La vida del antisocial no es fácil

¿Puedes alejarte un rato?

Literalmente, todas las personas a las que les había hablado de mi fiesta accedieron a ir gustosamente. Por suerte conté tanto con la ayuda de Kevin, como con la de Joe y pude terminar mi misión de invitar a toda mi clase para la hora del descanso.

-Estas son mis nuevas amigas, primo- Dijo Mia señalando a Lily y Enma.

-¿Te vas a sentar con ellas?- Pregunté curioso. Creo recordar que Emily se sienta con ellas.

-Obviamente, tranquilo, después te contaré lo que aprenda sobre Emily- Mia me dijo esto último al oído para que nadie más pudiese escucharlo.

Nos sentamos en la mesa de siempre, cuando Sam me llamó. Sam está en otra clase, razón por la que no se sienta con nosotros.

-Alex, trae al chico que quiere entregar la carta que me diste a mi hermana- Dijo Sam asegurándose de que nadie más pudiese oírnos.

-Jon, acompáñame un momento- Dije a mi amigo mientras me levantaba de la mesa.

Jon se levantó y nos acompañó sin decir una sola palabra.

-Así que tú eres quien dice querer a mi hermanita- Dijo Sam juzgando con la mirada a Jon.

-Sí- Dijo Jon sonrojándose.

-Te ayudaré porque eres amigo de Alex, pero como me entere que haces algo a mi hermana me las pagarás- Dijo Sam mientras se alejaba, dejando a Jon sorprendido.

-Por lo menos ha accedido a ayudarte- Dije yo dando una palmada en la espalda a Jon.

-Te debo una- Dijo Jon mientras recorría el camino de vuelta al comedor.

Volvimos a clase tras pasar el resto del descanso hablando sobre tonterías y la fiesta que se daría esa noche en mi casa. La verdad es que no le había dicho nada a Jon, pero había convencido a Sam para que llevase a Lizy a la fiesta.

Volvimos a clase y me senté en mi sitio. La verdad tampoco me estaba yendo tan mal. El idiota de Tobby apenas hablaba, y cuando lo hacía era capaz de callarlo rápidamente, cuando esto no surtía efecto, simplemente pasaba al plan B, ignorarlo.

-Entonces, ¿cómo se te ha ocurrido dar una fiesta Alex?, tenía entendido que eras bastante antisocial- Dijo Tobby sentándose en su sitio.

-La verdad es que no ha sido idea mía, y no necesitas más explicaciones, Tobby- Dije yo sin siquiera mirarlo.

-Y, ¿de verdad no puedes decirme de quién fue idea eso de organizar una fiesta?- Insistió Tobby. Plan A fallido, pasamos al plan B, ignorar.

Pero hoy no iba a ser tan fácil callar a Tobby, y como se veía que el mundo tampoco estaba de mi parte, la profesora llevaba ya 5 minutos de retraso, por lo que tampoco tenía la clase como excusa.

Tras 1 minuto repitiendo mi nombre, decidí hablar.

-¿Te puedes callar de una jodida vez?- Dije girándome hacia Tobby, ya que no me había dado cuenta de lo cerca que se había puesto.

Y sí, pasó, estaba mirándome, y al estar tan cerca, acompañado de mi giro mis labios tocaron los del idiota de Tobby.

Así fue mi primer beso, con el odioso de Tobby.