Narra Axel
-¿Mamá?- Miré hacia la figura que me hablaba sorprendido.
-¿Quién si no?- Comenzó a acercarse hacia mí lentamente dejando ver su cara.
-Pero… ¿Cómo es posible que estés aquí?- Seguí extrañado.
-Realmente no sabes nada pequeño… Como sea, es hora de irme. Recuerda que volveremos a vernos- En el momento que dejó de hablar, giró y recorrió el mismo camino por el que la había visto aparecer dejándome nuevamente solo.
Seguí recorriendo las calles sin rumbo hasta que llegué a un parque y me dejé caer en uno de sus bancos.
-Axel… Axel… ¡Despiértate ya, joder!- Abrí los ojos y lo primero que vi fue la cara de tonto de mi primo.
-¿Qué quieres?- Pregunté aturdido.
-Te estábamos buscando como locos mientras tú te echabas una siesta tan tranquilo- Dijo irritado antes de lanzarse encima de mí- Nos preocupaste, idiota.
-Perdón por la interrupción- Se escuchó una risa detrás de nosotros- No quería interrumpir un momento tan emotivo.
-Cállate, ¿cómo estás, Axel?- Habló Susan interrumpiendo a su hermana.
-Podría estar mejor si este imbécil se quitase de encima de mí, se nota que come bien el desgraciado- Reí.
-Tú tampoco eres el mejor para hablar, ¿acaso no recuerdas tus métodos efectivos para levantarme?- Protestó Alex.
-Bueno, dejen de pelear y volvamos, los demás también están preocupados por ti- Dijo Susan con una sonrisa.
-Tampoco creo que sea para tanto, pero como digáis- Hablé entristecido- ¿Dónde está Adam?
-Ah, nos separamos para buscarte, aunque no creo que esté muy lejos, Alex nos avisó cuando te vio- Explicó Kate.
-Chicas, id adelantándoos vosotras, vamos a esperar a que Adam llegue para volver a mi casa- Afirmó Alex.
-Como queráis, no tardéis mucho- Tras despedirse de nosotros se alejaron dirigiéndose hacia la calle que llevaba a casa de Alex.
-¿Fue un sueño…?- Susurré.
-¿Dijiste algo?- Pronunció en voz baja.
-Nada, ¿cómo me encontraste?- Pregunté para desviar la conversación.
-Fue cosa de intuición, tampoco es que se me ocurriese ningún lugar al que pudieses ir- Narró Alex cansado- Mira quien aparece por fin.
-Tampoco he tardado tanto…- Reclamó Adam- ¿Cómo estás Axel?
-Podría ser peor, al menos sé que os tengo- Sonreí.
-No te pongas sentimental y vamos ya, todavía no he comido por tener que buscarte- Gruñó Alex levantándose del banco.
Nos dirigimos hacia la casa de Alex, la cual estaba en completo silencio, al parecer la barbacoa había acabado.
-Al fin llegáis, ya se han ido todos pero para que no os lamentéis queda comida todavía- Exclamó Alice en cuanto atravesamos la puerta.
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La vida del antisocial no es fácil
Novela Juvenil¿Sabes esa típica persona que casi alcanza la perfección, llega siempre a tiempo, incluso le suele sobrar algo de este, tiene muchos amigos con los que le encanta salir, saca todo sobresalientes y todo lo que hace se considera perfecto? Obviamente s...