Matrimonio Forzado

Capítulo 14♡

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Hoseok.

Bajé las escaleras lentamente, no sé por que ahora, había comenzado a cuestionarme las cosas que había hecho, durante mi vida. Como aquella vez que arruiné la boda de mis padres, colocando sapos por toda la sala donde se haría la fiesta y haber culpado de eso a Jungkook, tal vez por que no quería que formaran parte de mi familia. O la vez en la que hice que YoonGi me golpeara, para decirle a mi padre que Jungkook había sido. Cuando lo vi por primera vez, en el patio trasero de la universidad. Cuando había peleado con mi madre y fui con mi padre, donde me enteré que el señor Kim trabajaba para él. Cuando lo besé por primera vez, mientras nuestros padres estaban en una junta de la empresa, ganándome un empujón y cachetada de su parte. Cuando sin que ninguno lo supiera, poco a poco fui arruinando la relación que tenía mi hermano con él, sin saber por que lo hacía. Cuando me enamoré de él, pero creó que mi mayor error fue obligarlo a casarse conmigo.

—Tal vez sí, sólo debes conquistarlo y no te arrepentirás de nuevo. —Escuché la voz de Soo. Esa mujer me conocía tan bien que no necesitaba que hablara para saber lo que me sucedía.

—¿Y si me odia? —Pregunté.

Definitivamente eso jamás me lo perdonaría, jamás volvería a ser feliz, sabiendo que la persona que amo, me odia. No sabría como seguir.

—Tal vez se moleste, pero no creo que sea capaz de odiarte. Solo muéstrate como realmente eres.

—No tengo opción, ¿Verdad? —La vi negar con su cabeza, por lo cual le sonreí y terminé de bajar las escaleras, para luego sentarme en uno de los sillones individuales.

—¿Podrías traerme un vaso de jugo de naranja? —Asintió y se retiró.

Escuché el timbre de la casa, me levanté, pero antes de dirigirme a la puerta, grité un “¡Yo voy!” para que Soo, no se preocupara en ir a abrir la puerta. Cuando estuve por fin enfrente de esta, tomé el pomo de la puerta y lo giré haciendo que esta se abriera.

—Jung Hoseok.

—Kim Junmyeon. —Le respondí igualmente y me hice a un lado, permitiendo que entrara.

—¿Quieres algo de tomar? —Pregunté.

—Espera... Jung Hoseok, ¿Ofreciéndome algo de beber? ¿Es una broma verdad?

—¡Soo, trae dos vasos de jugo de naranja! —Grité.

—¿Quién eres? ¿Y qué hiciste con el verdadero Hoseok? —Me señaló con su dedo, achicando sus ojos, acusatoriamente.

—No seas paranoico. —Musité dándole la espalda, sentándome nuevamente en mi sillón.

—¿Qué te hicieron?, el anterior Hoseok jamás ofrecería algo de beber. —Dijo quitándose su abrigo y dejándolo en otro sillón, para luego sentarse en él.

—La gente cambia. —Murmuré.

—Ajá. —Rodé los ojos y vi a Soo entrar en la sala. Dejó los dos vasos llenos de jugo sobre la pequeña mesita de cristal y se retiró, no sin antes hacer una venia de respeto, aunque yo fuera quien le debía respeto.

Agarré uno de los vasos y empecé a beber de él, mirando fijamente a mi acompañante quien hacía lo mismo que yo, sólo que él miraba la pantalla de su teléfono frunciendo el ceño.