Matrimonio Forzado

Extra 1: ChanBaek♡

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—¡Vete! —Gritó Baekhyun mientras corría lo más rápido que podía, eso sin contar su embarazo de seis meses.

Las lágrimas bajaban de sus ojos, y su pecho dolía, tanto, que su marca empezaba a arder y eso no hacía más que entristecerlo. Quería llegar a casa y esconderse bajo las cobijas, hacerse bolita y acariciar a su bebé, hasta quedarse dormido.

—¡Baekhyun! —Escuchó detrás suyo haciendo que sus sentidos de alerta se activaran. No podía dejar que lo alcanzara.

A pesar de lo nublada que estaba su vista, logró divisar el edificio donde estaba su apartamento, el cual compartía con Chanyeol, prontamente su expareja. Un inmenso dolor lo atravesó y no pudo optar por nada más que detenerse, sus piernas se volvieron unos auténticos fideos que le dejó como opción dejarse caer de rodillas al piso, con el mayor cuidado posible de no afectar a su bebé.

Era como si su vida estuviera acabando, las imágenes de los momentos vividos con Chanyeol, pasaban fugazmente logrando que se mareara, eso sólo significaba una cosa. Su marca estaba por borrarse.

Su cuerpo entero se tensó cuando sintió unos brazos rodearlo desde atrás, se sentía nervioso, preocupado y asustado. El olor de Chanyeol llegó a sus fosas nasales y causando que mordiera su labio inferior, le encantaba la sensación, tanto, que no pudo evitar que más lágrimas salieran de sus ojos.

—Ch-Cha...

—Shh, estoy aquí y te protegeré. Siempre. —Susurró paseando la punta de su nariz por el blanquecino cuello del pelirrojo. Se separó un poco para poderse girar y lograr que el rostro de su omega quedara pegado a su pecho.

Los sollozos de Baekhyun eran como si le pasaran una maldita daga por el corazón, una, y otra, y otra, y otra vez, dolía, pero dolía más saber que él era el causante de eso. Mientras perseguía al más bajo, había pensado seriamente en pararse en mitad de la carretera a que lo atropellara un carro, pero luego se sintió estúpido, no podría dejar a su pareja y menos a su bebé.

—Todo estará bien. —Murmuró.

Baekhyun se tensó al escuchar sus palabras y se alejó de golpe colocando sus manos hechas puño en el pecho contrario. Se dignó a mirar los ojos del castaño, esos que lo atrapaban y lo arullaban sabiendo que era el centro de atención, pero esta vez no.

—¡Mentiroso! —Gritó, llamando la atención de las personas que transitaban el lugar.

—Baek dé...

—¡Cállate! ¡Me mentiste! ¡T-tú... Tú no me amas! ¡Eres un imbécil! Y... Y y-yo... Te creí. —Sollozó.

—Claro que te amo, te amo tanto que no puedo explicar...

—Cállate... —Lo interrumpió. —No quiero que me mientas, no de esa manera. —Susurró.

—Mi amor. —Lo llamó viendo como eso ocasionaba más lágrimas. —Eres mi vida Baekhyun, tú y el pequeño sol que llevas en tu hermosa barriguita, no sé que haría sin ustedes, sin ti. Te amo, te amo más que nada, y también amo a nuestro bebé, el fruto de mi amor por ti.

—Pe-ro t-tú...

—Lo sé, y lo siento. Te lo explicaré, lo prometo, pero por favor, ámame. —Suplicó con su voz apagada, tenía ganas de llorar, sí, las tenía y vaya que el sentimiento era horrible.