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Taehyung.
Desperté cuando el olor a comida llegó a mi nariz, colándose por mis fosas nasales y provocando así que llegara a mi estomago y sintiera hambre. Abrí mis ojos lentamente y los rayos del sol golpearon mis ojos, haciendo que los cerrara rápidamente. Me giré y los abrí por segunda vez, acostumbrándome a la luz que iluminaba la habitación. Bostecé por inercia y sentí el colchón mi lado hundirse, me giré y choqué con las caderas de alguien, provocando que me alejara.
Coco y lima.
Fue el aroma que llegó a mi nariz, opacando brevemente el olor de la comida. Por mas raro y sorprendente que parezca, por primera vez, no sentí ganas de esconderme o de vomitar, sentía ganas de olerlo hasta que me quedara dormido e incluso de no separarme de esa persona, pero... Esa persona es nada más ni nada menos que Jung Hoseok, el alfa engreído, pero positivo. Egoísta, pero con motivos. Fuerte, pero cobarde, aunque no todo es malo. Él logra que mi lobo se remueva con sólo su presencia, que me ponga nervioso al dedicarme una mirada, pero el mismo que tiene una relación con una linda omega o beta y que únicamente me está utilizando, con una razón que ahora no logro entender.
—Siéntate. —Escuché su voz un poco suave pero como una orden.
Asentí sin ser capaz de mirarlo y me senté apoyando mi espalda en la cabecera de la cama. Bajé mi cabeza y miré por el rabillo de mi ojo izquierdo, notando que se había sentado de la misma forma, pero también noté que de su cabello caían un poco de gotas que a la vez bajaban por su cuello, provocando que mi lobo se removiera al ver tan tentadora imagen.
¿Qué? ¿Por qué acabo de pensar eso? Recuerda lo que te dijo Baek hyung.
—Mírame. —Le escuché decir.
Con algo de temor levanté mi rostro y miré fijamente sus ojos, brillantes, y estoy seguro de que esconden muchas cosas detrás. Me sonrió y yo traté de hacer lo mismo, pero estoy cien por ciento seguro que me salió más parecido a una mueca. Noté su mano acercarse a mi rostro y como alejaba un mechón que me impedía ver, pero yo no le había dado mucha importancia. Mis ojos viajaron desde su sonrisa por toda la extensión de su cuello, hasta sus clavículas, que se notaban y lo hacían ver muy irresistible. Tragué en seco y miré sobre sus piernas una bandeja llena de comida por lo que sonreí.
Me acomodé en mi lugar, quedando sentado y con algo de pena agarré la bandeja de comida y la coloqué sobre mis piernas, para luego empezar a comer de mis huevos revueltos, mientras el rico sabor pasaba por mis papilas gustativas, mi esófago, hasta por fin llegar a mi estomago. Estaban demasiado deliciosos, tanto que podría comerlos todo el día, sin importar el dolor de estomago que después me traerá.
Comía tranquilamente hasta que me percaté de algo que me sorprendió haber pasado por alto. Dejé el tenedor sobre el plato y giré mi rostro para mirar a Hoseok, mientras mis mejillas empezaban a calentarse de la vergüenza.
—¿Quieres? —Pregunté avergonzado, pues él había traído el desayuno y yo sólo lo había tomado como si realmente fuera para mi.
—Es tu desayuno. —Dijo regalándome un sonrisa.
—Pero tú lo trajiste. —Dije un poco bajo. El que rechazara mi ofrenda me causaba un poco de tristeza.
—Está bien. —Agarró el otro tenedor y sonreí feliz por haberlo convencido.
Empezamos a comer juntos, sin hacer ruido ni nada por el estilo y a decir verdad el silencio que se había formado era bastante cómodo. Al terminar de comer mis huevos revueltos, comí mi tocino y café con unas tostadas que lo acompañaban. Al terminar de comer estaba taaaaaaaan lleno que mi pancita se notaba demasiado, cosa que a la vez me daba un poco de vergüenza, sin saber por qué exactamente.
Sentí como quitaban la bandeja de mis piernas, por lo que agarré mi pancita protectoramente para que él no la viera, no sé por qué lo hice, pero si sé que fue por instinto. No sabía que hacer exactamente, hasta que un olor para nada agradable llego a mi nariz, y ese olor provenía de mi y de mi cuerpo. Sí, necesitaba un baño, pero ¿Cómo me voy a bañar teniendo una mano y un pie vendado?. Sin embargo, sabía que necesitaba hacerlo y aunque la idea que pasó por mi mente no me agradaba del todo, no tenía otra opción.
Giré mi cabeza, encontrándome con los ojos de Hoseok, provocando que mis mejillas se tiñeran de un leve rosa o eso pensé ya que estas se calentaron un poco. Bajé la mirada, por que sabía que si seguía con mi vista en su rostro no sería capaz de decirlo. Inhalé un poco de aire y lo solté unos segundos después.
—Necesito un baño. —Dije sin mas, sintiendo mis mejillas calentarse un cincuenta por ciento más.
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Hoseok.
Al escuchar lo que dijo, me sorprendí demasiado, tanto, que no pude evitar abrir mi boca formando una 'o', para luego notar como sus mejilla, orejas y parte de su cuello se pintaban de un fuerte rojo, provocando que cerrara mi boca y tragara en seco. Acaso... ¿Acaso él planeaba que yo lo bañara?, la idea no me molestaba en absoluto, me gustaba, pero, ¿Se molestará si es eso?
—¿Quieres que te bañe? —Pregunté sin tartamudear y eso me alegro.
—Y-yo no sé c-co-mo... ha-hacerlo solo, p-pero si te mo-les-ta, n-no importa... —Dijo tartamudeando, provocando que se pusiera aún más rojo, si es que eso era posible.
—¿Estás seguro que no te incomoda? —Lo que menos quería era que se sintiera incómodo y tal vez pensara que quisiera aprovecharme de él.
Lo vi negar y eso me dio a entender que si le incomodaba, pero si lo mirábamos desde otra perspectiva, no encontraba otra manera en la que pudiera bañarse sin ayuda y obviamente no dejaría que alguno de sus amigos u otra persona lo tocara y menos si estaba desnudo.
—Sé que es incomodo para ti, pero te ayudaré a ducharte y tú me dices cuando no necesites mi ayuda, ¿Está bien? —Pregunté.
Asintió y empezó a destaparse, provocando que me destapara a mi también. Me levanté y lo observé mientras él se arrastraba hasta la orilla de la cama. Lo ayudé a levantarse y él pasó su brazo derecho por mi cuello y yo mi mano derecha por detrás agarrando su cintura, empezando a caminar hacia el baño. Mientras yo daba un paso corto, él saltaba con su pie izquierdo. Abrí la puerta del baño, pues cuando salí de él la había cerrado, quitó su brazo de mi cuello y lo sostuve ahora con las dos manos por la cintura. Fue en ese momento en el que noté que su cintura era muy pequeña y delgada.
Se sostuvo también del marco de la puerta con su mano derecha y daba pequeños saltos, mientras yo lo seguía con mis manos en su cintura a paso lento. Cuando llegamos al inodoro, con sumo cuidado se sentó en la tapa de este y para mi desgracia, tuve que dejar de agarrar su cintura. Cerré la puerta del baño cuando noté que la miraba y luego de eso, soltó un suspiro. Me arrodillé enfrente de él y le sonreí para tratar de bajar la tensión que se había creado, me sonrió de vuelta, con aquella hermosa sonrisa cuadrada y suspiró.
Me acerqué un poco más y pude notar como se ponía nervioso, ya que empezó a mover sus ojos de un lado a otro, suspiré un poco, estiré mis manos hasta el final de su camiseta, agarré un poco los bordes y lo miré directo a los ojos, esperando a que él me mirara. Segundos después, lo hizo, y le sonreí nuevamente, ganando una de su parte, pero a la vez un poco insegura.
—¿Puedo? —Pregunté y al instante noté como sus mejillas empezaban a colorearse de un leve rosa, haciéndolo ver muy adorable.
Este chico un día me iba a terminar matando de ternura.
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Matrimonio Forzado
FanfictionDonde Hoseok es un alfa obsesionado con Taehyung. Y Taehyung vive la mierda de la sociedad. •Historia homosexual. •Esta historia es completamente mía, disponible sólo en Wattpad, por lo que si la encuentra en otra plataforma o página, contactar conm...