Mirame, voy tras de ti

Subasta

¿Algo que amo en mi vida? Viajar, ¿Y que lo hace mejor? Las subastas, estaba tan emocionada. Tomé una paleta de fresa del pequeño bowl a un costado de la puerta, le quité el envoltorio y lo arrugué tirándolo al bote de basura.

Estaba lista para ir a Gran Bretaña.

Viajaré sólo con Garcia y López ya que dejaré a Meg y a Gedisa a cargo por tres días, no seria la primera vez tampoco.

Para la subasta necesito un perfecto atuendo, y ya mandé a buscarlo.

El teléfono suena.

—Excelente, será perfecto... Se hace tarde... Oye calmate tú me metiste en esto... Si hace un día estaba súper relajada pensando en donde reubicar mi Mark 23 como premio a la dulce venganza que hice con arrasar la vida de ese infeliz... Sí ya sé que hace 2 días celebramos eso... No... Ya Meg, trae mi traje y verifica que en la azotea esté el jet... Ok.

Si no fuera porque es colega y amiga mía la hubiese matado, y lo digo en serio.

La puerta suena.

Abro.

—Diganme chicas.

Garcia y Lopez habían entrado a la oficina con una pequeña maleta cada una y un bolso de mano.

—Donna...—Dijo Garcia, le miré detenidamente y empezó a hablar—¿Podría decirnos que haremos?—Tan inocente como siempre.

—Bueno... Irán conmigo a Gran Bretaña.

—Aja.

—Habrá una subasta y... Ya saben que se hace en las subastas. Por cierto no olviden sus armas.

—¡Sí Donna!

Garcia podía parecer la típica chica inocente, tierna e indefensa, pero es de mis mejores francotiradores, es tan ágil con esa preciosura de arma, por eso la recluté entre las lideres, porque sé que podría dejarla a cargo de algo y lo haría.

Había llegado Meg con mi traje blanco gucci y me dirigí al vestier para cambiarme, salí lista para irme.

—¡Me encantó!

Dije viéndome al espejo.

—Te ves divina—Fue el comentario de Meg.

—Bueno, nos fuimos, te dejo a cargo de esto y dile a Gedisa qué pendiente con la empresa.

*****

—¿Listas?—La piloto habló a lo que todas asentimos.

*****

—¿Alguna vez han ido a una subasta?—Les pregunté.

—No—Respondió Garcia.

—Bueno, no una subasta pero supongo que una venta de garaje es casi lo mismo.

Negaba y asentía, no era lo mismo pero se acercaba.

—Donna, le informo que deben ir abroncando cinturones, en unos minutos llegamos.

*****

Preparé identificación falsa para el registro en el hotel.

Una limusina pasó por nosotras al aeropuerto y al llegar al hotel botones nos atendieron corriendo. A Lopez parecía gustarle toda esa atención.

Caminé hasta la recepción y entregué mi identificación.

—¡Oh señorita Diamond, sea bienvenida y que tenga un buen hospedaje, si necesita algo no dude en usar el teléfono de la habitación y llamarnos, aquí tiene su tarjeta—La señora sonreía tanto que me contagió de su buen ánimo.