Capítulo 32♡

4.5K 569 81
                                    

Hoseok.

Sentir los labios de Taehyung sobre los míos era la gloria. Le había confesado mi mayor secreto, aquel que me atormentaba día y noche sin descanso. Le había abierto mi corazón y sabía que no volvería a cerrarlo, no a él. Me separé de sus labios y lo miré directo a los ojos, esos que poco a poco se convirtieron en los luceros que se las arreglaban para alumbrar mis noches.

—Creo que ya no necesitas una toalla. —Dije refiriéndome a su piel ya seca, vi sus mejillas pintarse de ese bonito carmesí y sonreí.

—Creo que tienes razón. —Susurró sentándose en mis piernas, abrazándome.

—¡Wow! ¿De dónde salió este Taehyung tan desvergonzado? —Pregunté haciéndolo temblar un poco.

—¡Hobi! —Exclamó en indignación apegándose más a mi.

—Creo que me gusta. —Susurré levantándome con él en brazos y saliendo del baño hasta topar con la cama.

Lo recosté y empecé a besar sus labios, tibios y deliciosos como siempre, mis manos se pasaban de arriba hacia abajo acariciando su tersa y suave piel, aún con esas hermosas marcas rojas.

—¡Kim Taehyu... ¡Ay! ¡No vi, no vi, no vi, lo juro! ¡No vi nada! —Esa voz.

Escuché la puerta cerrarse y miré a Tae quien tenía sus mejillas completamente rojas, me levanté de su cuerpo y rápidamente lo ayudé a acostarse en la cama tapándose con las cobijas. Caminé hasta la puerta y la abrí encontrándome a Junmyeon que abrazaba a Yixing con fuerza.

—Myeonnie, ellos estaban haciendo cositas. —Le escuché susurrar provocando que Junmyeon me mirara feo.

—Calma bebé, sabes que Hoseok es un grosero. —Le dijo besando la coronilla de su cabeza, causando que ahora yo lo mirara de la misma manera.

—¿Cómo entraron? —Pregunté.

—Como nadie nos abría decidí usar la llave de repuesto. —Contestó Junmyeon.

—Pasen. —Musité haciéndome a un lado para que Yixing entrara por lo que se me hizo raro que Junmyeon no lo hiciera. —¿Sucede algo? —Le pregunté.

—Debo hablar contigo.

—¿Es grave? —Cuestioné.

—Depende. —Respondió mirándome seriamente, asentí y cerré la puerta, siguiéndolo.

Bajé las escaleras detrás de él y lo seguí detenidamente con la mirada, su rostro estaba más serio de lo normal, su mandíbula estaba tensa y su cabello perfectamente arreglado, demasiado para creer que estuvo expuesto al viento del día, algo definitivamente estaba mal.

—Esto es incómodo. —Dije viendo como se sentaba en uno de los sillones negros que adornaban la sala.

—Lo sé. —Musitó. —Estuve hablando con NamJoon. —La mención de su nombre me puso tenso.

—¿Y qué te dijo? —Pregunté poniéndome a la defensiva.

—Hablamos sobre Taehyung y lo que hablaste con él.

Matrimonio ForzadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora