Las normas

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Llegamos a clase y, como siempre, ya estaba ahí nuestra profesora favorita tendiéndonos la hoja de tardes.

-Disculpe, pero no hemos llegado tarde- Declaró Alan educadamente mientras señalaba hacia el reloj.

-Siempre y cuando haya llegado yo, será tomado como tarde- Declaró con soberbia. De verdad, me pone aún de peor humor que Tobby, y mira que eso es difícil.

-Pero por algo hay unas normal en el instituto- Manifesté arrogante.

-Ya, aunque como aquí quien manda soy yo, se hace lo que yo diga. Ahora sentaros antes de que os expulse- Terminó sentándose en su silla.

-Maldita bruja- Susurré encaminándome hacia mi sitio.

-¡Alex! Ve a detención, a ver si con suerte te ganas una expulsión- Exclamó. Mierda, no había contado con su oído digno de los dioses.

-Voy- Dije dirigiéndome ahora hacia la puerta.

Bajé a retención para volver a encontrarme con la Señora Rogers.

-¿Alex? ¿Otra vez?- Preguntó molesta.

-Mire el lado positivo, he dejado de llegar tarde- Dije con una sonrisa.

-Bueno, entonces, ¿qué ha pasado?- Relajó su expresión.

-Nada, solo que la bruja de la profesora de historia me ha mandado aquí por susurrar que era una bruja. No es culpa mía que su oído sea del diablo- Dije indignado.

-Explícame desde el principio que ha pasado- Expresó interesada.

-Hemos llegado a la hora adecuada a clase y nos ha hecho apuntarnos en la hoja de tardes. Además nos ha amenazado con la expulsión, eso es injusticia- Exclamé irritado.

-Si lo que dices es cierto, hablaré con ella. Es la Señora Martin, ¿verdad?- Preguntó curiosa.

-Y tanto que lo que digo es verdad. Respondiendo a su pregunta, sí, es la Señora Martin- Dije orgulloso.

-Hablaré con ella, ahora vuelve a clase y dile que no veo como una falta grave que expreses tu opinión. En realidad a mí tampoco me cae demasiado bien- Terminó con una sonrisa.

-Pues, muchas gracias, de verdad nos hace un gran favor- Dije devolviéndole la sonrisa mientras me levantaba.

-Adiós, y recuerda que puedes tratarme de tú- Dijo justo antes de que dejase la habitación. A decir verdad, la Señora Rogers me cae bastante bien, pese a que a veces sea estricta, siempre sabe cómo ayudarnos.

Volví a la clase, y justo en el momento que entré pude disfrutar de la cara impactada de la Señora Martin.

-¿Qué te ha dicho la directora?- Preguntó con una sonrisa cínica.

-Ya hablará contigo, si las reglas están es para cumplirlas. Posdata, suerte en la búsqueda de trabajo- No le di tiempo para responderme, sino me dirigí hacia mi sitio.

-Bien hecho- Susurró Lily cuando ya me hallaba en mi sitio.

-Cuidado, no susurres o tendrás una expulsión- Susurré causando que riese.

La vida del antisocial no es fácilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora