El mundo es un pañuelo

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Me encontraba durmiendo plácidamente cuando de repente sentí como algo pesado caía encima mía. Abrí los ojos pero estaban las luces apagadas, por lo que sólo vi una sombra con forma humana sobre mí.
Empecé a gritar y atiné a dar una patada en lo que pienso que era la barriga de ese cuerpo. En ese momento se encendieron las luces y aparecieron mis padres, entonces recordé todo lo que había pasado la noche anterior. Miré aquello que tenía encima y vi que era mi primo Axel.

-Por una vez que intento despertarte para que no llegues tarde y vas tú y me lo agradeces con una patada en el estómago- Dijo mi primo mientras se tocaba el estómago con una expresión dolorida.

-Lo siento- Dije yo mientras intentaba aguantarme la risa- Y hablando de tardes, papá, mamá me tenéis que firmar una nota de la directora.

-¿Otra vez has llegado tarde?- Dijeron llevándose las manos a la cabeza.

-La culpa es vuestra que no me despertais por las mañanas- Dije yo mientras me reía.

-Vas a ver mocoso- Dijo mi padre mientras intentaba atraparme.

Mi padre y yo siempre jugábamos a las peleas desde que yo era pequeño, por lo que ya estaba acostumbrado.

Cuando por fin conseguí escapar de mi padre y llegar a mi cuarto vi que la puerta del baño estaba cerrada.

-¡Axel date prisa que por una vez que voy bien de hora no voy a llegar tarde!- Grité yo pegado a la puerta.

-El pestillo no está echado, entra y mientras yo me arreglo te vas duchando- Dijo Axel mientras se reía.

-Vale- Dije yo.

Cogí todo lo que necesitaba, es decir, el uniforme, sí, mi colegio era de esos en los que todavía era obligatorio llevar uniforme y unos calzoncillos al azar, esta vez resultaron ser unos de Marvel.

Entré al baño y vi a Axel afeitándose con tan sólo una toalla atada a la cintura, somos primos, aunque desde pequeños nos hemos tratado como hermanos, por lo que a veces todavía nos seguíamos bañando juntos.

Me di una ducha rápida y en diez minutos estuve listo, eran todavía las 7:30 por lo que desayuné y me encaminé al colegio temprano por una vez en mi vida.

Por el camino me encontré con Joe.

-Hola, ¿Cómo tú por aquí a estas horas?- Dijo Joe sorprendido.

Joe era el típico que se levantaba cinco minutos antes de tener que ir al colegio pero que ni él sabe cómo le daba tiempo.

-Mi primo que se ha quedado a dormir esta noche y ha hecho la gracia de levantarme a las 7:00- Dije yo con mi cara de dormido habitual de las mañanas.

Tras una charla hasta llegar a clase a las 8:13, hora a la que yo habitualmente salía de mi casa me dirigí a mi antiguo sitio, para desgraciadamente darme cuenta de que ya no me pertenecía a mí, sino a Andrew Johnson y el antiguo sitio de Kevin ahora era de Daniel Anderson, ellos habían sufrido de la misma suerte que yo, ya que llevaban peleados desde principios de curso, y aunque habían pasado ya tres meses parecía que no se terminaba de solucionar, espero que esta semana juntos les ayude a arreglar algo.

Me dirigí ahora sí a mí nuevo sitio al lado de Tobby, el que por suerte aún no había llegado, tampoco vi a su hermana Emily ni a su primo Jake.
Espero que no les pasase nada, ya que tanto Jake como Emily me caen bastante bien.

Un minuto antes de que comenzase la clase, que hoy al parecer empezaría cinco minutos tarde, como no el idiota de Tobby siempre tiene que tener suerte, aparecieron los tres antes nombrados sudados y con dificultad para respirar.

La vida del antisocial no es fácilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora