Empezamos con los preparativos

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Narra Axel

Salí de casa de mi primo Alex acompañado por Tom.

No me podía creer que ya fuera viernes y hoy saliese Adam para pasar el fin de semana. Adam nunca me ha querido contar por qué fue ingresado en el internado, y yo tampoco he querido meterme, esperaré a que él quiera contármelo.

-Alex, no es por querer destrozar tu momento de inspiración, pero ya hemos llegado- Dijo Tom mientras aparcaba el coche.

-Gracias por traerme, ¿me acompañas o esperas?- Dije bajándome.

-Te espero, tampoco vas a tardar mucho- Dijo Tom mientras se ponía sus audífonos.

Me alejé del aparcamiento y entré a la recepción del internado. Había venido ya varias veces, por lo que ya reconocía algunas caras, como la de Sophie, que es la recepcionista.

-Hola Axel, ¿vienes a recoger a Adam?- Preguntó Sophie sin apartar la mirada de su ordenador.

-Sí, ¿puedes avisarlo?- Dije yo mientras me sentaba en la silla que se encontraba enfrente suya.

-Claro, espera un momento; Adam Murphy, acuda a recepción con sus maletas- Dijo Sophie haciendo que esto último se escuchase por los altavoces.

Tras esperar unos cinco minutos a que Adam llegase hablando con Sophie, este apareció.

Cogí sus maletas y nos despedimos de Sophie.

-Gracias por recogerme- Dijo Adam algo sonrojado.

-No hay de que, por cierto, cuando lleguemos al coche te tengo que contar algo- Dije mientras recorríamos el camino al coche.

Llegamos y encontré a Tom dormido con los audífonos puestos.

-Buenos días Bella Durmiente- Grité a Tom en el oído.

-Ahh- Gritó este dando un salto y estrellando su cabeza contra el techo del coche.

-Siento haberte despertado de tu siesta, pero es hora de volver- Dije guardando las maletas de Adam en el maletero.

-Lo que digas jefe- Dijo Tom mientras se tocaba la cabeza dolorido.

Adam y yo entramos al coche.

Empezamos el viaje, pero a mitad de camino tuvimos que parar, ya que el internado se encontraba a unas dos horas del centro de la ciudad. Menos mal que dejé a Alex algo que comer.

Paramos en un Burger King que se encontraba entrando a la ciudad.

Nos sentamos en una de las pocas mesas que quedaban libre, y tras decidir lo que comeríamos nos acercamos a pedir.

Tras esperar una cola que parecía interminable nos llegó el turno.

-Hola, buenas tardes, ¿qué van a pedir?-Dijo una camarera con una sonrisa bastante sobreactuada.

-Hola guapa, pues la verdad yo querría...-Dijo Tom a lo que yo le pegué una patada.

-Perdona al idiota de mi amigo, pon tres menús medianos y tres coca colas- Dije yo con una amplia sonrisa.

-Marchando- Dijo la camarera mientras nos daba los tickets.

Nos alejamos y esperamos a que nos llamaran, cuando lo hicieron recogimos nuestra comida y volvimos a la mesa.

-Axel, eres un idiota. Podría habérmela ligado, pero no, tú siempre tienes que fastidiarme- Dijo Tom enfurruñado, a lo que Adam rió.

-Y tú eres un salido- Dije mientras bebía mi coca cola a través de mi cañita.

Cuando terminamos de comer decidí que ya era hora de recoger mi ropa de mi casa, por lo que Tom nos llevó. Decidí entrar yo solo, ya que no sabía con qué escena me podría encontrar.

Abrí la puerta y me encontré con la opción que pensaba que era la más probable. No había nadie, aunque, eso sí, la casa estaba patas arriba.

Llegué a mi habitación y esta, a diferencia del resto de la casa se encontraba como hacía dos días cuando salimos para la cena con mis tíos.

Cogí mi maleta, que se encontraba sobre mi armario y metí en ella toda la ropa que cabía. Después de eso, salí de mi casa.

-Has tardado media hora, y por si no fuera poco, tu amigo se ha vuelto a dormir- Dijo Adam.

-No te preocupes, eso lo arreglo ahora mismo- Dije acariciándole la cabeza, y acto seguido repetí la táctica anterior para despertar a Tom.

-Joder Axel, encima que me has despertado temprano no me dejas dormir una siesta en condiciones- Se quejó Tom.

-Mira el lado positivo, ya solo nos tienes que dejar en casa de Alex- Dije tratando de consolar a Tom.

Tom arrancó el coche, y tras una hora de viaje nos encontrábamos en casa de Alex.

-Muchas gracias por el viaje Tom, nos vemos esta noche en la fiesta- Dije despidiéndome de Tom.

-Lo que tú digas, más te vale recompensármelo Axel- Dijo Tom, arrancando el coche y marchándose.

-Tengo varias preguntas, ¿quién es Alex y por qué te estás quedando en su casa? Y, ¿de qué fiesta hablaba Tom?- Dijo Adam mirándome con curiosidad.

-Pues Alex es mi primo, y lo estoy cuidando, ya que sus padres están de viaje de negocios. Y en cuanto a la fiesta, la verdad es que Alex es algo antisocial y quiero que haga amigos- Le dije a Adam saltándome la parte de mi madre. La verdad es que es cierto lo de que quiero que Alex haga amigos, aunque la verdadera razón es saber si se junta con alguien que pueda resultar peligroso. Pero no le conté esto a Adam para no asustarlo.

Entramos en la casa.

-¡Alex, ya ha vuelto el mejor primo del mundo!- Grité pero nadie contestó.

Preocupado fui a la cocina acompañado de Adam y vi una nota al lado de la que yo había dejado antes de irme:

Tengo que ayudar al club de fútbol por el castigo de la directora, ve preparando las cosas para la fiesta. Volveré sobre las 17:30.

Ya me contarás sobre esos "asuntillos".

Alex;)

Tras leer la nota enseñé a Adam el resto de la casa y le llevé a la habitación en la que se quedaría.

-Esta es la habitación de invitados, puedes dejar tus cosas donde quieras- Dije abriendo la puerta de la habitación.

-Jo, y yo que quería pasar todo el fin de semana contigo- Dijo Adam poniendo cara de perrito abandonado.

-Y yo, pero estamos en casa de mi primo- Dije yo estirando sus cachetes.

Tras dejar las maletas de Adam en la habitación de invitados y la mía en la de mis tíos volvimos a la cocina.

Después de una hora montando todo para la fiesta, por fin estaba listo.

Habíamos preparado una barra, encargado comida e incluso organizado un puesto de Dj del que se encargaría un amigo de Adam. Ya solo quedaba esperar a que los invitados empezaran a venir a las 21:00.

La vida del antisocial no es fácilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora