No sé nada

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A la mañana siguiente no fue Axel quien me despertó, sino Mia.

-Oh, ¿te he despertado? Perdón, solo iba a dejar aquí el pijama- Se excusó.

-No, no pasa nada, ¿qué hora es?- Pregunté todavía adormilado.

-Las siete, si quieres vuelve a dormir, yo voy a ir con Axel a recoger las cosas del insti, pero asegúrate de no llegar tarde- Dijo saliendo de la habitación.

No me podía volver a dormir así que seguí mi rutina propia de la mañanas y salí de mi casa a las 8:00 por segunda vez consecutiva, al final se iba a convertir en una costumbre.

A primera hora teníamos historia, así que decidí dar un rodeo para llegar a la hora justa, es que además de ser antipática la profesora siempre llegaba 10 minutos antes.

Decidí pasar por el lado trasero de la plazoleta, a diferencia que el resto de días que iba por el central.

Estaba subiendo la cuesta que daba al colegio cuando me pareció reconocer a alguien, estaba de espaldas, así que no pude asegurarme, pero como no gracias a la intriga que me quedó decidí seguirlo.

Entró por una callejuela en la nunca había estado y siguió andando hacia delante.

Era ya casi la hora del comienzo de clases y nos encontrábamos bastante lejos del instituto. Me había asegurado de que no me viese, pero eso había hecho que yo tampoco pudiera ver su cara.

Cruzamos una esquina y llegamos a un lugar que si reconocía.

Era todo silencio, ni siquiera se escuchaba un solo coche, también era normal al ser las 8:10 de la mañana, no obstante el lugar contemplaba su serenidad constante. Todo estaba decorado con flores y a esta hora se veía más bello que nunca.

Seguía escondido detrás de una columna cuando la persona a la que llevaba siguiendo todo el tiempo se giró, Tobby.

Decidí correr de vuelta al instituto, solo me quedaban dos minutos para llegar y no sabía el atajo por el que había seguido a Tobby, pero ese no era el mayor problema. La verdadera pregunta es: ¿qué hacía el idiota de Tobby en el cementerio a las ocho de la mañana cuando se supone que tendría que estar llegando a clases?

Llegué tras cinco minutos corriendo para esperar el "agradable" recibimiento de mi profesora, quien además de ponerme otro negativo dijo que hablaría con mi tutor sobre todos los tardes que tenía acumulados. No, esta tía no se quedaba contenta solo con haberme quitado más de un punto con negativos por haber legado tarde, sino que también quería mi expulsión.

Me dirigí a mi sitio, y me quedé estupefacto al ver que Tobby estaba sentado en el suyo tan tranquilo, como si hubiese estado allí desde siempre. Tampoco me importaba qué estaba haciendo en el cementerio, aunque sí me preocupaba si podía tener algo que ver con Emily o con Jake, no quería que les pasase nada malo.

Me giré y los vi a ambos como siempre, Jake medio dormido sobre la mesa y Emily hablando con Emma alegremente, qué suerte tenían, a mí solo con decir una palabra ya me estaban poniendo negativos, al igual que a Joe, pero el resto podían hasta sacar el móvil en medio de la clase y nadie decía nada, simplemente los ignoraban.

Pasé la clase mirando por la ventana y pensando las múltiples razones que podría tener Tobby para visitar el cementerio y llegué a la conclusión de que no podía hacer nada, no podía preguntárselo a él porque me mandaría a la mierda, Jake tampoco me aclararía nada y a Emily me daba cosa preguntarle, es su hermana y podría ser algo familiar, así que tampoco quería meterme.

La vida del antisocial no es fácilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora