Mirame, voy tras de ti

Alemania

Donna y los demás abordaban el jet privado, su intención en ese viaje era una sola cosa, Daniels.

Es un tipo poco sofisticado, que cree comerse el mundo por tener dinero, él sólo se enfoca en la falsificación de prendas con diamantes brutos, y una que otra exportación de droga, adjuntando los bares que tiene donde prostituye a cientos de chicas que secuestra y mata anualmente.

Meg y Gedisa iban en la parte delantera, Donna había dejado a cargo de la empresa a Lopez y de la principal a Garcia, ella confiaba en esas chicas y sabía que para ese viaje Meg y Gedisa encajaban perfectamente.

Mouque y Donna iban en la parte trasera comiendo unas botanas y tomando refresco.

—Hacemos un gran equipo, ¿No crees?

—Sí Mouque. Podríamos acabar con todos.

—Jamás pensé que conocería a alguien como tú. Creí que pasaría toda mi vida encerrado, violado, o incluso muerto antes de cumplir mis 25 años. Te debo la vida completa.

—No tienes que agradecer, mi intensión era comprar a un chico para el bar pero... A veces las cosas cambian, ¿No?

La intención de Donna con él al comprarlo era para tener compañía, de un chico, siempre ha estado con chicas, y a pesar de que juró no volverse a enamorar, ella quería a un chico como amigo, o por lo menos eso era lo que ella creía.

—Sí, tienes razón. Hace mucho que no tenía una amiga con quién hablar y compartir, la verdad tu compañía es muy agradable.

Y Mouque parecía que se estaba enamorando de ella.

Meg y Gedisa hablaban de la futura pareja.

—¿Crees que a Donna le esté gustando Mouque?

—Meg, ¿A quién no le gusta Donna?

—Sí pero casi todos son para el bar...

—Recuerda que hubo una excepción.

—Sí Gedi, el pobre Luke no debió engañarla así con Rodriguez.

—Consiguió la muerte eterna.

—Y una chica con el corazón roto...

*****

Llegando a Alemania se abrigaron muy bien, el clima esta a muy frío y nublado, parecía que una tormenta se acercaba. A Donna le esperaba un vehículo en el estacionamiento interno del aeropuerto.

—Lo bueno de ser yo, es que no debemos pasar por toda la revisión.

—Los más grandes mafiosos son los que mantienen los aeropuerto, una vez Hesdovoj pagó millones de euros para que el pudiera aparcar su avión ahí y sacarlo las veces que quisiera.

Mouque dio un comentario, aclarando que Donna podría haber hecho lo mismo.

Al subir todos al vehículo fueron directo a un apartamento. Al entrar era un lugar con muebles modernos y muy lindo.

—A ver, adivino, es tuyo y lo compraste hace 6 días.

Donna sólo le vio seria y asintió.

—¿Cuánto tiempo estaremos aquí?—Esa fue la pregunta de la no tan inocente Gedisa.

—El tiempo que ses necesario.

Donna se alteró al ver que Mouque le quitó la palabra de la boca. Meg y Gedisa se alejaron hasta lo que seria la cocina.

—Mirame... ¡Mirame!—Le alzó la voz a Mouque haciendo que éste le mirara fijamente—A ver, aquí quién siempre responde soy yo, y de no responder nada el tema llega hasta ahí, ¿¡Lo entiendes!?