La vida del antisocial no es fácil

Parentescos inesperados

Tras unos minutos de silencio en los que lo único que hice fue mirar a mi primo, este se decidió a hablar.

-No estoy seguro, pero creo que ese chico, Jonan puede ser el hermano de mi novio, Adam Murphy- Dijo Axel mientras daba vueltas a su coca cola con su pajita.

-Creo recordar que Jonan tiene un hermano, así que no sería extraño que fuese cierto lo que dices- Dije yo mirando ahora en dirección a mi primo pero con la mirada perdida.

-Si en verdad tienen parentesco alguno, quiero hablar con ese chico y presentarme formalmente, pero antes tengo que hablar con Adam para ver si le parece bien, así que disculpa pero voy a hacer una llamada- Dijo Axel mientras se levantaba y cogía su teléfono móvil.

Miré mi móvil y vi que ya eran las 15:30 por lo que me preparé para ir al club, me puse unos vaqueros rotos y una sudadera de Adidas. Cuando ya estaba listo decidí mirar los 45 WhatsApps que me habían llegado, como no, 20 eran de Kevin preguntando qué deberes había, los otros restantes intentando que le contestase, 1 era de Jonan preguntando la hora a la que podía venir a mi casa, 4 eran de Joe diciendo que no se me olvidase avisarlo, 5 eran de Aiden preguntando que si podía hablar, 5 de Austin diciendo cosas aleatorias, 4 de Jon preguntando sobre nuestro plan, y el último, pero que hizo a mí corazón acelerarse era de Emily, sólo me preguntó que si tenía acuarelas, ya que las suyas se habían acabado, pero con ese simple mensaje me hizo pegar un grito, por el que mi primo llegó corriendo al salón.

-¿Qué ha pasado?- Preguntó un Axel acelerado con teléfono en mano, aún se escuchaba una voz saliendo de este y preguntando si había pasado algo.

-Nada- Respondí yo enrojecido, por lo que Axel me propinó una colleja.

-La próxima vez que te hable tu novia no tiene por qué enterarse todo el vecindario- Dijo mientras volvía a atender al teléfono.

-No es mi novia- Grité yo- Más quisiera yo- Dije esto último en un susurro que me aseguré de que nadie pudiese oír.

Tras responder a todos los mensajes, incluido el de Emily, a la que le dije que no se preocupase, que yo se las dejaba, me encaminé hacia el colegio, otra vez, como no con el tiempo pisándome los talones.

Llegué a las 16:02 eso sí, habiendo corrido más que un atleta en la final de los juegos Olímpicos.

Me emocioné al ver que Emily me había guardado un sitio al lado suya, aunque sólo fuese para poder compartir las acuarelas, tuve la suerte de que este sitio también estaba al lado de Sam.

-Hola- Dije yo tratando de recuperar el aire.

-Hola, y por cierto muchas gracias por compartir tus acuarelas conmigo, te debo una, ya que el idiota de mi hermano no comparte nada salvo con sus "amiguitos"- Dijo Emily con su sonrisa habitual, aunque haciendo una mueca al hablar de su hermano.

Me quedé sorprendido al ver como la perfecta Emily hablaba de su hermano, no era la primera vez que la escuchaba hablar así, pero aún me seguía sorprendiendo.

-Sin problemas, por cierto Sam, ¿puedes hablar un rato a la salida?- Dije yo intentando hacer la sonrisa más natural que pudiese, aunque sin parecer un demonio como parecía habitualmente.

-Claro Alex- Dijo Sam mientras continuaba su dibujo.

A Sam se le daba realmente bien la pintura, no por nada llevaba pintando desde los 6 años y cuadros realizados por él habían sido expuestos. Yo era más bien lo contrario, es decir, prefería el dibujo digital, aunque tampoco me manejaba tan mal sobre el papel.

Pasamos la hora terminando nuestros dibujos y los últimos 10 minutos hablamos sobre nuestro puesto para la semana cultural, el cual montaríamos durante las próximas reuniones. A la salida cogí a Sam del brazo y lo llevé al sitio donde esta mañana había hablado tanto con Jon como con Kevin.

-¿Qué pasa?- Dijo un Sam acalorado, a decir verdad él nunca había sido muy bueno en deportes, yo tampoco pero gracias a las carreras que hacía todas las mañanas para llegar a clase me iba acostumbrando.

-¿Qué pasaría si te dijera que sé de alguien a quien le gusta tu hermana?- Dije yo mirándolo con una cara que reflejaba toda la seriedad que podía.

-¿Te has enamorado de mi hermana?- Dijo Sam asustado.

-¿Yo? Que va, a mí no me van tan jóvenes- Dije yo riendo- Es un amigo mío pero está enamorado realmente, doy fe. Incluso le ha escrito una carta, sólo que la ha hecho anónima, por lo que no se la quería dar por miedo a que pensase que era una broma, ese fue el momento en el que yo ideé mi plan perfecto, porque, ¿cómo iba a pensar que su querido hermano le iba a gastar una broma?

-Te he perdido hace un rato, lo que quieres es que le dé esta carta y ya, ¿no?- Dijo Sam con la mirada perdida.

-Sí- Dije yo alegre por haber llevado a cabo mi plan.

-Bueno adiós- Dijo Sam despidiéndose.

-Adiós- Dije yo.

Ahora me toca volver a casa y ver si es cierto que Jonan es el hermano de Adam, el novio de mi primo.

Llegué a la puerta de mi casa, y lo primero que encontré fue a Jonan, el cual estaba decidido a llamar al timbre.

-Hey- Dije yo llamando su atención.

-Hola, acabo de llegar- Dijo Jonan girándose hacia mí. La verdad es que se parece al chico que Axel me había enseñado en su móvil, es decir, Adam.
Tanto Adam como Jonan son morenos con los ojos marrones y piel tostada, por no hablar de lo más sospechoso de todo, quiero decir, comparten el mismo apellido, Murphy.

Abrí la puerta y entramos.

-Ve a la sala, yo mientras voy a coger los folios- Dije yo mientras me dirigía a la sala en la que se encuentra todo el material de estudio.

-Pero es que me da cosa, ¿y si tus padres me dicen algo?- Dijo Jonan avergonzado.

-No te preocupes, están de viaje- Dije yo sonriéndole para calmarlo.

-Vale, entonces allí te espero- Dijo Jonan ya relajado.

Recogí todo el material que creí necesario, y cuando me encontraba a escasos pasos de la puerta del salón me acordé de algo, Axel.