al parecer no les es normal ver a dos chicos cargando con el cuerpo de un tercero inerte.

Llegamos a las escaleras y nos dirigimos a la planta media para después llegar a mi cuarto y depositar a Kevin sobre la cama.

-¿Has comprobado si respira bien?- Dijo Austin preocupado.

-La verdad es que no, pero creo que tan sólo está borracho- Dije mirando a Kevin, quien parecía bastante tranquilo.

-De todas formas es mejor prevenir que lamentar, menos mal que hice ese curso de primeros auxilios- Dijo Austin acercándose al cuerpo y acercando su dedo a la nariz de Kevin para comprobar su respiración.

-¿Cómo va?- Pregunté nervioso.

-Su respiración está bien, y al parecer su pulso también es correcto. Por lo que sí, solo está borracho- Dijo Austin a lo que yo respondí con un suspiro de alivio.

-De todas formas me voy a quedar con él y a llamar a sus padres, tú puedes volver a la fiesta si quieres- Dije ya más tranquilo.

-No es por querer dejarte solo, pero he dejado a mis hermanas solas y me preocupa lo que puedan hacer, vuelvo cuando las haya visto- Dijo Austin saliendo por la puerta.

Tras pasar 10 minutos que se me hicieron interminables, decidí encender la televisión, pero justo en ese momento aparecieron Austin y Aiden.

-Ya he visto a mis hermanas, pero justo cuando iba a subir Aiden dijo que me acompañaba- Dijo Austin.

-La verdad es que estaba aburrido. No conozco a nadie y tampoco tenía ganas de empezar a presentarme- Se excusó Aiden.

-Bueno, ¿cómo avanza el paciente?- Preguntó Austin.

-Sigue durmiendo como un tronco- Reí, aunque en verdad seguía algo preocupado.

-Seguramente no despierte hasta mañana, y cuando lo haga tendrá una resaca bastante fuerte- Dijo Austin sentándose en el sofá de al lado de la cama.

-Y, ¿qué hacemos mientras?- Dijo Aiden, quien es incansable.

-Iba a poner la televisión justo cuando aparecisteis, así que ¿os apetece ver una película?- Dije lo primero que se me ocurrió.